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Internacional

Ley homófoba en Hungría desata presión de la UE y devela «conspiracionismo» del gobierno para justificarla

Foto: Especial

El pasado 15 de junio, en pleno mes del orgullo LGBTTIQ+, la extrema derecha aprobó en el parlamento de Hungría una ley homófoba que prohíbe a las escuelas hablar sobre la homosexualidad. El texto fue impulsado desde el gobierno de ese país, mismo que recae en Viktor Orbán, quien ya ha recibido las primeras condenas y advertencias de miembros de la Unión Europea (UE).

La ley ha sido considerada retrógrada por al menos tres cuestiones. La primera es la prohibición a las escuelas para que hablen como la homosexualidad, dado que, de acuerdo con el mandatario, nadie más que los padres deberían tener facultades para dar educación sexual a los niños. Asimismo, ha sido criticada dado que esta restringe más los derechos de la comunidad LGBTTTIQ al darle oportunidad de reasignación de género hasta cumplir los 18 años.

A ambos retrocesos en los derechos se suma el contexto en el que se promocionó esta ley, puesto que se dijo que era una norma para combatir la pedofilia, por lo que también se ha acusado al gobierno de Orbán de estar estigmatizando a un grupo de su población.

Ante la ley homófoba de Hungría reaccionaron los eurodiputados socialistas y demócratas de la Unión Europea (UE). El pasado jueves, mediante una carta a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, los legisladores pidieron no aprobar el Plan de Recuperación y Resiliencia (RPP, por sus siglas en inglés) del gobierno húngaro, acusando que durante el gobierno de Viktor Orbán, iniciado en 2010, se ha atentado contra la independencia del poder judicial y se ha dejado de lado el combate a la corrupción.

No obstante, también pusieron sobre la mesa el que la Comisión evalúe todas las medidas para garantizar que el gasto de la Unión, en caso de aprobar la aplicación del RRP húngaro, no contribuirá a cualquier vulneración de los derechos fundamentales en Hungría como pasa con la ley aprobada.

Ursula vonder Leyen condenó también la legislación, señalando que la Comisión utilizará sus poderes para garantizar los derechos de los ciudadanos de la UE. Mediante un comunicado, el 23 de junio, declaró que el proyecto de ley discrimina claramente a las personas por su orientación sexual y va contra de los valores fundamentales de la UE, como lo son la dignidad humana, la igualdad y el respeto de los DDHH.

«Creo en una Unión Europea donde eres libre de ser quien eres y amar a quien quieras. Creo en una Europa que abraza la diversidad», escribió en su condena.

En tanto, los comisionados Didier Reynders y Thierry Breton, miembros de las comisiones europeas de justicia y mercado interno, se dirigieron mediante una carta a la ministra de Justicia de Hungría, Judit Varga. En ella, señalaron que la implementación de la ley viola directamente la prohibición europea de la discriminación basada en el sexo o la orientación sexual de las personas, negando a la gente la libertad de expresarse, dar su propia opinión o disfrutar sus derechos a la privacidad y vida familiar.

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Por el otro lado, se encuentra una campaña mediática desprestigiando los derechos de la comunidad LGBTTIQ. Eider Gardiazabal, eurodiputado portavoz de los socialistas y demócratas, declaró que su posicionamiento no debía ser concebida como «propaganda» como lo considera Orbán, sino como un llamado ante la degradación del Estado de derecho de ese estado miembro desde que ganó junto al partido Fidesz.

Ejemplo de ello se puede leer en Magyar Nemzet un diario conservador húngaro nacido en la década de 1930 cuyo final había llegado en 2018. Pese a eso, fue relanzado un año después como sustituto de Magyar Idők, una publicación a favor del partido en el poder, por lo que promueve las ideas conservadoras del gobierno.

En este se encuentran las declaraciones de Máté Kocsis, líder parlamentario de Fidesz, quien acusa que las organizaciones no gubernamentales de George Soros «promueven la homosexualidad» y que tienen la intención de «desviar el interés sexual de los niños sin el consentimiento de sus padres».

En tanto, el medio señala en otros contenidos que la comunidad LGBTTIQ+ es una «subcultura» y mira también otras «conspiraciones» internacionales para «promoverla», como un artículo en el cual acusa a la sopa Campbell, Pantene y al refresco Coca Cola de hacerlo a través de sus comerciales.

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