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Nación

Fiestas, drogas, tortura y muerte: así era el penal de Piedras Negras

Los-Zetas
Foto: Especial

El grupo fundado por exmilitares, Los Zetas, utilizó el penal de Piedras Negras para realizar fiestas, operaciones estratégicas, tortura y como «campo de exterminio» de rivales. El edificio ubicado en Coahuila fue tomado por la banda criminal en 2001, sin que esto afectara el flujo de fondos del Estado sobre él. La institución también era refugio para los zetas buscados por la justicia.

«El jefe de la cárcel fue modesto cuando describió sus funciones ‘yo me encargaba de manejar la plaza adentro del penal para que todo estuviera tranquilo y que funcionara bien’ la venta de drogas entre internos», menciona el documento, además de enumerar los lujos que existían en el penal, como el tener karaoke, playeras personalizadas para equipos de futbol y encuentros de béisbol entre los internos.

En el interior se vendían drogas (y alimentos) y se extorsionaba a reos. La información, obtenida por el Colegio de México y recopilada por los periodistas Jacobo Dayán y Sergio Aguayo, detalló que el penal era un punto estratégico para Los Zetas, según declararon para la investigación 11 zetas, 49 presos, además de custodios y distintos empleados del lugar, en una polifonía de voces que acumula 119 testimonios.

Entre las curiosidades estaba la modificación de autos para ocultar la droga y pasarla por la frontera de Estados Unidos. La investigación detalló que dentro había campos de exterminio, donde traían a rivales vivos para torturarlos y desaparecer sus cuerpos.

«Los Zetas metieron un cadáver en un tanque de 200 litros que ellos traían en sus trocas…y ahí le echaban diésel y luego lo prendían», narró uno de los presos, quien dijo que gente encerrada en el penal se había convertido en servidores del grupo delictivo.

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