Metrópoli
Gobierno de la CdMx devela placa en honor a Salvador Allende
A 50 años del golpe de Estado en Chile en contra del gobierno del entonces presidente izquierdista Salvador Allende, el gobierno de la Ciudad de México develó una placa en su memoria en el patio poniente del antiguo Palacio del Ayuntamiento que desde este día llevará el nombre del exmandatario chileno.
En la conmemoración en la que se tuvo un minuto de silencio por la muerte del gobernante chileno el 11 de septiembre de 1973 cuando se encontraba en el Palacio de La Moneda tras el golpe de estado orquestado por el dictador Augusto Pinochet, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, en compañía de Sebastián Labra Grez, encargado de Negocios y Consejero de la Embajada de Chile en México, así como de funcionarios de la administración capitalina, destacó que Allende fue el primero de los gobernantes de América Latina de las fuerzas progresistas en ganar una elección.
“Habría que subrayar que Salvador Allende fue el primero en alcanzar la victoria de las fuerzas progresistas democráticas y de izquierda por la vía pacífica electoral y constitucional en América Latina”, subrayó.
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El mandatario capitalino recordó que Allende estuvo en el Palacio del Ayuntamiento, ahora sede del gobierno de la ciudad, durante su visita por México antes del golpe de estado. “En este Palacio del Ayuntamiento estuvo el presidente Salvador Allende, está el cariño y el recuerdo positivo que tenemos de su presencia en México que por declaratoria del jefe de gobierno de la Ciudad de México a partir del día de hoy este patio se llama Patio Salvador Allende del Palacio de la Ciudad de México”.
Por su parte, la titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), Myriam Urzúa Venegas, que calificó el día del golpe de estado como “la noche cruel que ahogó Chile”, dijo que Salvador Allende pagó con su vida la lealtad que siempre tuvo a su pueblo y a la democracia incipiente del país sudamericano.
“Salvador Allende se negó a entregar los símbolos de la democracia acosada y pagó con su vida la lealtad de su pueblo. Su legado digno sigue alentado la vocación transformadora en el mundo, demostró que igualdad y libertad podrían conjugarse en un proyecto transformador y que en democracia se podría y debía dar cauce el anhelo de justicia y de derechos”, apuntó.