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Dos caras del #MeToo MusicosMexicanos

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Fotos: Especial

El movimiento internacional del #MeToo surgió en octubre de 2017 con el fin de denunciar la agresión sexual, abuso y acoso a raíz de las acusaciones contra el productor de cine Harvey Weinstein.

La frase fue forjada por la activista social Tarana Burke y fue retomada por Alyssa Milano, quien exhortó a las mujeres que tuitearan sus experiencias para demostrar la naturaleza del comportamiento misógino y cómo es que se han normalizado comportamientos abusivos.

Desde ese entonces el hashtag se ha utilizado por millones de personas y ha trascendido internacionalmente logrando desenmascarar los abusos en contra de las mujeres mismo que ha dividido la opinión entre quienes apoyan a las personas afectadas y quienes consideran que sólo buscan afectar a alguien más.

MeToo en México

El movimiento ha seguido tomando fuerza tanto así que en México, a través de redes sociales, mujeres, estudiantes, escritoras y académicas comenzaron el movimiento denominado #MeToo EscritoresMexicanos en el que se denunciaron acciones violentas, abusos psicológicos y sexuales y acoso por parte de creadores del ámbito cultural, académico y literario.

Esta misma situación ocurrió con los hashtags #MeToo CineMexicano, #Metoo MúsicosMexicanos, #MeToo AcadémicosMexicanos y #MeToo PeriodistasMexicanos.

Todos los señalamientos eran subidos por los perfiles en Twitter: @MeTooCineMx, @metoomusicamx, @MeTooAcademicos, @PeriodistasPUM y @MeTooTeatroMx.

Incluso se contabilizó las veces que se repetían nombres, como el caso de León Larregui, quien acumuló cinco denuncias y, quien, al ser encarado, salió a su defensa

https://twitter.com/LeonBenLarregui/status/1111870540816375808
https://twitter.com/LeonBenLarregui/status/1111881326045487104

El caso Vega Gil

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Armando Vega Gil, bajista y vocalista de la banda mexicana Botellita de Jerez, famosa en los 90’s por su estilo musical denominado «guacarock», fue uno de los nombres que surgió en una de las denuncias al #MeToo de músicos mexicanos y en el que se le acusaba de abuso y acoso a una niña de 13 años.

“Buenas noches a todas y todos. Hace unas horas, en la cuenta de twitter #MeTooMusicosMexicanos, una chica me acusa de abuso y acoso…” fue la respuesta a través de una carta en Twitter.

Esta carta continuaría con un rechazo total a lo descrito por la víctima “lo afirmo categóricamente, dicha acusación es falsa”, escribío Vega Gil. “La denuncia que se hace en #MeTooMusicosMexicanos es anónima y quien la lanza en redes está en todo su derecho de hacerlo así, pero esto pone en entredicho toda mi carrera».

«Es un hecho que perderé mis trabajos (…) Mi vida está detenida, no hay salida (…) lo que menos deseo es que mi hijo se vea afectado por la falsa acusación que se me hace”, continuó Vega Gil, ”su orfandad es una manera terrible de violentarlo, pero más vale un final terrible que un terror sin final. La única salida que veo frente a mí es la del suicidio, así que me decido por ella».

Finalizando con una petición de disculpas hacia las mujeres que, de acuerdo con él, hizo sentir incómodas, selló su carta firmando el twett con «No se culpe a nadie de mi muerte: es un suicidio, una decisión voluntaria, consciente, libre y personal. #MeeToMusicosMexicanos»

Horas después, a través de las cuentas oficiales de Facebook y Twitter de Botellita de Jerez se informó sobre la muerte de Armando Vega Gil.

Cientos de usuarios, incluidos seguidores y colegas del medio, externaron sus condolencias a través de Twitter.

El caso URSS Bajo el Árbol

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Dentro de todos los señalamientos en el #MeToo MusicosMexicanos surgió una acusación en contra del guitarrista de la banda mexicana URSS Bajo el Árbol, Exael Salcedo Garcés.

La acusación que fue borrada ya que se incluía en el perfil de @metoomusicosmexicanos decía:

“Hicimos una fiesta en la que Exael fue. Ya en la madrugada le dimos chance de quedarse en nuestra cama (la de mi ex y la mía) junto con otra chava. En un punto yo ya no pude más y me fui a dormir a mi cama. Les dije que me hicieran un espacio y así fue. Me quedé súper dormida (sic) cuando de pronto empecé a sentir que me besaban y me lamían el cuello y la espalda”.

En una segunda captura de pantalla al texto enviado a la cuenta se leía:

“Primero pensé que era mi ex pero luego supe que no, esos no eran sus besos ni sus manos. Volteé y vi a Exael. Grité, lloré y lo corrimos de la casa. Al otro día me mandó mensajes pidiéndome perdón porque malinterpretó las cosas, nunca entendí qué fue lo que malinterpretó. Nunca volvimos a hablar. Fue una experiencia muy fea. Si yo no hubiera despertado probablemente me habría manoseado mucho, mucho más”.

De un modo anónimo la mujer denunció esto sin saber que llegaría a Exael, quien al día siguiente fue de los pocos que respondió sus acusaciones y lo hizo también a través de una carta en la que asumía totalmente sus responsabilidad junto a una disculpa pública.

«El día de ayer fui denunciado en la cuenta @MeTooMusicosMX respecto a algo sucedido en 2013, doy la cara y acepto públicamente mi error, acepto que desde ese día fue un parteaguas, amigos y amigas, los invito a todos a afrontar nuestros errores en la vida, a aceptar que cuando haces algo que no está bien, eso puede cambiarte la vida”, escribió en la publicación acompañada de su carta.

En esta carta el guitarrista de URSS Bajo el Árbol hace un llamado a los hombres denunciados a hacerse cargo de sus actos y las consecuencias que estos conllevan, además de reconocer el movimiento “es fundamental entender que los movimientos son para defendernos y respetarnos, pero tienen que ser parejos, no creo que deba ser una cacería en contra de los hombres”, escribió Exael.

Una ola de reacciones favorables y aplaudiendo la valentía del músico no se hicieron esperar y, luego de un rato de publicada la carta, la mujer que realizo la denuncia, Pamela, decidió dejar el anonimato y también dio la cara:

«Hola. Yo fui quien hizo la denuncia y al final decidí dejar el anonimato y también dar la cara. Acabo de leer tu carta y la verdad es que pocos hombres tienen los güevos que tú tienes para disculparse no desde la victimización sino desde la responsabilidad. Te perdono, Exael”, escribió Pamela.

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