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A Fuego Lento

Y el tigre rugió en Palacio. . .

AMLO EL Tigre periodistas prensa imprudente
Foto: Cuartoscuro

Cuatro meses y medio de gobierno tardó Andrés Manuel para volver a sacar al tigre que le acompañó durante la campaña presidencial. Ya desde Palacio Nacional, la fiera de 30 millones de cabezas del presidente no rugió en contra de los índices de violencia o de los actos de corrupción del pasado. No, fue contra la prensa, no la prensa fifí, sino la prensa «imprudente».

Después del mano a mano con Jorge Ramos, el presidente echó mano del jefe de prensa de René Bejarano y Benjamín Robles para reafirmar su postura, su estatus, como el señor de las mañanas. Volviendo a encumbrar a las benditas redes sociales y advirtiéndole a los reporteros imprudentes que «si se pasan, ya saben lo que sucede, pero no soy yo, es el pueblo».

Dejando de lado el protagoismo exacerbado que caracteriza a Ramos, el mensaje está más que claro: quiero las preguntas sobre por qué me veo como atleta keniano, que me traigan mensajes de grupos empresariales y líderes de bancadas, que usen la mañanera para señalar a los chayoteros, que todas las preguntas empiecen con «señor presidente de todos los mexicanos» y terminen con «estamos con usted, señor presidente».

Y si no, ahí está el tigre. En las benditas redes sociales. Todos los días lo alimento, con ayuda de los youtubers que a diario son más en las mañaneras y quienes ya llevaron una porra —de auténticos porros— para poner en su lugar a los fifís. Algo para lo que el equipo de presidencia simplemente no reaccionó, tal parece que no le importó. Por si a alguien se le había olvidado, el tigre rugió en Palacio y ahora tiene carta abierta para actuar.

No contra quienes crucen la línea, sino contra quien el pueblo considere que así lo hizo. Gran y peligrosa diferencia. En ningún momento Andrés Manuel tildó a la prensa de fifí. Sólo habló de prensa, la prensa, toda la prensa. Esa que, según el voz-cero Jesús Ramírez, tiene la libertad lo mismo que hizo Ramos. O al menos eso publicó el viernes tras el choque en sus benditas redes sociales. Y, si está en las benditas redes sociales, debe ser verdad, ¿verdad?

En el Metro, Sheinbaum se pone la vara alta


El Metro de la CDMX es de los más grandes y baratos del mundo, pero su calidad deja mucho que desear: los retrasos, las fallas recurrentes, la suciedad, el robo a usuarios, el ambulantaje y las inundaciones en tiempos de lluvia son algunos de los males que padece el gran gusano naranja.

No hay día en que el Metro no dé algo de que hablar o dé pie a algún video que en cuestión de minutos se haga viral.

Pues Sheinbaum quiere levantar este Metro (sí, este Metro deteriorado, averiado, falto de mantenimiento, sucio). Y no solo eso, quiere hacerlo «de los mejores metros del mundo como lo fue antes». Esto lo dijo este lunes «en el marco de los 50 años del Metro».

Sin embargo, la parte económica para su mantenimiento solo es una parte de la solución, pues también hay obstáculos políticos como la poca popularidad de su amiga y directora del Metro, Florencia Serranía, con el sindicato de este sistema de transporte; además, por supuesto, de los miles de vendedores ambulantes realmente que no se ven dispuestos a dejar lo que ya consideran su territorio.

Habría que recordar que hace unos dos meses circuló un supuesto comunicado en donde se decía que la directora del Metro dejaba el cargo. Lo peor es que el documento estaba con un formato idéntico a los oficiales. A la mañana siguiente tuvo que ser desmentido por la mandataria de la capital. Sí, la “flaquita, menudita”.

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