Connect with us

Nación

Torpeza humana mata a animales en peligro de extinción

Twitter

El 13 de julio se informó de la muerte del último rinoceronte negro macho en Kenia, tras un traslado fallido por parte del Servicio de Vida Silvestre del país africano. Esta actuación negligente de las autoridades le costó el puesto al director de la institución, quien fue el responsable del traslado de los animales de Nairobi al Santuario de Rinocerontes en el parque nacional Tsavo East.

La última hembra de la especie no tuvo mejor suerte: fue la única sobreviviente de un ataque de leones. Ella aún se encuentra recibiendo tratamiento, como el último ejemplar en Kenia y en todo el mundo. Asimismo, salió a la luz que otros rinocerontes de la misma especie murieron por estrés debido al envenenamiento con sal, substancia que se encontró en cantidades considerables en la reserva de la zona.

Este tipo de casos no son nuevos: en más de una ocasión en diferentes partes del mundo, ya sea por torpeza o negligencia, o una combinación de ambas, particularmente en México, se han muerto especies en peligro de extinción cuando se intentaba todo lo contrario: rescatarlas y ponerlas a salvo. La Hoguera rememora los casos más sonados de los últimos años en México.

Bantú, el gorila más querido de la ciudad 

Uno de los casos que más indignó a la opinión pública en nuestro país fue el del gorila Bantú, el único gorila macho de las tierras bajas occidentales que estaba en cautiverio en México. Vivía en el Zoológico de Chapultepec y era una de sus grandes atracciones.

La Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México reportó el 7 de julio que el animal de 25 años murió por una complicación cardíaca, luego de ser anestesiado para ser trasladado al Zoológico de Guadalajara, donde se hallaban dos hembras con las cuales podría reproducirse.

Aunque el Zoológico de Chapultepec aseguró que en el caso de Bantú se siguieron todos los protocolos médicos-veterinarios internacionales dictados por la Asociación de Zoológicos y Acuarios de Estados Unidos, la edad del animal afectó su resistencia al químico que se le suministró.

Se aseguró además que el gorila fue atendido por 20 médicos de ambos zoológicos. Los especialistas apuntaron que la salud de Bantú se complicó a las 21:30, hasta la hora de su muerte, treinta minutos más tarde.

La polémica se revivió luego de que un periódico publicara fotos de la necropsia del animal, en las que se ve a Bantú destazado y desollado sobre una cama de autopsias. En las imágenes se observan además pedazos de carne en el piso y sangre desperdigada por varios lugares de la habitación.

Vaquita marina muere en rescate 

Un caso similar ocurrió el año pasado con el rescate de una vaquita marina que murió mientras era «rescatada» por especialistas en playas mexicanas, con el objetivo de preservarla frente al reducidísimo número de sus ejemplares, menos de 30 para esas fechas; 12, según estimaciones más recientes de Andrea Crosta, directora de Elephant Action League, grupo dedicado a la vigilancia de vida silvestre.

El equipo Vaquita: Conservación, Protección y Recuperación de la Vaquina Marina anunció la muerte del animal. A través de un comunicado explicaron que se trataba de un ejemplar hembra madura, la cual no estaba embarazada y no se encontraba lactando.

El cetáceo fue llevado a un corral flotante modificado para mantenerla en las «condiciones adecuadas», bautizado como «El Nido», ubicado en el golfo de California.

No obstante, la salud de la vaquita empezó a deteriorarse producto del estrés y del cambio de condiciones en las que se encontraba.

Publicidad


Síguenos en Facebook

Publicidad

Síguenos en Twitter

Recomendaciones