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“Somos una víctima más de la Línea 12”, reclaman pequeños empresarios

“Somos una víctima más de la Línea 12”, reclaman pequeños empresarios
Foto: Elia Cruz Calleja

Tras hacer un recorrido por la Línea 12 del Metro parece ser que no todos están muy felices con las obras de reforzamiento que realiza el gobierno de la Ciudad de México para poner el servicio nuevamente la línea dorada, pues comerciantes afirman que desde el colapso de la parte elevada que va de Tezonco a Olivos, sus ventas han caído al menos 80 por ciento, situación que los deja al borde del cierre, pues apenas completan para pagar la renta.

Desde ferreterías, negocios de iluminación, bodegas de ventas de colchas, talachas, ópticas, lo mismo que funerarias o negocios de venta de pinturas, mueblerías y hasta puestos ambulantes de pescados y mariscos, mantienen en sus entradas un llamativo cartel en color verde fosforescente un mensaje que reza: “soy una víctima más de la Línea 12”, como un llamado de auxilio a las autoridades ante las afectaciones económicas que han padecido.

Las afectaciones afirman, las han padecido desde que colapsó la línea 12, pero se han agravado con la reducción de carriles que ha realizado el gobierno de la ciudad para realizar el reforzamiento del tramo elevado que antes únicamente contaba con unas trabes de acero y que ahora están siendo colocados unos tubos para que alcancen mayor soporte.

“Desde que se cayó el metro empezó esta problemática, pero conforme está pasando el tiempo abren y cierran los carriles por las obras y eso nos afecta. El tráfico está parado. No hay ventas, no tengo ventas. Hay más locatarios que hemos sido afectados. Algunos incluso han tenido que cerrar”, lamenta Alberto Torres, un pequeño empresario dedicado a venta de material eléctrico, asentado en la colonia San Lorenzo Tezonco, en los límites de la alcaldía Iztapalapa con Tláhuac.

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En ese sentido, dijo que han tenido que despedir a personal que antes trabajaba con ellos debido a que los ingresos ya no les alcanzan para pagar más salarios, por lo que también afirma que están endeudados pues solo alcanzan a sacar recursos a “cuentagotitas”.

Además, asegura que desde aquel fatídico 3 de mayo de 2021 cuando se desplomó parte del tramo elevado que dejó 26 personas muertas y más de 100 heridos, el gobierno de la ciudad no les ha otorgado ningún tipo de apoyo. Pero reconoció que hace apenas un par de semanas el secretario de Desarrollo Económico, Fadlala Akabani, fue a la colonia para ofrecer unos créditos a algunos empresarios, pero afirma que no para todos es posible solicitarlo porque con las bajas ventas no tendrían cómo pagarlo, además de que los montos son menores y no les ayuda a resolver sus deudas acumuladas en estos casi dos años.

Por su parte, el señor Gabino Reyes, propietario de un negocio de venta de carretillas y diablos, explica a La Hoguera que debido al tráfico generado por las obras de reparación los clientes ya no pasan por esa zona de la avenida Tláhuac, pues prefieren buscar otras rutas más rápidas y eso le ha ocasionado que sus ventas desciendan en 70 por ciento.

“La verdad sí nos está perjudicando económicamente, ese es el detalle. Queremos que nos den un apoyo”, pide, al tiempo que asegura que algunos de sus clientes les condicionan las compras pues afirma que les dicen que les adquirirán sus productos si se los entregan en otro sitio, pero eso les genera un costo adicional que merma sus ganancias. O simplemente les dicen que comprarán en otros lugares más cercanos porque “ir a San Lorenzo es no salir del tráfico”.

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Contrario a lo que se pudiera pensar que una vez concluidos los trabajos se volverá a la normalidad de las ventas, para Gabino Reyes esto resulta un tanto incierto porque prevé que muchos de sus clientes no volverán. “Está difícil porque nos tenemos que volver a acreditar y a agarrar más clientela, solo uno que otro sí llega, pero será difícil. Por eso tenemos el cartelito, porque ahora sí ya se sintió el fregadazo”, lamenta.

Para David Mota, dueño de una vulcanizadora ubicada sobre la avenida Tláhuac, justo antes de llegar a avenida de Las Torres, el tráfico ha ocasionado que al menos el 50 por ciento de sus clientes ya no lleguen porque no hay manera de estacionarse para atenderlos, lo que lo ha metido en un grave problema al alcanzar los ingresos únicamente para pagar la renta del pequeño local donde guardan sus herramientas.

Y al igual que ellos también hubo otros dos empresarios que pidieron mantenerse en el anonimato por miedo a represalias que expresaron que al menos el 60 por ciento de sus ventas han bajado, y no solamente eso, sino que también han perdido a algunos proveedores porque éstos no quieren ir a la zona por el caos que impera por la reducción a un carril, lo que los ha llevado a buscar nuevos vendedores que les entreguen la mercancía que necesitas o en algunas ocasiones ellos tienen que ir por el material aumentando de esta forma el costo del producto final al cliente.

Por todo ello, exigen a las autoridades, que al igual que se les entregó durante la construcción de la también llamada línea dorada en 2012, por parte del entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón, esta vez también sean beneficiarios de algún apoyo que les permita poder seguir operando sin tener que despedir más empleados o quedarse endeudados con la renta. Esto aunque aseguran que han realizado manifestaciones en frente del Antiguo Palacio del Ayuntamiento para que la jefa de Gobierno «los voltee a ver».

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