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Nación

Jiménez Espriú: «hasta 140 operaciones por hora» con AICM y Santa Lucía

Foto y Videos: Carlos Montesinos

Javier Jiménez Espriú presentó un estudio que confirma la viabilidad aeronáutica de operar simultáneamente el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y la base áerea de Santa Lucía. Aunque no ahondó en los pormenores prácticos o económicos del proyecto de Andrés Manuel López Obrador.

A menos de un día de arrancar la consulta México Decide sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México el futuro secretario de Comunicaciones y Transportes presentó un documento que avala la viabilidad de operar el aeropuerto Benito Juárez y Santa Lucía. El cual fue elaborado por la firma canadiense NAVBLUE.

El estudio, expuso Jiménez Espriú, muestra que ambos aeropuertos lograrían entre 130 y 140 operaciones por hora, sin contar con el Aeropuerto Internacional de Toluca que se incluirá al proyecto. Capacidad que sería alcanzada en un lapso de 6 meses a un año.

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El principal motivo del estudio era confirmar que con la propuesta de Santa Lucía no se pondría en riesgo la integridad de los vuelos. Asegurando que con esta alternativa «los aviones no chocan», Jiménez Espriú afirmó que las dos opciones que serán votadas en la consulta ciudadana que iniciará mañana son viables.

Por esta razón el documento no contempla los pormenores logísticos que podrían afectar a los pasajeros de los vuelos que llegarían a alguno de los dos aeropuertos. Como tampoco trata temas económicos, los cuales han sido cuestionados en últimas fechas.

Ante la inquietud de los residentes de la base militar de Santa Lucía, alrededor de 7 mil personas, Jiménez Espriú dijo tener entendido que ya se cuenta con terrenos en el estado de Querétaro para trasladarla. Así como negó que cambiar la localización estratégica de la base pueda representar una afectación a la seguridad nacional.

El estudio fue hecho por designación directa por NAVBLUE para tener el aval de una firma con el renombre de otras como MITRE u OCI. El documento tuvo un costo de 198 mil dólares y fue pagado por el equipo de transición del presidente electo. Sin aclarar si se hizo uso del fondo federal.

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