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Nación

¿Por qué SÍ votar en la consulta popular de juicio a expresidentes, según AMLO y Morena?

Fotos: Cuartoscuro

El tema de la consulta popular para hacer un juicio a expresidentes cada vez toma mayor relevancia en la discusión pública en México, aunque esta discusión no se centra principalmente en si estos deben ser o no juzgados sino en si la gente debe participar o no por cuestiones de costo y fondo, como lo es la aplicación de la ley.

El bando a favor de la realización de la consulta popular sobre juicio a expresidentes es encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y respaldado por Mario Delgado, actual presidente de Morena. Aunque el mandatario mexicano ha dicho que él no votará en este ejercicio, declaró en su conferencia matutina que la realización del mismo no solamente es algo legal, sino incluso moral.

Asimismo, señaló que consultar sobre el juicio a los expresidentes no es solo para juzgar a personas que ostentaron la banda presidencial, sino también el modelo de gobierno que forjaron. Pero ¿Cuáles son las razones que AMLO y el presidente de Morena señalan como suficientes para salir a sufragar, una vez más, el próximo 1 de agosto?

El pasado 22 de junio el presidente de la República declaró sus motivaciones de los cinco que considera como parte del periodo «neoliberalista». El primero de los nombrados, y en orden cronológico, es Carlos Salinas de Gortari. Sobre su sexenio señaló que la gente debe considerar que entregó todos los bienes de la nación y del pueblo de México a sus allegados. Aunque las privatizaciones iniciaron desde el periodo presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado, fue en el ‘salinismo’ que la privatización de las empresas paraestatales se aceleró a fin de restar la presencia del Estado mexicano en la prestación de servicios como lo promovieron en la década de 1980 Margaret Thatcher y Ronald Reagan en Reino Unido y Estados Unidos respectivamente.

El ex presidente Carlos Salinas de Gortari. Foto: Curtoscuro

Entre las empresas privatizadas durante su sexenio estuvieron algunas relacionadas con el transporte como Aeronaves de México (Aeroméxico) y Mexicana de Aviación; siderúrgicas como Altos Hornos de México; bancarias como Banamex, Banpaís, Banco Serfín, Banco del Atlántico o Banco del Centro; y de telecomunicaciones como Telmex, esta última adquirida por Grupo Carso de Carlos Slim, a quien el presidente López Obrador ha reconocido «disposición» para el diálogo y asistencia para casos como el de la reconstrucción de la Línea 12 del Metro, a la cual está vinculado por su edificación a través de otra de sus empresas.

Por su parte, Mario Delgado también resaltó el «fraude electoral» con el cual Salinas de Gortari habría vencido a Cuauhtémoc Cárdenas en la elección de 1988. Esto pese a que el secretario de Gobernación, entonces encargado máximo del proceso electoral, era Manuel Bartlett, hoy integrante de la «4T».

En el caso de Ernesto Zedillo, el mandatario mexicano y el dirigente morenista dijeron que el motivo principal para juzgarlo sería el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), un supuesto seguro para los ahorros de los mexicanos que terminó dando solvencia a la banca mexicana, ya privatizada, tras la crisis de diciembre de 1994 y debido a malas prácticas como la entrega de créditos de manera excesiva.

«Convirtió las deudas privadas de unos cuantos en deuda pública y llevamos 30 años pagando esa deuda», declaró López Obrador.

Sobre Vicente Fox Quesada, declaró que este engañó al pueblo luego de que el esfuerzo de muchos lo llevara a la presidencia. «Se convirtió en un traidor a la democracia», declaró AMLO sobre el primer presidente de la República no priista en la historia de México a partir de 1929, cuando se fundó el Partido Nacional Revolucionario (PNR), antecedente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

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Su triunfo fue visto por muchos como la instauración o consolidación de la democracia mexicana, acompañada de otros fenómenos como la pluralidad de Congreso de la Unión o la alternancia partidista en más gubernaturas; sin embargo, el sexenio foxista culminó mostrando gajes del ‘presidencialismo mexicano’.

Primero, intentó pesar en las elecciones internas de su partido y luego buscó influir en la elección mediante un desafuero contra el principal líder opositor de su partido, así como mediante la operación en los estados y con actores políticos para favor del candidato de Acción Nacional, Felipe Calderón.

Andrés Manuel López Obrador rinde protesta como jefe de gobierno de Distrito Federal en el año 2000. Le acompaña el entonces presidente Vicente Fox. Foto: Cuartoscuro

Por su parte, Mario Delgado acusó a Fox de enriquecerse junto a su familia a costa del erario.

Para participar en la consulta popular, el presidente y Morena han recordado también la «Guerra contra el narco» declarada por el expresidente Calderón Hinojosa. Sobre este episodio, criticaron que se iniciara el combate armado a la inseguridad de México sin atender las causas, generando más violencia. Además, criticaron la violencia desmedida por parte de las fuerzas armadas mexicanas, utilizadas desde 2006 para patrullar las calles de México, puesto que generaron enfrentamientos con altos niveles de letalidad al haber instrucciones de rematar a los heridos.

Felipe Calderón, de visita en Puebla durante su sexenio. (2008) Foto: Cuartoscuro

De dicho episodio también continúan presentes, al menos, dos elementos que siguen pesando a Felipe Calderón: por un lado, que el expresidente panista calificara de «daños colaterales» a inocentes que quedaban entre el fuego cruzado o eran confundidos en los operativos; por el otro, los vínculos con el narcotráfico que tuvo Genaro García Luna, su secretario de Seguridad, quien se encuentra preso en Estados Unidos.

Finalmente, AMLO subrayó los actos de corrupción bajo la administración de Enrique Peña Nieto, mismos que van desde el caso Odebrecht, que se deriva en sobornos a entonces legisladores panistas para que aprobaran la reforma energética, hasta la Casa Blanca de Angélica Rivera y el primer expresidente priista del siglo XXI. A la par, Delgado Carrillo pidió considerar el caso Ayotzinapa para salir a votar por justicia ante la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos en Guerrero en 2014.

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