Espectáculos

Freddie Mercury, el “Macho Gay” del Rock

24 noviembre, 2017

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Fotografía especial

A la altura de los grandes maestros del arte pero con la rebeldía de un adolescente y la elegancia excéntrica de una prostituta del rock, Freddie Mercury revolucionó la música e hizo con ella lo que le vino en gana.

Farrokh Bulsara nació en Zanzíbar, África. Pasó parte de su niñez en la India, lugar donde perfeccionó su habilidad como pianista y fundó su primera banda de rock, The Hectics.

Fredd, como lo llamaban sus compañeros de colegio, comenzó a dar muestras de un imponente talento como compositor y cantante, habilidades proporcionales a la timidez que sentía de mostrar lo que años más tarde lo convirtió en Freddie Mercury.

Cuando terminó la adolescencia del músico, la familia Bulsara se vio obligada a tener que abandonar Zanzíbar para establecerse en Londres. Ahí, el joven Freddie –como ya era conocido– estudió Artes y diseño gráfico, pues su talento no sólo se limitó a la música, también era un gran dibujante y diseñador de moda.

En Londres, Freddie conoció a Brian May, Roger Taylor y Tim Stafell, éste último bajista y vocalista de Smile, la banda que más tarde se convirtió en Queen. Cuando Stafell abandonó Smile para seguir intereses personales, Freddie se unió a la agrupación de May y Taylor.

Fue Brian May quien años más tarde contaría la anécdota de cómo Smile se convirtió en La Reina:

“’Tengo muy claro cuál será nuestro nombre, nos llamaremos Queen’ dijo Freddie, enseguida yo me reí a carcajadas, estaba seguro que era una cosa para llamar la atención o algo así. Enseguida él respondió: ‘a la larga el nombre se convierte en el grupo. No es más que un nombre, pero evidentemente es regio y suena espléndido, es un apelativo fuerte, universal e inmediato. Tiene mucho poder visual y está abierto a todo tipo de interpretaciones’, desde luego yo era consciente de la connotación gay, pero no era más que un aspecto de él, al final de todo, Freddie se salió con la suya”.

Pero como a toda Reina le hace falta un Rey, el dios Mercurio emergió para posarse a lado de los astros y aquel muchacho ya no era más Farrokh Bulsara, aquel joven de delgadez escuálida se había convertido en el dios de la elocuencia. Con Queen nació Freddie Mercury.

El ballet a las masas

Tal era la sensibilidad artística que brotaba por la piel de Freddie, que sus conciertos a lado de Queen eran verdaderas piezas teatrales y dancísticas que con una poderosa fuerza en el escenario y un torrente de voz era capaz de devorar hasta el último espacio.

Nunca dejó de ser un niño. Admiraba con gran respeto a figuras como Lennon, Elvis y Berry. Tan grande era su devoción por la música con la que creció, que en una ocasión dijo: “Si ’Somebody to Love’ fuese una mujer, seguro sería Aretha Franklin”. Si el Rock fuese un hombre, sería Freddie Mercury.

La noticia lo alcanzó en la cima

La década de 1980 fue clave para Queen. Fue por aquellos años que la agrupación lanzó sus éxitos más comerciales como: “Another One Bites The Dust”, “Crazy Little Thing Called Love”, “Under Pressure”, “Radio Ga Ga”, “I Want to Break Free”, entre otros. La respuesta del público fue tan grande que, como parte de su gira mundial “Magic Tour”, el 12 de julio de 1986 Queen se presentó en el emblemático antiguo estadio de Wembley, en Inglaterra, con un total de 74 mil asistentes, cifra que duplicaron las personas que escucharon el espectáculo desde las afueras del recinto. El “Magic Tour” fue tan poderoso que arrebató el récord que ABBA había obtenido años antes en el mismo lugar.

Después del éxito y la gloria llegó la noticia. En 1985, después de la muerte del actor Rock Hudson, Freddie Mercury comenzó con las sospechas. Hudson se convertía en la primera estrella de Hollywood en morir a causa de la temible pandemia del siglo.

Al revelarse la causa del fallecimiento del actor, enseguida, se reavivaron las especulaciones que pusieron en duda su orientación sexual, pues hasta el fin de milenio, el SIDA/VIH era la enfermedad de las prostitutas, los drogadictos y los homosexuales. Jamás se confirmó si, en efecto, Hudson habría sido amante de Mercury.

Años más tarde, después de la muerte de Freddie, amigos cercanos a la estrella declararon ante medios que escucharon, de la propia voz del cantante, decir que “cualquiera pudo haberle infectado”. Freddie nunca supo con certeza quien lo contagió.

Aunque Freddie Mercury no confirmaba la fatídica noticia, sí declaró que ya no “estaba en edad de brincar y bailar por los escenarios” y además, informó que la presentación de Wembley sería la última del grupo en vivo; a partir de ese momento sólo se concentrarían en grabar en su estudio.

Tras A kind of Magic sólo vivieron dos discos más: The Miracle e Innuendo; el primero descrito como una pieza esperanzadora, pues Freddie Mercury, con pleno conocimiento de la enfermedad que lo aquejaba, mantenía la esperanza de alargar su vida y poder retomar su actividad con la energía de los primeros años, sin embargo, cuando el cuerpo comenzó a deteriorarse y ya no había nada más qué hacer, Freddie entró en una depresión que sólo duro pocos días, pues después se reintegraría al grupo para grabar algunas canciones que escribió durante su etapa de asimilación y preparar su despedida.

Innuendo es una entrega sin sentimentalismos que concluye con el tema “The Show Must Go On”, canción con la que Freddie cerró su vida y desgarró su garganta.

Tan sólo 24 horas después de anunciar mundialmente que tenía SIDA, Freddie murió en su residencia de Londres el 24 de noviembre de 1991.