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“Descartado, que el INE sea garante de las elecciones»

“Descartado, que el INE sea garante de las elecciones»

Manual para votantes, para primerizos y expertos es un libro hecho a cuatro manos: Helguera, caricaturista y quien ilustra, y Fabrizio Mejía Madrid, quien escribe y describe cómo votar es algo más que meter una papeleta en una urna electoral.

A la llegada de Mejía Madrid inicia la conversación. La primera pregunta es si el Instituto Nacional Electoral (INE) tiene la consistencia para sortear de buena manera la próxima elección presidencial.

Helguera responde: “Tenemos una serie de leyes y un aparato electoral que en apariencia sería bastante bueno, pero lo que sabemos es que las leyes no se aplican o se aplican a discreción”.

“En 2012, cuando INE todavía era IFE, Peña Nieto ganó la elección, según las propias cifras del IFE, rebasando 13 veces los topes de campaña… Eso en un país democrático hubiera sido suficiente para anular una elección”.

Y todo indica, apunta, que en estas elecciones (1 de julio) se van a rebasar los topes de campaña, “y van a tirar el dinero”.

“Concuerdo con Helguera —agrega Fabrizio Mejía—. La idea de que el INE es garante de la ley en las elecciones quedó descartada en las del Estado de México. Ellos mismos se hicieron a un lado para no interferir con la compra de votos brutal, el fraude que hubo en Tejupilco, que con ese fraude lograron ganar la elección de Alfredo del Mazo”.

El Tribunal (electoral) dijo que estaba bien que hubiera compra de votos, que estaban bien las tarjetas Monex de la elección de (Enrique) Peña Nieto (en 2012), menciona el escritor; esto, asegura, para comprar 5 millones de votos.

“Creemos que esa situación no va a cambiar, el INE son los mismos”, reafirma, “la posibilidad de que acabemos como Honduras está ahí”. “La única forma de evitar el fraude es que salga el 100% del padrón a votar libremente”.

P. ¿Si el voto no nos beneficia tenemos que respetarlo?

Mejía Madrid: “Es un poco de lo que tratamos en el libro, nuestro único papel en la vida ese día, ese domingo, es ir a depositar el voto; hay ley seca, normalmente, entonces no puedes echarte una chelita, es una especie de obligación que termina cuando depositas tu voto”.

El escritor profundiza: “La ciudadanía es una construcción históricamente mucho más compleja y no solo tiene que ver con que votemos por quien nos gusta o por quien no nos gusta, sino que (se debe) pensar en el proyecto de país que queremos en el futuro”.

“Por eso cuando uno va a votar tiene que saber que no es de gusto, ‘es que me cae gordo, es que está guapo o es mujer’, sino tener una opinión sustentada de lo que va a hacer y de lo que está proponiendo”.

Peña Nieto gana la elección del 2012. Mucha gente votó por él porque era guapo, y “en tres meses hace reformas a la Constitución, deja al país sin petróleo, sin energía eléctrica, sin los fundamentos básicos donde el Estado puede recaudar dinero y empieza un desorden”, relata Mejía Madrid. “Si la gente hubiera meditado su voto, el país no se hubiera visto en esa situación, en la inflación descontrolada que tenemos ahora, en cómo la reforma energética no resultó para beneficio de la gente”.

¿Qué se siente vivir en un país democrático?

Helguera: “Yo personalmente no sé qué se siente esa experiencia. Yo voté por primera vez en 88, y todos sabemos qué pasó en esa elección del 88; después vino la del 94, hablando mal de elecciones presidenciales, que eso fue catastrófico, fue cuando asesinaron a (Luis Donaldo) Colosio (candidato del PRI, y luego (el entonces presidente Carlos) Salinas puso a (Ernesto) Zedillo”.

Helguera narra que para esa elección de 1994 se utilizó una campaña de miedo, “que para mí eso ya deslegitima una elección”. Y en su momento, comenta, Zedillo aceptó que su campaña fue “inequitativa”.

“Y luego vino la de (Vicente) Fox, que en apariencia fue limpia, pero también hay una sospecha ahí de manipulación, porque se dice que hubo una ruptura en el PRI, y que Zedillo no quiso utilizar el fraude para permitir que ganara (el panista) Fox y que no llegara (el priísta Francisco) Labastida; en fin, la neta hay una manipulación ahí, se habla de ella como una elección ejemplar, pero tampoco lo fue”, reflexiona Helguera.

Luego vino la de 2006, que para el monero fue algo catastrófico: “Muchos dicen que ahí el fraude no está probado, pero de hecho está más probado que el del 88. Hay muchas evidencias del fraude, por cierto, operado por Elba Esther Gordillo. Estamos muy lejos de esa democracia a la que algunos articulistas, bastante complacientes, le suelen cantar loas”.

Para Helguera, tenemos una larga historia de fraudes en el país. En el tema Fabrizio Mejía interviene: “La medida fue en el Estado de México (en la elección para gobernador en 2017); ellos dejaron que Morena creciera, calcularon cuánto necesitaban y en Tejupilco tomaron prácticamente las casillas, de hecho hubo balazos”.

Mejía Madrid explica que el fraude se puede dar de muchas formas: en las urnas, de manera cibernética, rebasando los topes de campaña y “meter miedo a los electores”.

Para él puede haber brotes de violencia, como los vistos en Coyoacán en un evento político de Claudia Sheinbaum, “con lo que pasó con el PRD”.

Helguera dice: “lo que pasa es que no es tan sencillo, el fraude electoral es carísimo, cuesta mucho hacerlo, y tiene un margen limitado, es decir, es que (el precandidato presidencial de Morena, Andrés Manuel) López Obrador, estamos hablando de febrero, tendría una diferencia mínimo de 10 puntos sobre (el precandidato presidencial panista Ricardo) Anaya y mucho más sobre (el precandidato del PRI, José Antonio) Meade; un fraude de 10 puntos es casi imposible, tienen que bajarlo (a AMLO) de ahí para poder hacerle un fraude”.

El caricaturista prefigura cómo actuarán los partidos políticos adversarios de López Obrador: “Ya sabemos qué van a hacer, pues es la guerra sucia y ya la han estado dando, que si (Hugo) Chávez, que si Venezuela, que si los rusos, y todo lo que se les ocurra de aquí al día de la elección, porque para eso si tienen una imaginación, para gobernar no son muy imaginativos pero para eso sí, y si no, pueden contratan asesores extranjeros”. Helguera menciona entre ellos a J. J. Rendón, consultor político venezolano que dijo estar a la caza de López Obrador y dispuesto hacer todo lo posible para impedir que llegue a la Presidencia de México.

¿Habrá opciones de izquierda en estas elecciones?

“Lo decimos un poco en el libro: en la boleta federal de este año no habrá opción de izquierda. En la boleta del DF sí habrá, no sé si Toño (Helguera) esté de acuerdo conmigo. Creo que el corrimiento de Andrés Manuel hacia el centro es porque a los que votamos por él, yo he votado dos veces por él, nos da por sentados, y tiene razón, es la única salida para el país “, señala Mejía Madrid. “Está buscando votos en el centro-derecha, y por eso acabó haciendo coalición con los evangélicos, un menjurje ahí que yo he criticado mucho, porque si bien le podría representar votos en Baja California, en Morelos, en Puebla, le podría restar votos en lugares como el DF”.

“El problema es qué tipo de Estado nos va a proponer y cómo vamos a poder participar o no, creo que eso es lo fundamental”, explica Mejía Madrid.

El escritor compara el sistema de elecciones de México con el de otros países, como en Francia, donde existe una “segunda vuelta”. Para evitar que “gane la ultraderecha, y tienen que acabar votando por el centro”. Para el escritor tal vez los ‘influencers’ tienen un poco la culpa: “Parece que todo es ‘like’ o ‘dislike’, y no, en realidad cuando eliges tienes que tener una opinión fundamentada y alguna razón, no sólo una cuestión de gusto”.

Helguera agrega que este tipo de caminos que se bifurcan pueden ver también con el sistema económico: “Yo creo que hay una trampa aquí, el neoliberalismo triunfó no sólo como modelo económico, sino culturalmente también, iba a decir como ideología pero ni siquiera sé si es una ideología”.

El monero analiza: el neoliberalismo es tomado como algo natural, cualquiera que se oponga a él es “un loco como Chávez, estás demente, eres un mesiánico, recibes financiamiento de los rusos, vas a destruir todo, quieres destruir el equilibrio de la macroeconomía”.

“Para tener posibilidades de triunfar en la elección en México ahorita, tienes que correrte hacia la derecha”, describe Helguera, “ese corrimiento de López Obrador no me gusta nada, aunque entiendo por qué lo hace”. Esto, dice, representa un riesgo, pues considera que AMLO es seguido verdaderamente por gente de las poblaciones más desprotegidas: “Espero que no traicione esa base social, sería imperdonable”.

En cuanto a qué pasaría si López Obrador llegara a la presidencia, Mejía Madrid opina que el morenista se consumirá “arreglando” lo que el PRI descompuso: “Quiere arreglar la reforma energética, la educativa, la de telecomunicaciones, etcétera, eso lo consumirá en tratar de arreglarlo, no creo que le alcance el tiempo”. Para el escritor, el candidato de Morena no hará más de lo que Lula hizo en Brasil.

Mejía Madrid vaticina que es probable que si López Obrador llega a la presidencia la Ciudad de México tendrá más transformaciones que otras partes del territorio nacional: “Pero aún así Claudia Sheinbaum va a consumir buena parte de su tiempo resolviendo el problema inmobiliario, la no privatización del agua y los problemas ambientales y de movilidad de la ciudad”.

”El PRI está quebrado”

“Meade no puede ser el candidato del PRI, y el candidato del PRI va a ser Anaya, creo que eso va a ser interesante. El cascarón que es Meade (lo pronuncia como se lee) no genera nada; es decir, cuando iniciaron las precampañas ya estaba sacando toda la carne al asador, ya estaba hablando mal de los demás, sacó a la esposa, es lo que se saca al final, evidentemente no tiene base.

Y Anaya, que hasta la fecha no sabemos quién es, no da entrevistas y sólo contesta cuando hay un problema, no tiene una carrera política más que adentro de su propio partido”, apunta Mejía Madrid.

Para él, Anaya es un tipo “hermético”: “Votar por él es votar a ciegas, en realidad ese voto por Anaya sería un voto contra Andrés Manuel”.

Helguera relata que el PRI era monolítico hasta que hubo una ruptura en 1982, cuando los tecnócratas neoliberales formados en el Banco de México llegaron al poder: “Pero esa ruptura se mantiene y se manifiesta en el 94 con el asesinato de Colosio y la imposición de Zedillo, y se hace más evidente en el 2000, cuando el PRI de plano rompe con Zedillo y no le permite elegir al candidato neoliberal, así que tiene que poner a Labastida, que no es su candidato, no era el candidato de nadie”,

Para el caricaturista, esa ruptura permanece hasta el 2006 con Calderón, “(Roberto) Madrazo intenta tomar el control del PRI, se pelea con Elba Esther (Gordillo,dirigente magisterial entonces) y no logra nada; el gran mérito de Peña Nieto es que reunifica al PRI en 2012; reunificó al PRI dinosáurico y al PRI neoliberal, porque él es una mezcla de los dos, es un hijo del grupo de Atlacomulco, pero también está muy vinculado al neoliberalismo a través de Luis Videgaray (actual canciller) y por eso gana en 2012, por unificar todo el viejo aparato”.

Helguera describe que Peña Nieto repartió el poder entre tecnócratas y el viejo PRI, lo que ahora provocó una ruptura dentro del partido: “Si optaba por Miguel Ángel Osorio Chong (ex secretario de Gobernación) tenía que romper con los otros, entonces al optar por Meade rompe otra vez al PRI, volvió a aparecer la misma ruptura del 82, y cuando el PRI está roto pierde”, asegura.

La imagen del tecnócrata está gastada y condenada al fracaso, enfatiza el caricaturista: “Eso de que (Meade) tiene 20 mil doctorados y maestría y ocupó 80 secretarías de Estado y eso ya no vende”.

Para Helguera, la única opción válida para continuar el neoliberalismo es Anaya, pues ve a Margarita Zavala demasiado debilitada para ser competitiva: “Pero tampoco es tan fácil porque Anaya traiciona, van a pactar con él y los va a traicionar”.

Para el dibujante, el único que tiene sus propuestas claras es Andrés Manuel, pues ya se conoce su gabinete y su plan de gobierno: “Ya hay propuestas de seguridad, el asunto de las universidades, el asunto de la infraestructura, el asunto de la refinería, del aeropuerto, son cosas que ya podemos ir viendo y decir sí estamos de acuerdo o no”. El monero se pregunta quiénes estarían en el gabinete de Anaya y Meade.

Fabrizio Mejía finaliza con una reflexión sobre Meade. Critica el hecho de que se le vea como un buen candidato por haber servido en gobiernos panistas y priístas: “Eso es una complicidad”.

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