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¿Cuáles son las diferencias entre la «verdad histórica» de Ayotzinapa y las conclusiones preliminares de la CoVAJ?

Foto: Cuartoscuro

El subsecretario de Migración y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, aseguró el pasado jueves que las conclusiones preliminares de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa no tienen nada que ver con la «Verdad histórica» difundida inicialmente por el exprocurador general de la República, Jesús Murillo Karam, y el extitular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón.

Tras darse a conocer que los 43 estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa estarían muertos, algunos políticos y analistas sugirieron que el esfuerzo del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quedó en los mismos términos que lo dado a conocer por Enrique Peña Nieto. Sin embargo, la respuesta contra esa aparente confusión parece estar en las últimas páginas del Informe de la Presidencia de la CoVAJ del Caso Ayotzinapa, pues hay un comparativo entre la «Verdad histórica» y la información actual.

La captura de los estudiantes de Ayotzinapa

En primer lugar, resalta que la «Verdad histórica» afirmaba que los estudiantes iban a boicotear el informe de labores de María de los Ángeles Pineda Villa, entonces presidenta del DIF y esposa del presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez. En tanto, el grupo actual confirmó que los estudiantes iban a tomar autobuses para trasladarse a Ciudad de México el 2 de octubre de 2014.

El segundo punto abordado es uno de los pocos que parecen coincidir entre los dos relatos oficiales, pues actualmente también se sostiene que los normalistas fueron atacados y detenidos sobre la vialidad Juan N. Álvarez y frente al Palacio de Justicia de Iguala.

Pero la versión de Murillo Karam sostenía que todos los alumnos detenidos fueron llevados a la comandancia de Iguala; en tanto, los nuevos datos arrojaron que los estudiantes que terminaron en esa comandancia fueron los que iban a bordo del autobús 1568 cuando circulaban sobre Juan N. Álvarez; en tanto, los que fueron arrestados enfrente del Palacio de Justicia y viajaban en el autobús 1531 fueron arrestados también policías de Huitzuco.

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En la relatoría de hechos al interior del informe se detalla que a estos últimos se les forzó a bajar del autobús con gas lacrimógeno entre las 10:00 p.m y las 10:30 p.m.. Una vez que descendieron fueron «golpeados, sometidos y subidos a patrullas por elementos de la Policía de Iguala»; fue alrededor de las 10:30 p.m. que el grupo de policías de Huitzuco llegó al Palacio de Justicia, mientras que el conductor del autobús escuchó que uno de ellos insinuar que los que ya no cabían en las primeras patrullas serían ingresados a los vehículos donde se estaban trasladando otros elementos que arribarían desde Huitzuco.

Cabe destacar que Alejandro Encinas fue muy enfático ante los medios de comunicación al decir que se había comprobado que los 43 jóvenes nunca habían vuelto a estar juntos luego de arribar a la terminal de autobuses de Iguala.

De acuerdo con la CoVAJ, la intención inicial del aprisionamiento de los jóvenes era darles una «chinga» pues la persona identificada como «A1» no quería que hubiera disturbios. En tanto, también buscaba recuperar el «material», mismo que aparentemente venía en uno de los autobuses donde viajaban.

La entrega de los normalistas al crimen organizado

La versión contada por el gobierno de Enrique Peña Nieto estableció que los alumnos fueron sustraidos de la Comandancia de Iguala por policías municipales de Iguala y Cocula, quienes los entregarían en Loma de Coyotes a miembros de Guerreros Unidos. Al respecto, detallaron que la primera entrega había sido de 4 personas, incluida una muerta, en una camioneta estaquitas, mientras que un segundo viaje se hizo para transportar de 35 a 40 personas en una camioneta de 3.5 toneladas propiedad de «El Gil», uno de los líderes del grupo criminal mencionado.

Pero en ello no coincide el gobierno actual. De acuerdo con las investigaciones, los estudiantes llevados a Loma de Coyotes fueron los del camión 1568, con el fin de entregarlos a miembros de Guerreros Unidos. En tanto, los del camión 1531 fueron divididos: quienes fueron arrestados por la Policía de Iguala fueron llevados a Loma de Coyotes, mientras que los detenidos por la Policía de Huitzuco fueron trasladados a ese municipio.

Adicionalmente, la CoVAJ resalta que una mujer, a quien identifica como «Karla», testificó que a ella se le pidió tomar fotografías a todos los estudiantes, pues creían que entre ellos había integrantes del grupo de Los Rojos. Según bajo la actual indagatoria, tres estudiantes resultaron de interés para «El Cochiloco» y «El Chilango», superiores de la testigo.

“Me los chingan a todos”: la muerte de los normalistas de Ayotzinapa

Una de las partes icónicas de la «verdad histórica» fue que «El Gil» ordenó al “Cepillo” , a través del «Fercho» , identificado como encargado de los sicarios de Guerreros Unidos, desaparecer a los estudiantes. En tanto, afirmaban que los integrantes de este grupo incineraron a los 43 estudiantes en el basurero de Cocula y finalmente sus restos fueron colocados en bolsas negras que arrojaron al río San Juan.

En contraste, en las conclusiones de la CoVAJ se habla de que el «A1» dio la orden de recuperar la mercancía y pronunció: «me chingan a todos a discreción». Según la hipótesis que han formulado, este actor solicitó ello porque no sabía quién era quién entre los estudiantes y la «plaza» se estaba «calentando». «Mátalos a todos, Iguala es mío», escribió según cita el documento oficial.

Sobre su muerte establecieron que se identificó al sicario Eduardo N, alias «El Chucky» como el que mató y torturó al estudiante Julio César Mondragón, «El Chilango» pero que no tenía instrucciones de ello. El informe asevera que las instrucciones originales eran quemar a los estudiantes, pero que al ser muchos decidieron repartírselos.

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Para ello recurrieron a “El Chucky”, quien les “metió machete” y los comenzaron a meter en bolsas para que cada grupo se deshiciera de ellos como quisiera. En tanto, al momento se desconoce cómo ejecutaron al grupo de estudiantes que fue llevado a Huitzuco.

La versión del Comité investigador no termina su versión de los hechos con la muerte de estos, sino que agrega que el día en que sucedieron (26 y 27 de septiembre) seis estudiantes permanecían vivos y estaban retenidos en «La Bodega Vieja»; sin embargo, el 30 de septiembre «El Coronel» dijo que «ellos» se encargarían de limpiar todo y que ya se habían encargado de los normalistas que quedaban con vida. Contrario a la existencia de una única ubicación donde fueron arrojados, el documento presentado por Alejandro Encinas dice que:

-“El Chino» arrojó sus paquetes al Río Balsas
-«La Gorda» los llevó al pozo de Pueblo Viejo por apoyo de «El Cuca» y «El Feo».
– A «El Moreno» se le pidió que «cocinara» a 10 estudiantes, pero por falta de material solamente cocinó a 5 y los demás restos se los mandó a «El Chuky»
-Aún sin identificar, alguien trasladó otros restos de estudiantes a la Casa de Huitzuco
– «El Chino» comentó que aventaron gente «hasta en la mina de los patrones”.

La orden de Tomás Zerón y los «asesores de México» que llegaron a “limpiar”

La última diferencia destacada en el informe del Caso Ayotzinapa es la presunta participación de personas de Ciudad de México, incluidas Tomás Zerón, En primer lugar, se menciona que posteriormente al asesinato de los estudiantes normalistas hubo una reunión entre Jose Luis Abarca y «los asesores de México» para que estos últimos «pudieran limpiar».

Según se destaca a partir de mensajes citados, buscaron borrar la evidencia y moverían los restos de los jóvenes para que no fueran encontrados. «Los licenciados y la gente de México ya tiene el circo armado», se lee en una de las citas. Junto a ese, otro cuenta que Tomás Zerón era el que andaba mandando a limpiar todo «el caso de los chicharrones» y un último cita que secuestraron a un ingeniero en Chilpancingo, Guerrero para ir a desenterrar los cuerpos y llevarlos al 27 Batallón, Al Rancho del Cura, Lomas de Coyote y La Mina, pero que los iban a estar moviendo si era necesario.

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