El “dúo perfecto” que implementó el código QR para los restaurantes

El miércoles iniciaron su reapertura los restaurantes de la Ciudad de México, luego de que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, avalara esta disposición, porque “ya nos encontramos en el semáforo naranja,” dijo. Entre los protocolos obligatorios que deben seguir los restaurantes está el de brindar la carta del menú desechable o implementar el código QR para que los clientes lo bajen a su dispositivo móvil y desde ahí puedan leer el menú.

Esta herramienta es de suma utilidad e importancia en la “nueva normalidad” para conservar tanto la sana distancia como evitar el contacto directo con las cartas tradicionales.

Esta idea fue replicada por dos jóvenes mexicanos emprendedores, con amor por la tecnología. Iñigo Zepeda Ceballos, estudiante de la carrera de ingeniería en tecnología computacionales y por Diego Zepeda Ceballos, de 18 años, estudiante de preparatoria.

“Es como un sentimiento muy padre estar creando una empresa; se siente bien cuando ya tienes algún cliente, es una sensación de satisfacción que lograste algo y que a la gente le está gustando”, dijo entusiasta Iñigo.

Comentan que viendo la televisión en su casa escucharon una noticia sobre España en donde se estaban implementando los códigos QR cuando se reabrieron los negocios de comida y restaurantes en ese país “de ahí se nos ocurrió que nosotros también podríamos hacer algo así porque en México esto casi no se ve”.

Iñigo cuenta que desde los 15 años aprendió a usar Photoshop y practicó el diseño gráfico, así que dijimos “pues yo hago los posters y diseño la página y mi hermano la programa. Somos un dúo perfecto”. Y se pusieron a trabajar.

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Diego aclara que como los dos contaban con preparación previa y suficiente para realizar este proyecto, el hacer menús digitales para restaurantes no es complicado; sin embargo, cuentan, sí lleva tiempo porque es bastante laborioso.

El nombre Qarta Online surgió a partir de mucha ideas, en las cuales combinaban las palabras Digital, Online y Carta. “Nos sonó muy atractivo Qarta Online y a Carta le cambiamos con Q para hacer referencia a los códigos QR”.

Aparte de la digitalización, ofrecen, dicen ambos, seguridad y confianza porque los clientes tienen contacto directo con ellos, no hay intermediarios. “Nosotros cumplimos con lo que nos comprometemos; sentimos que esa es la gran diferencia que hace que haya confianza”.

Al principio –comenta Iñigo– pensamos en cobrar la herramienta en 500 pesos mensuales, pero nos detuvimos a reflexionar sobre la situación que se está viviendo en el país y decidimos ofrecer nuestro trabajo por casi la mitad de precio.

Durante el transcurso de ir buscando posibles clientes, y de explicar el proyecto, pudieron constatar el gran daño económico que están sufriendo muchos negocios, “hay quienes ganaban cierta cantidad en un día y ahora ganan lo mismo pero en una semana, la pandemia le ha pegado a todos, pero a los restaurantes un poco más”.

Los jóvenes emprendedores ofrecen planes distintos que se adecuan a las necesidades de cada establecimiento de comida. Cuando el cliente tiene claro cómo desea el diseño de su menú digital así lo pide, pero hay muchos que no saben y es ahí que ellos les ofrecen propuestas.

La forma de contacto entre el cliente y el restaurante puede ser vía telefónica o mediante mensajes en WhatsApp. Publican la información que cada restaurante quiere y necesite. Asimismo, los clientes tienen lo necesario para pedir su menú, incluso a través de Uber Eats y Rappi.

Sobre sus metas a corto plazo está el de ayudar al mayor número de negocios porque les satisface que sus clientes notan su trabajo y su responsabilidad social. Explican que para que todos los comensales tengan acceso al menú, en caso de no tener lector de códigos QR en su celular, se puede encontrar una liga que direcciona a la carta digital.

Ambos coincidieron que todos aquellos que tienen un sueño pueden hacerlo realidad si le dedican el 100% de esfuerzo, “en internet ya se puede encontrar de todo, apoyarse de donde sea que puedan encontrar información” y aventurarse.

“Uno debe trabajar muchísimo, no es solamente tener una idea y significa que ya va a surgir, uno debe de estar trabajando en ella”, concluyeron.

Los emprendedores Iñigo y Diego se ven a corto y largo plazo trabajando juntos en este y nuevos proyectos, siempre dando lo mejor de sí y que el cliente quede contento con su trabajo.

“En un futuro yo me veo trabajando con mi hermano, siento que él y yo hacemos un gran equipo”, señaló Diego, quien también asegura que el país necesita más emprendedores no solo en el ámbito que nosotros desarrollamos, sino en todos los demás, por ejemplo el político.

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