Toman catalanes las calles de Barcelona; piden mano dura contra independentistas

Las revueltas no cesan en España y a sólo dos días de la Declaratoria Unilateral de Independencia en Cataluña, este domingo miles de personas marcharon en contra de la secesión de la región.

En el Paseo de la Gracia, en la capital catalana, se escucharon las voces de quienes gritaban «¡Todos somos Cataluña!», pugna acompañada por miles de banderas españolas y catalanas que ondeaban por las calles.

Entre los manifestantes se calcularon tres cifras: 300 mil, según la policía local; 1 millón, según el gobierno español; y 1.1 millones, de acuerdo con la información de los organizadores, la asociación Sociedad Civil Catalana (SCC).

Álex Ramos, vicepresidente del SCC, señaló: «Ha sido una locura que ha llevado al precipicio», esto, en referencia a la Declaratoria de Independencia en Cataluña y la que ninguna nación ha reconocido.

La secesión de la región es un momento «tremendamente difícil y peligroso», expresó el ex presidente del Parlamento europeo, Josep Borrell, pues Cataluña posee su propio idioma pero tiene muchos habitantes provenientes de otras regiones del país, por lo que las opiniones están divididas en partes iguales.

Tras la destitución de Puigdemont como presidente catalán, muchos en las calles de Barcelona gritaban «¡Puigdemont a prisión, Puigdemont a prisión!», mientras que otros exigieron al gobierno central más mano dura para reprimir a los independentistas.

Los puntos de vista se contraponen, pues también hay quienes reconocen a Puigdemont como su presidente, tal es el caso de Marta Gimeno, una ilustradora, quien asegura es»válida y útil» la Declaratoria Unilateral de Independencia.

De acuerdo con la acción ejecutada por el gobierno español, la vicepresidenta del ejecutivo, Soraya Sáenz ya asumió las funciones del gobierno regional, de igual forma el Parlamento ha quedado disuelto hasta que se lleven a cabo las elecciones convocadas por Mariano Rajoy, el 21 de diciembre.

Pese a esto, los independentistas no sueltan prenda, pues desconocen a Sáenz y continúan asumiendo a Carles Puigdemont como único representante de gobierno en Cataluña.

«No podemos reconocer el golpe de Estado contra Cataluña, ni ninguna de las decisiones antidemocráticas que está adoptando el Partido Popular con control remoto desde Madrid», añadió el vicepresidente catalán, Oriol Junqueras.

Mañana será crucial, pues muy probablemente los funcionarios destituidos del Parlament disuelto intentarán ocupar sus cargos de trabajo, además, se espera que la fiscalía inicie un proceso contra Puigdemont por rebelión, delito penado hasta con 30 años de prisión.

Pese a esto, el gobierno español sabe y considera la probabilidad de que Puigdemont se presente en las elecciones convocadas para Cataluña en diciembre.

De acuerdo con una encuesta publicada hoy por El Mundo, los independentistas perderían en elecciones la mayoria absoluta que obtuvieron en septiembre de 2015.

Con información de AFP