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Cultura

Quebec muestra el poder de su cine en México

Combat au bout de la nuit (Combate hasta el final de la noche)
Foto: José Juan de Ávila

El cine de la región canadiense de Quebec vuelve a Ciudad de México, con diez películas y seis realizadores invitados a la muestra, que incluye el documental de cuatro horas y media Combat au bout de la nuit (Combate hasta el final de la noche), de Sylvain L’Esperance.

Nelson Carro, director de Programación de Cineteca Nacional, sede de las cuatro ediciones de Quebecine, comentó justo que los quebequenses “echaron la casa por la ventana”, al invitar no sólo a L’Esperance, quien además participará en la Cátedra Bergman en la UNAM con Céline Baril, sino a otros cuatro jóvenes realizadores más con largometrajes.

La muestra comienza el jueves 15 de febrero con Claire l’hiver (Claire en invierno, 2017), el debut en cine de ficción de la joven documentalista Sophie Bédard Marcotte, quien en conferencia de prensa se refirió a su película como una apuesta independiente que partió de su propia experiencia generacional, pero jugando con ella como actriz y alter ego.

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La joven directora, con influencia de la belga Chantal Akerman, entrelaza animaciones, cámara subjetiva y toma largas, para contar “las dificultades de una fotógrafa ante la incertidumbre del futuro y la amenaza de que una nave espacial choque con la Tierra”.

Termina el domingo 25 de febrero con la proyección de Chuck, de Philippe Falardeau, y el esperado documental de L’Esperance.

Respecto a Combat au bout de la nuit, Jean-Sebastien Durocher, director de Quebecine, destacó la posibilidad de traer a México este documental en el que L’Esperance exhibe la crisis económica, política y social que impera en Grecia, tras filmar ahí durante varios años.

Con un enfoque observacional, la película tiene un espíritu poético y combativo que sigue de cerca a atenienses nativos, refugiados sirios y afganos, mujeres de limpieza y estibadores desempleados, médicos voluntarios y personas sin hogar, cuyas historias establecen conexiones de solidaridad inesperadas”, señalan los organizadores de la muestra fílmica.

La obra de 285 minutos de duración será la única con tres funciones (el resto de las películas del ciclo sólo se presentarán dos): los domingos 18 y 25 y el martes 20. El director sostendrá una charla con el crítico Carlos Bonfil en el contexto de la Cátedra Bergman, sobre el tema El documental como expresión artística en el nuevo orden mundial.

Céline Baril, directora de 24 Davids, un documental que grabó en tres continentes para buscar a 24 hombres con el nombre David, se presentará también en la Cátedra Bergman con la periodista de cine Fernanda Solórzano. Su película muestra a Davides de diferentes edades, nacionalidades y profesiones, desde cosmólogos hasta recicladores, que con sus ideas y acciones transformaron su entorno. Sin duda, otra de las cartas fuertes del ciclo.

Las otras cintas a exhibirse son Manoir (Mansión, 2015), de Martin Fournier y Pier-Luc Latulippe, un retrato de un hospital siquiátrico de Saint-Hyacinthe, en Quebec; Les affamés (Los hambrientos, 2017), quinto largometraje de Robin Aubert, un respiro al subgénero apocalíptico desgastado de las películas de zombies estadounidenses, con dosis de poesía. Esta cinta ganó el premio al mejor largometraje canadiense en el Festival Internacional de Cine de Toronto.

También Les faux tatouages (Los tatuajes falsos, 2017), ópera prima de Pascal Plante, sobre la relación de dos jóvenes amantes del punk; el documental Sur la lune de nickel (Sobre la luna de níquel, 2016), coproducción Canadá-Rusia dirigida por Francois Jacob, ambientada en la contaminada ciudad minera de Norilsk, en Siberia. Finalmente, Les arts de la parole (Las artes de la palabra, 2016), de Olivier Godin, sobre un policía que enseña poesía a una brigada de colegas poetas y que busca una Biblia firmada por Pierre Maheu, capitán de un mítico barco abandonado en el río Batiscan, en Quebec; y We’re Still Together (Seguimos juntos, 2016), de Jesse Klein, una buddy comedy entre un adolescente con sobrepeso y padre soltero maniaco, que pasan una noche juntos recorriendo Montreal.

En la edición pasada de Quebecine, tres buenas películas permanecieron varias semanas en la cartelera de la Cineteca, después del ciclo: Montreal la blanca, de Bachir Bensaddek; Invierno prematuro, de Michael Rowe, y Mis noches harán eco, de Sophie Goyette.

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