Protestas no evitan demolición del Colegio Rébsamen

Las protestas de padres de las víctimas no lograron frenar la demolición del Colegio Enrique Rébsamen, en donde murieron 17 niños durante el sismo del 19 de septiembre.

Afuera de lo que queda del inmueble hay cerca de 50 trabajadores de la Secretaría de Obras del gobierno de la Ciudad de México; también hay peritos de la Procuraduría General de Justicia de la capital para vigilar que durante la demolición «no se destruya» ninguna evidencia que pueda comprometer el caso.

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«Por mandato judicial y con el acompañamiento de peritos y padres de familia, hoy inician los trabajos de demolición en el Colegio Enrique Rébsamen», explicó la Secretaría de Obras.

Las autoridades capitalinas afirmaron que la demolición tardarán de un mes y medio a dos; durante ese tiempo la calle Rancho Tamboreo de la colonia Nueva Oriental estará cerrada.

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Vecinos cercanos protestaron a las autoridades, ya que «nunca se les avisó» de la demolición y aún así el gobierno de la ciudad «obstruye» la circulación de las calles cercanas.

Solo se removerán la parte destruida del Rébsamen, es decir, los pisos que literalmente se partieron al ser colapsados por un «pethouse» que partió un piso tras otro y que acabó con la vida de niños y adultos.

Por mandato judicial y con el acompañamiento de peritos y padres de familia, hoy inician los trabajos de demolición en el Colegio Enrique Rébsamen. pic.twitter.com/S2uceCwYPJ

— Secretaría de Obras y Servicios CDMX (@SOBSECDMX) August 20, 2018