Connect with us

Nación

Morena debe “guardar sana distancia” de AMLO: Bertha Luján

Foto: Francisco Mendoza

La polarización social que ubica a unos como “fifís” y a otros como “chairos” es parte de la lucha de clases que hay en México, donde cada uno defiende sus intereses. Por un lado, los privilegios, y por el otro, el derecho a una vida digna, considera Bertha Luján Uranga, aspirante a la dirigencia nacional de Morena. 

En entrevista, Luján Uranga acepta que las medidas para enfrentar el problema migratorio no son muy de izquierda, pero que se tomaron a partir de una realidad que los tenía amarrados y sin margen. “No podemos desconocer la relación de subordinación que tenemos a Estados Unidos, sobre todo en materia económica y geopolítica”. 

Ubicada como una de las mujeres del círculo más cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, a la presidenta del Consejo Nacional de Morena le da risa que la consideren parte de la nomenklatura y descarta que sus lazos afectivos le den ventaja en la disputa por la dirigencia del partido. 

Bertha Luján reconoce que el lopezobradorismo es más amplio que el morenismo y puede impactar electoralmente el hecho de que Andrés Manuel López Obrador no esté más en las boletas; pero confía en que el gobierno sentará las bases de lo que llaman Cuarta Transformación para que Morena se mantenga como la alternativa política en 2024. 

—¿En qué condiciones se encuentra Morena?

Es la fuerza política de izquierda más importante en el país. Este avance fenomenal que dimos con los triunfos de 2018, que no sólo incluyeron la Presidencia de la República, sino la mayoría en el Congreso federal, la mayoría de 19 Congresos locales, gobernar más de 300 municipios en el país, nos coloca como la principal fuerza político-electoral, pero también como la principal fuerza de oposición. 

Tenemos 3 millones 100 mil afiliados y por lo menos el doble quiere ingresar como afiliado, afiliada a nuestro partido. Seguimos diciendo es un partido-movimiento o un partido en movimiento. 

Internamente necesitamos un proceso de reorganización y la oportunidad la tenemos con el proceso de elección interna de los próximos meses; nos va a permitir recuperar la estructura que el Estatuto plantea para Morena. Vamos a reconstruir por ejemplo las asambleas y comités municipales, a los comités de protagonistas del cambio verdadero, y nos va a permitir rehacer las estructuras estatales y la nacional, porque un sinnúmero de personas de Morena se fueron a los espacios de gobiernos, como diputados, diputadas, senadores, entonces se vaciaron las estructuras, tenemos una tercera parte cubierta y el proceso electoral nos va a dar la oportunidad de recuperar la organización, la organicidad, la institucionalidad. 

—¿Qué necesita modificar Morena con miras al 2021?

Abrir espacios de diálogo, de discusión sobre el Morena que queremos construir, retomar el origen del porqué nos organizamos y entonces retomar objetivos, metas, el sentido de la política que está impreso en la Declaración de Principios, programa de lucha de Morena. 

Este ejercicio nos va a ubicar muy bien en el momento en que estamos y lo que requiere el país de nosotros. 

—¿Se alejó Morena?

No necesariamente, lo que pasa es que los dos años anteriores estuvimos como organizados totalmente en torno a ganar la elección. Queríamos ganar las elecciones porque queremos transformar el país desde arriba y desde abajo, entonces en Morena debemos retomar esta misión, de construir la transformación desde abajo y para esto necesitamos organizarnos para organizar. 

Foto: Francisco Mendoza

Hay un lema que es dirección, es perspectiva: el pueblo sólo puede salvar al pueblo, sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación. Esto tiene que ver con organización desde abajo, Morena está llamado a impulsar, a fortalecer esta organización social que necesita la Cuarta Transformación. 

—¿Morena es partido de un solo hombre?

No, indudablemente que no, en Morena hay miles de personas que vienen de diferentes luchas, tenemos cientos de compañeros líderes del sindicalismo independiente, de las luchas campesinas, de movimientos políticos que estuvieron siempre en la oposición, de intelectuales, académicos, mujeres en lucha; Morena es toda esta gente. Que el licenciado López Obrador sea el líder de este movimiento no quiere decir que sea el único líder, el único político importante en Morena; claro que tiene una importancia histórica su liderazgo pero tenemos mucha gente que tiene cualidades de liderazgo, guerreros y guerreras y eso es Morena. 

Te puede interesar: “Morena, un partido sordo, ciego y mudo”: Alejandro Rojas

—¿Su cercanía con López Obrador le da alguna ventaja en esta renovación de la dirigencia de Morena?

Ninguna. Soy cercana como otras personas que también han comentado que pueden participar en la contienda, no hay diferencia entre unos y otros. Si hablamos de cercanía, los que se han presentado públicamente como contendientes son igualmente cercanos. 

—Sin López Obrador en las boletas electorales, ¿Morena pierde fuerza?

Puede perder fuerza, ese es un reto, un gran reto, sabemos que el obradorismo es más amplio que el morenismo y también otro reto de Morena es lograr que en el 2024, cuando no aparezca él en la boleta, podamos lograr triunfar de nuevo. 

Creo que hay condiciones para ello, estas condiciones se están creando a partir de este gobierno, que va a hacer su tarea, va a iniciar y poner los cimientos de la Cuarta Transformación y esto va a ser un elemento muy importante para que la ciudadanía compruebe que Morena es la alternativa y que los gobiernos surgidos de Morena, principalmente el de Andrés Manuel López Obrador, son la transformación y el cambio. 

—¿Cuál debe ser el papel de Morena frente al poder presidencial?

El de guardar una sana distancia, entender que el gobierno gobierna para todos y todas y que Morena representa una fuerza política determinada que coincide con el gobierno federal en el programa, plan de trabajo, las políticas de cambio, pero que tiene su propia razón de ser, sus reglas, las que marca tanto la legislación electoral como el mismo Estatuto de Morena. 

—¿Cuál debe ser el papel de Morena frente eventos como el de Baja California, las acusaciones de nepotismo de Veracruz?

Debe ser conciencia crítica, espacio de discusión y diálogo, donde encontramos diferencias, distintos puntos de vista sobre un mismo hecho. La obligación de Morena es abrir esa discusión, diálogo, reflexión y llegar a conclusiones, tratar de llegar a acuerdos por esa vía, no voltear la cara y decir esto no existe, todo lo contrario dar la cara y si tenemos diferencias las discutimos abiertamente frente a la gente y que los argumentos se pongan en la mesa. 

Foto: Francisco Mendoza

—Hasta el momento hemos visto que Morena le aplaude al Presidente y a sus legisladores, igual que lo hacían priistas, panistas. ¿Es la única forma de actuar del partido gobernante?

No, claro que no, creo que no es así, también hay voces críticas pero que no se escuchan y no se ven tanto pero están. Frente a la situación que prevalece en Baja California, del Congreso local de aumentar de 2 a 5 años el periodo de gobierno, hay diferentes voces de diputados y senadores; Porfirio Muñoz Ledo ha sido muy claro en una posición divergente no sólo sobre ese punto, sino sobre otras cuestiones también. 

Hay compañeros en diferentes estados (que) tienen sus diferentes posiciones, no es el partido de la visión única, ni del discurso único, no es así, lo digo porque conozco a Morena y las distintas expresiones. 

—El Presidente tiene que entrarle a todas, el gabinete está apaciguado?

No está apaciguado, a cada uno le toca lo que tiene que hacer, cada uno habla de sus programas, resultados, tiene opiniones sobre tareas, hay un vocero único en el gobierno federal porque esa es la estrategia, pero hay toda la libertad por parte del resto del gobierno de hablar y salir. 

—¿No hay un desgaste de la figura presidencial con esa estrategia?

Lo que pasa es que se está demostrando que hay forma diferente de gobernar y esto tiene que ver con la rendición de cuentas y la información permanente sobre lo que el gobierno hace, o no hace, por qué lo hace. El hecho de que el Presidente esté dando la cara a los medios para llegar a la población, para rendir cuentas, creo que el Presidente utiliza muy bien ese foro, espacio, esa estrategia para hacerlo. 

Su estrategia tiene que ver con una forma de hacer política con la gente y para la gente, es estar en el territorio y sacar a los gobernantes de los estados que los vean y hablen con la gente. Los está obligando a hacer eso, abrirse, enfrentar. Más bien lo veo como una virtud, no lo veo como un defecto. 

—En el tema migratorio, ¿no fue un perfil de izquierda el que imperó? 

Creo que se está haciendo todo lo posible, a veces lo posible no va de acuerdo con lo necesario, con lo que uno quisiera hacer, uno pretende unas cuestiones y la realidad lo amarra, entonces creo que en lo posible se está atendiendo el respeto a los derechos humanos, pero no podemos desconocer la relación de subordinación que tenemos respecto a Estados Unidos, sobre todo en materia económica y geopolítica. 

La mayor parte de nuestra economía, importaciones y exportaciones provienen de Estados Unidos, o van a Estados Unidos, la mayor parte de la inversión extranjera viene de allá. Que estas amenazas del presidente de Estados Unidos se cumplieran realmente tendrían en el país un resultado muy fuerte. Sin embargo esta política se tiene que revisar en el corto y mediano plazo para ver las consecuencias de las decisiones que hemos tomado para el tema migratorio y la política que un gobierno de izquierda debe tener frente al tema migratorio. 

—El escenario no era fácil, pero de un gobierno de izquierda esperábamos algo. 

Nada fácil, pero el gobierno también está escuchando permanentemente las voces de la gente de abajo que dice “cómo le vamos a dar recursos y empleos a la gente de afuera simplemente porque atravesó la frontera y nosotros que no tenemos empleo”. Lo digo porque a mí me ha llegado de manera fuerte esto, tenemos rasgos culturales de racismo, que nos dejó la Conquista, pero que también tenemos un pueblo muy solidario y finalmente se va a ir acomodando la política en la medida de lo posible. 

—¿Qué opina de la polarización en el país, los fifís o chairos?

En el fondo es lucha de clases, cada quien defiende su interés, los pocos defienden sus privilegios y los muchos defienden su derecho a la vida digna, el derecho a vivir. El gobierno en la medida en que va cumpliendo con este objetivo, de que por el bien de todos primero los pobres, finalmente desata este tipo de reacciones. 

Si a eso le aúna que la lucha anticorrupción esta tocando realmente fibras muy sensibles de los privilegiados desde los huachicoleros, los que recibían los privilegios fiscales, los que acaparaban las obras públicas a todos ellos se les ha estado tocando su indebido interés, esto trae reacciones y ahí está la polémica y esta lucha cultural, ideológica, política. 

—En esta lucha contra la corrupción todavía falta que algunos vayan a la cárcel o regresen lo que se robaron.

Tengo la seguridad que eso va a ir ocurriendo, ha sido muy claro Andrés Manuel en que él no va a actuar por venganza ni por suposiciones; se están abriendo investigaciones y expedientes, quien haya actuado mal la justicia irá por ellos o por ellas. 

Tengo la certeza de que esto va a ocurrir, lleva siete meses el gobierno, ha hecho muchas cosas sobre todo cortando las vías de la corrupción, cerrándole el camino a los corruptos, está cumpliendo en el sentido de que de aquí para adelante no lo vas a volver hacer, no los vamos dejar, les vamos amarrar las manos; para atrás el Poder Judicial, los órganos de investigación se van hacer cargo del asunto. 

El Ejecutivo no tiene por qué estar interviniendo en eso, el Ejecutivo está creando las condiciones para que lo que tú hacías no lo vuelvas a hacer y en ese sentido se está cumpliendo con el compromiso. Lucha anticorrupción a fondo y de aquí para atrás están los órganos de justicia, a los que les toca y corresponde hacerse cargo de los delincuentes. 

—¿Porqué vemos tan sensible al Presidente ante la crítica?

Yo no lo veo sensible, es su forma de ser. Cuando fue jefe de Gobierno así actuaba, ese es su temperamento. 

—¿Por qué la rendición de cuentas es tan difícil de cumplir para el nuevo gobierno?

Yo no la veo complicada ni difícil de atender. 

—Presidencia no está atendiendo las solicitudes de información, la respuesta recurrente es que no cuenta con los archivos.

No tengo esa información, no puedo comentar nada al respecto. 

—¿Qué siente cuando le dicen que es de la nomenklatura de Morena?

No es cierto, siempre he sido gente que ha estado en la militancia, he estado en distintos lugares, siempre he estado haciendo lo mismo, no necesito cargos para militar, para dar mi opinión, mi historia personal así lo comprueba. Más bien me da risa. 


Publicidad


Síguenos en Facebook

Publicidad

Síguenos en Twitter

Recomendaciones