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Nación

La planta termovalorizadora, ni acto de corrupción ni negocio para la CDMX: Slomianski

Jaime Slomianski
Foto: Especial

La planta termovalorizadora es la solución para el manejo de los desechos de la Ciudad de México y también para generar la energía eléctrica para mover a las 12 líneas del Metro, aseguró a lahoguera.mx Jaime Slomianski, titular de la Agencia de Gestión Urbana.

Aseveró que más que un negocio para un privado, como han acusado detractores del proyecto, se trata de una solución ecológica al problema de la basura, “porque ya no es posible seguir enterrando los desechos en rellenos sanitarios, ya que los gases que se generan son de efecto invernadero y contribuyen con el calentamiento global, que es un problema mundial”.

Dijo además que el Estado de México ha pedido desde el año pasado que ya no se envíen los desechos a esa entidad. Recordó el cierre de los rellenos, cuando fueron clausurados durante tres días en la pasada emergencia ambiental, lo cual creó un gran problema para la ciudad.

Se refirió a la política “basura cero” impulsada por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, que consiste en que los desechos sean reciclados y los que no puedan ser reutilizados generen un valor como la electricidad, que es lo que se busca con este proyecto.

Refirió que la tecnología de la revalorización se utiliza desde hace 30 años por muchos países, principalmente en Europa para generar electricidad para sus ciudades. Explicó que el proceso consiste en que los desechos sólidos urbanos no reutilizables sean incinerados para generar calor y éste impulsará turbinas que generarán electricidad que será utilizada en las 12 líneas del Metro.

Destacó que esta será la planta de termovalorización más grande del mundo y la primera no sólo de México, sino de América Latina. “Estaríamos hablando del proyecto de infraestructura en manejo de residuos sólidos más importante en la historia del país”, aseguró Slomianski.

Explicó que la planta procesaría 4 mil 500 de las 13 mil toneladas de desechos que se generan a diario en esta que es la segunda ciudad del mundo en la que se produce más residuos.

Es el primer modelo tecnológico de manejo de residuos sólidos en el país, añadió, ya que la mayoría de los desechos están en confinamientos a cielo abierto y poca cantidad se entierra, pero ambos procesos son altamente contaminantes.

El titular de Gestión Urbana de la Ciudad de México aseguró que ya no es posible seguir con el modelo que implica enterrar la basura, ya que “genera costos en todos los sentidos”, además de los 2 mil millones de pesos que se tienen que destinar anualmente (por el traslado, que la reciban en los rellenos y sea enterrada), ya es ecológicamente inviable por los daños causados al medio ambiente con la generación de gases de efecto invernadero.

El funcionario informó que el proyecto se adjudicó mediante una licitación pública a un tecnólogo mundial llamado Veolia, que es una de las firmas más importantes en el manejo de residuos y ha construido más de cien plantas en el mundo y opera casi 70 plantas, la mayoría en Europa. La firma francesa tiene una filial en México llamada ProActiva Medio Ambiente.

“LA IGNORANCIA” DE MORENA

Jaime Slomianski dijo a propósito de la trifulca en la Asamblea Legislativa que Morena ha señalado que la ciudad se endeudará con este proyecto durante 30 años, lo cual rechazó y dijo que eso evidencia el desconocimiento de cómo se gestionan las finanzas de la ciudad.

Rechazó que se oculte información, como señala dicho partido, incluso afirmó que explicaron a detalle el programa ante integrantes de la Asamblea Legislativa entre ellos a miembros de Morena, quienes incluso dieron su respaldo al plan.

Consideró que visiblemente se trata de un tema político que “están tronando” previo al proceso electoral y calificó de lamentable que un proyecto importante para la ciudad esté siendo descalificado.

Dijo que efectivamente es un negocio para la empresa, en este caso Veolia, que tendrá utilidad calculada de 10 por ciento por su inversión de 11 mil millones de pesos, así como la recuperación de ésta.

Señaló que el costo de la planta es de 11 mil millones de pesos. En el contrato se estipula que Veolia absorberá el ciento por ciento de ese costo y la ciudad pagará una contraprestación, pero lo hará hasta que la planta empiece a funcionar. Pero sólo hasta que reciba los desechos y comience a generar electricidad se pagará 2 mil 300 millones de pesos más IVA al año.

EL CONTRATO

El contrato es por 33 años, de los cuales tres son para construcción y 30 para operar, explicó.

Dijo que de los 2 mil 300 millones de pesos que destinará el gobierno de la Ciudad de México se paga una parte del costo de inversión de los 11 mil millones de la construcción, la operación y el mantenimiento de la planta. Es una planta muy cara, con tecnología de punta, que tiene los controles más rigurosos sobre emisión de gases contaminantes, lo cual también es muy caro, refirió.

Señaló que el gobierno de la Ciudad de México pidió a la empresa no sólo sujetarse a normas mexicanas, sino europeas en cuanto a manejo de emisiones, con lo que se cubre de manera muy importante el aspecto ecológico.

Aseguró que el gobierno local ya cuenta con el resolutivo a favor de la Secretaría de Medio Ambiente del gobierno federal derivado de un manifiesto de impacto ambiental que se presentó.

Reconoció que más que una ventaja financiera el proyecto es una solución responsable con el medio ambiente en materia de desechos sólidos y aceptó que el objetivo no es ahorrar dinero ni comprar energía para el Metro, tampoco gastar más. El fin de la planta, reiteró, es una solución ambientalmente responsable para ya no seguir enterrando la basura que genera la ciudad.

Sobre el origen de la trifulca en la Asamblea aclaró que Morena buscó detener la garantía, pero finalmente fue aprobada por la mayoría y publicada en la Gaceta oficial. Explicó que no es deuda y que es una fianza en caso de que algún gobierno retenga el pago y la empresa puede hacer efectiva para garantizar el pago del servicio que presta.

Consiste en una garantía la cual hará efectiva el fiduciario, en este caso un banco, que pedirá al gobierno federal esos 2 mil 300 millones de pesos de las participaciones que le corresponden a la Ciudad de México. De los 3 mil 300 millones, mil millones son para la planta de biodigestión, la cual está en proceso de licitación, que procesará 2 mil toneladas diarias de desechos orgánicos.

Este último proyecto también se ubicará en el Bordo Poniente, en terrenos federales que administra Conagua.

Rechazó de nuevo lo dicho por Morena de que el Metro comprará la energía eléctrica al operador de la planta y aclaró que ésta será de la Ciudad de México, porque se pagará por el procesamiento de los desechos y el subproducto, es decir, la energía eléctrica, es de la Ciudad y ésta la destinará al Metro.

Aseguró que no se va a tomar un peso adicional del presupuesto de la Ciudad de México. Señaló que los recursos saldrán de lo que actualmente se destina a pagar por el manejo de los desechos y por la electricidad del Metro, cerca de 4 mil millones de pesos al año. Se trata de una reetiquetación del gasto, aclaró.

Slomianski dijo que de las 13 mil toneladas diarias que se generan en la ciudad 8 mil 500 son llevadas a rellenos sanitarios del Estado de México para que sean enterradas; eso ya no puede continuar. Ya no es una solución, una opción, se tiene que tomar una medida ambientalmente responsable, como lo hacen los países europeos o en Asia o en Estados Unidos, advirtió.

Destacó que los recursos para el proyecto están allí, que no se van a comprometer las finanzas de la Ciudad de México y que de suspenderse el proyecto se seguirá gastando en el manejo de desechos y en la electricidad del Metro, con la agravante de seguir contaminando y con el riesgo de que el Estado de México cierre los rellenos y genere una grave crisis de manejo de residuos en la capital.

En entrevista, el llamado city-manager refirió que la planta de termovalorización se ubicará en el Bordo de Xochiaca, Estado de México. En este punto también rechazó los señalamientos de que el gobierno de la Ciudad entregaría gratis ese terreno a la empresa que operará la planta y explicó que se trata de una concesión de un terreno de la Conagua y que el gobierno capitalino no aportará recurso alguno.

También aclaró que la planta no interferirá con la operación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México; es decir, no está cerca de los llamados conos de aproximación de la terminal aréa y dijo que ya tienen la autorización de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de la Dirección General de Aeronáutica Civil y el visto bueno de Mitre, que es una empresa de investigación aeronáutica.

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