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Cultura

‘Huachicolero’ suma un quinto premio internacional, ahora el Sitges

Después de ganar en el Tribeca Film Festival de Nueva York, Huachicolero (2019) acaba de ser reconocida como Mejor Película en la sección Órbita de la 52 edición del Sitges Film Festival, en España, con lo que acumula cinco premios internacionales en su recorrido por 14 festivales del mundo.
 
La cinta concebida por Édgar Nito y Alfredo Mendoza desde 2016, mucho antes del arranque de la guerra contra el huachicoleo (robo de combustible) que lanzó en enero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sumó así con el Sitges y el Best New Narrative Director para Nito en Tribeca, el North Bend Film Festival de Estados Unidos también a Mejor Director; el Premio de la Prensa del Guanajuato Film Festival y el de la Audiencia en el Hola México Film Festival, también en EU.
 
El Festival Internacional de Cinema Fantastic de Catalunya, el Sitges, desde 1968 premia al cine fantástico aunque la categoría Órbita, en la que ganó Huachicolero, reconoce géneros como el thriller.
 
La película lleva un largo recorrido, hasta ahora por el Festival Internacional de Cine de Monterrey, el Bifan de Corea del Sur, el Oldenburg Film Festival de Alemania, el Mill Valley Film de EU, el Melbourne Film Festival de Australia, el Warsaw Fil Festival de Polonia, el Festival de Cine de Madrid de España, el Istanbul Festival de Turquía y el AFI Latin American Film Festival también de EU,
 
Huachicolero (The Gasoline Thieves) cuenta la historia de Lalo, un adolescente que se involucra con una banda de ladrones de combustible para comprarle un regalo a la joven de la que está enamorado. La coproducción internacional México-España-Estados Unidos-Inglaterra fue filmada en locaciones naturales del municipio de Irapuato, aunque Nito ahora admite que ante el auge de la violencia desatada por el huachicol ahora sí le daría miedo filmar su película en esa región del estado de Guanajuato.
 
Además del protagonista Eduardo Banda, participan los actores Fernando Becerril, Regina Reynoso, Leonardo Alonso, Pedro Joaquín y Pascacio López. La fotografía es de Juan Pablo Ramírez.
 
ENTREVISTA CON LA HOGUERA
 
En entrevista concedida por Nito cuando apenas su filme había sido aceptado para participar en Tribeca, Édgar Nito, nacido en Irapuato hace 32 años, confesó que su gran interés en el cine es la exploración del lado oscuro del ser humano, para a través del arte hacer las vidas más luminosas. Aquí de nuevo la conversación con el novel cineasta.
 
¿Cuál fue la génesis de Huachicol?
 
La idea surgió en 2016 en alguno de mis viajes a mi ciudad natal, Irapuato. Empecé a escuchar en las conversaciones comunes de la gente acerca del huachicoleo, que hasta entonces no era un tema no muy conocido en el país. En la zona se escuchaba de boca en boca, porque Irapuato está cerca de Salamanca, está cerca la refinería, por ahí pasan todos los ductos. Y era un problema que estaba trascendiendo en mi ciudad natal. A partir de eso investigué un poco del asunto, no había mucha información, pero yo tenía la necesidad de hablar de lo que estaba sucediendo en la ciudad donde crecí. Basándonos más en nuestra imaginación sobre lo que podría ser, escribimos  un guion, una historia de ficción acerca de este personaje que se enamora de una chica que estudia con él en la secundaria y que al buscar hacerle un regalo, se ve inmiscuido en este contexto del robo de hidrocarburos en México.
 
¿Cómo fue esta investigación?
 

Ahora sé que hay investigaciones muy serias de distintos periodistas, que he estado checando. En aquel momento yo ignoraba del tema, pero justo partí de las noticias locales del estado de Guanajuato. Nunca fue nuestra intención hacer un documental, sino una película de ficción que sucediera en este contexto del robo de hidrocarburo, sólo investigamos un poco de detalles de cómo funcionaba y a partir de eso desarrollamos más bien la historia de un personaje adolescente que intenta tener esta historia de amor y en el proceso se mete en conflictos.
 
¿Por qué tenía que ser un adolescente?
 
No sé, tenía un poco la intención de hablar de eso porque es una etapa en la que uno no ha vivido lo suficiente como para medir todos los riesgos que hay a tu alrededor, y las personas nos dejamos llevar mucho más fácil por lo que nos dicta el corazón, eso era importante para el personaje. También creo mucho que en México hay personas jóvenes de escasos recursos que ven muy fácil la manera de obtener recursos rápidamente, de cualquier forma, no necesariamente esa, y de los riesgos, fácil entran y fácil también se van. Esto es sabido en varios temas, no sólo en el huachicoleo. Entonces bajo la premisa de lo que se escucha mucho en nuestro país, desde las canciones hasta lo que dice la gente, esta onda de que prefiero vivir diez años de rey que toda una vida de esclavo, nos inspiramos en un personaje adolescente.
 
López Obrador dice enfocar su política a disuadir a los jóvenes de involucrarse con las bandas delictivas, sean narco o huachicoleo.
 
Pues sí, el gobierno está encaminado a disuadir a los jóvenes porque es algo que sucede y es común; justo a lo mejor uno de más chico no mide las consecuencias y es probable que sea más fácil reclutarlo porque no mide las consecuencias como lo haría alguien más grande. Es lo que me parece lógico.
 
¿Por qué va a Tribeca, qué te atrajo de este festival para internacionalizar esta película?
 
La película surgió como un proyecto muy pequeño, independiente, pero la coproducción que se logró fue internacional. En el proyecto se involucraron un productor de EU, Joshua Sobel, una productora de Francia-España y otros coproductores de Reino Unido, con nuestros productores aquí en México. La intención era siempre de que no fuera una película que se quedara en México sino que fuera internacional. Desde mediados del 2017 buscamos la ruta de los festivales juntos y dónde empezar para que tuviera una premiere mundial interesante y pensamos en un festival de prestigio como lo es Tribeca. Después de Tribeca tenemos todas las ganas de empujar la película para que rápidamente pueda verse en algún festival en México y a lo mejor consolidar un estreno comercial, porque creemos que es una película que vale la pena ver y en nuestro país es importante.
 
¿Dónde se filmó?
 
Básicamente la mayoría de las secuencias en Aldama, del municipio de Irapuato, y unas cositas en Abasolo, todo fue por la zona. En ese momento no era una cuestión muy peligrosa, como lo que está sucediendo ahorita en Guanajuato, y contamos con el apoyo del municipio de Irapuato y del estado de Guanajuato, y fue muy fácil llevar a cabo la filmación, que se inició en 2017.
 
¿Cuándo se terminó la posproducción?
 
En 2017 estuvimos editando los primeros cortes y aplicamos a un apoyo de Imcine. Sólo teníamos dinero para filmarla; en 2018 pudimos llevar a cabo todos los proceso de posproducción, y a finales de ese año e inicios del 19 ya estábamos listos para buscar el festival dónde estrenarla.
 
Dices que entonces no era peligroso. Tras la tragedia de los estudiantes de cine de Guadalajara, secuestrados, torturados y asesinados, o la explosión del ducto en Tlahuelilpan, HIdalgo, en algún momento tuvieron miedo. ¿Cómo fue la cooperación del estado de Guanajuato?
 
Donde filmamos, en Aldama, la mayoría siempre fue gente amable, siempre nos expresó su deseo de apoyarnos, algunos pobladores incluso salen en algunas escenas.
 
¿No sale El Marro de casualidad?
 
No, ni lo conocemos. Ni nada por el estilo. Nosotros nos dedicamos meramente a la ficción y no tenemos nada qué ver. Jajaja. Es una buena broma. Sí, la gente del municipio fue muy amable, y fuimos a solicitar el apoyo del estado de Guanajuato, que nos lo dio por parte de Turismo; y luego en Irapuato nos apoyaron en especie, nos mandaron una unidad de policía que estuviera con nosotros, filmamos algunas secuencias de noche, y ellos siempre estuvieron con nosotros desde el principio del rodaje, y nos ayudaron con muchas otras cosas, que no son seguridad, se volvieron parte elemental del crew y de la producción. Después de eso hubo unas escenas un poco más complicadas con las que también nos apoyaron con unos elementos de bomberos, una ambulancia, cosas así, siempre nos facilitaron permisos para filmar y todo lo que implicaba.
 
Ana Cruz me platicó que para filmar en Guerrero tenía que ir con el Ejército como seguridad para su documental sobre Humboldt.
 
Hoy hay las noticias del estado de Guanajuato, diario yo las checo , no está siendo el territorio seguro que era hace muchos años donde yo crecí. Era un lugar muy pacífico donde nada de esto se escuchaba, hoy hay enfrentamientos y bastante violencia. Cuando nosotros empezamos a filmar la película, no se escuchaba casi nada de esto, sin embargo sí salía aisladamente en la prensa local algún acto violento en esos días, pero no era lo que ahora está pasando.
 
Cuando inicia la guerra del huachicol, ¿cuál fue tu impresión? ¿Te asustó? ¿Pensaste: “la libramos”? ¿O viste como una oportunidad de tu película?
 
En este contexto, si tú me preguntaras ahorita si yo tuviera este guion y tuviera que ir a filmar ahí mismo, definitivamente no lo haría. Si me daría mucho miedo, a lo mejor en ese momento las facilidades y la situación fueron otras, fue distinto. Pero si ahorita me preguntas si me iría a filmar esta película, en ese lugar, definitivamente no lo haría. Por otro lado, no me gusta ver como que la guerra contra el huachicol es una oportunidad para nuestra película, son cosas que se van juntando a la par. Si a mí me pasó que yo quería hacer una película de ficción de esto era porque el río traía agua y sonaba, empezaba a suceder, si no la hacía yo, seguramente la iba a hacer alguien más. Mientras esto pasa es lógico que nosotros a la par vamos teniendo nuestro proceso en la película, terminándola, y a la par va creciendo el conflicto. Yo creo que son situaciones lógicas de una temporalidad que sucede a la par.
 
Platícame sobre los protagonistas.
 
El actor principal es Eduardo Banda, un chico que vive en Irapuato, que no se dedicaba al teatro ni al cine ni actuar. Lo conocimos durante el casting, para mí era un poco mantener la localidad del lugar donde estábamos grabando en el realismo, entonces casteamos gente de allá y a actores profesionales del Ciudad de México. Nos encontramos con Eduardo, que trabajaba en una escuela de teatro donde estábamos haciendo estos castings, él trabajaba en mantenimiento, y lo invitamos. Desde el principio funcionó muy bien, y durante las etapas fue el personaje que mejor embonaba con el que teníamos escrito.  Es hasta curioso que en el guion el personaje se llama Lalo y él se llama Lalo, no es lo que detonó que fuera elegido él, pero sí fue una gran coincidencia. Las escenas tienen mucha frescura.
 
¿Cómo trabajó tu equipo?
 
El equipo de grabación fue un crew pequeño, guerrero, de amigos, teníamos que hacer un proyecto de ópera prima muy independiente. Iban a ser nuestras ventajas, siempre lo tomamos en esa línea, en lugar de decir no tenemos para tomas con grúa o steady cam, al revés, era más bien a partir de que no tenemos nada vamos a construir con lo que sí tenemos. Que son unas grandes locaciones, estaban ya vestidas así y así se escogieron, hay una luz hermosa, unos cielos increíbles, así que vamos adaptar nuestra agenda a esas horas donde la luz es fantástica. Básicamente esa era la movida, nosotros adaptarnos a esos entornos, y aprovechar las carencias como oportunidades para desarrollar algo creativamente. Esta película la filmamos con cámara en mano, sin tripié, luz natural, hay algunas luces para hacer rellenitos, pero básicamente si una locación tenía un foco de resistencia ahí, esa iba a ser la iluminación clave de la escena. Se trataba de nosotros incorporarnos a la realidad de los espacios, y eso nos permitió trabajar muy libremente en lugar de ponernos ataduras, nosotros reinterpretábamos lo que teníamos enfrente y trabajábamos a partir de eso. El fotógrafo es Juan Pablo Ramírez, un gran artista de la fotografía, y gran amigo, y él aceptó este reto desde el principio de esta manera, y tiene un ojo excepcional para encontrar oportunidades en donde pareciera que no las hay. Una vez que vean la película podrán ver el trabajo fotográfico que es magnífico.
 
¿Cómo definirías Huachicolero?
 
Una pequeña mezcla de géneros ahí. Eventualmente el género que predomine será el drama, pero creo que es una película de amor, que se empieza a degradar hacia una tragedia.
 
¿Qué te gusta del cine en general?
 
Me gusta del cine que puedas ver historias extraordinarias que no están sucediendo en tu vida personal. Siempre me he sentido atraído por el cine que de alguna manera refleja el lado oscuro de la humanidad. Me gustan los géneros de terror, thriller, el drama con violencia, me gusta toda esta parte que explora la oscuridad del ser humano, porque creo que si en el arte podemos sacar esa oscuridad que está en todos, va a ayudar a que nuestras vidas sean más luminosas, ese es el tipo de cine que me gusta.

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