Connect with us

Espectáculos

Creedence Clearwater Revival, una banda viajera. De estreno en Netflix

Foto: Especial

A finales de la década de los cincuenta del siglo pasado, un par de jóvenes, Doug y Cook, se conocieron en la secundaria. Después llegaría John y este jalaría a su hermano Tom.

Se trata de una historia de unos chavos que influidos por John Paul, George y Ringo, comenzaron a tocar en su natal Cerrito, California, bajo el nombre de The Blue Velvets, nombre que pese a tener un contrato con una disquera de San Francisco, no lograron nada, por lo que al grabar su primer disco, el propietario de Fantasy Records, Max Weiss, los renombró como Golliwogs.

Pero llegó el momento de realizar su servicio militar y dos de ellos fueron llamados. Al concluir, retomaron el camino de la música sólo que ahora serían Creedence Clearwater Revival.

Con imágenes nunca antes vistas del concierto y la narración de Jeff Bridges, Netflix estrenó Travelin’ Band: Creedence Clearwater Revival at The Royal Albert Hall, un documento que los fanáticos de cualquier genero musical y edad tienen que ver porque muestra a quienes tras la desaparición de The Beatles fueron calificados la banda más importante del mundo por la revista Rolling Stones.

Contada por los propios Doug Clifford, Stu Cook, John y Tom Fogerty, esta magnífica producción dirigida por Bob Smeaton, con guión de John Harris, deja ver a la banda fotografías de la escuela, hasta cómo querían seguir el look del “Cuarteto de Liverpool”, de dónde sacaron eso de Creedence Clearwater Revival, sus primera tocadas, los grandes conciertos en Estados Unidos y su gira por Europa, la cual concluyó en el The Royal Albert Hall.

Te puede interesar: Grupo Firme rompe récord de asistencia en Zócalo capitalino

Pero también hay aspectos de lo que el respetable opinaba de ellos, como sucede con un estadounidense negro que fue muy claro al mencionar: “No sé si el cantante es negro, mi esposa y yo íbamos al trabajo y escuchamos Suzie Q, si esa voz es de un blanco se escucha que viene desde dentro, desde el corazón, eso es lo que importa”.

El trabajo de Jeff Bridges es aderezar lo dicho por los cuatro integrantes y que el espectador entrelace las anécdotas de Creedence con el entorno que existía en ese momento en Estados Unidos, como la guerra en Vietnam, el surgimiento de los hippies y su “Era de Acuario”, por supuesto la participación de la banda a las 3:00 de la mañana en Woodstock, la escalada de la agrupación en las listas de popularidad, qué significan y para quién iban dirigidas varias canciones y la gran gira por Estocolmo en donde John aseguró: “no entienden inglés pero nos siguen porque sienten la música”; Holanda, Alemania –con todo y su visita al muro de Berlín-, Francia y Londres.
Stu y Doug asegurarían que Europa era otra cosa, “aquí hay respeto a como vistes y puedes conseguir trabajo con el cabello largo; en Nueva York, ni patilla quieren que usemos…”.

John y Tom hablan de sus ídolos como BB King, Muddy Waters y Chuck Berry, entre otros, y el momento de cambiar sus instrumentos iniciales como en el caso de John que de primera instancia tocaba el piano.

Y aunque existe el disco, por primera vez se puede ver el concierto en The Royal Albert Hall con las 12 rolas que lo integraron: Born on the Bayou, Green River, Tombstone Shadow, Travelin’ Band, Fortunate Son, Commotion, Midnight Special, Bad Moon Rising, Proud Mary, Night Time is the Right Time (cover de Roosevelt Sykes), Good Golly Miss Molly (cover de Little Richard) y Keep on Chooglin’.

Ojalá, amable lector, tenga chance de verlo. Serán 96 minutos muy bien aprovechados, pues además dicho concierto coincidió con el anuncio de la separación de The Beatles, era 1970.

Publicidad


Síguenos en Facebook

Publicidad

Síguenos en Twitter

Recomendaciones