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Cultura

Catedral en llamas: El día que México casi pierde su principal iglesia

Incendio Catedral México
Foto: Cuartoscuro

El siniestro en Francia trae a la memoria aquellos momentos difíciles en la historia propia. La mayoría de personas ha referenciado el desastre de esta tarde en la Catedral de Notre Dame con el siniestro de hace algunos meses en el Museo Nacional de Brasil. Algunos más atrevidos hicieron una comparación entre la iglesia francesa y la Basílica de Guadalupe, sin embargo, pocos fueron los que recordaron un evento que destrozó parte de la herencia sacra de la capital mexicana y el catolicismo nacional.

Corría la noche del 16 de enero de 1967. México se encontraba aún en una época de crecimiento económico y el mundo volteaba a este para presenciar algunos preparativos de un par de justas deportivas que catapultaban la imagen del país como una sociedad moderna.

De repente, un corto circuito ocurrió en el interior de la Catedral Metropolitana, monumento que da imagen desde hace varios siglos al paisaje del centro de la hoy Ciudad de México y antes Departamento del Distrito Federal. El corto se dio en el Altar del Perdón, ubicado en la nave central del edificio, cerca de la puerta principal, por lo que el fuego comenzó a consumir el mismo, causando una llamarada visible por fuera del recinto a través de algunos vitrales de la catedral.

Según relatos de la época, el incendio se produjo poco antes de la medianoche y fue reportado primeramente por uno de los veladores. De manera similar al evento del día de hoy, se cuenta que al llegar el cuerpo de bomberos de la ciudad, el fuego se había propagado rápidamente por la nave por la gran cantidad de figuras y ornamentos de madera que la formaban.

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Tras varias horas de trabajo por parte de los bomberos para controlar y apagar el incendio, este cedió permitiendo observar los daños materiales. El primero y más visible fue el del ‘Altar del Perdón’, el cual databa de 1735, siendo obra de Jerónimo de Balbas. Según se cuenta en notas periodísticas, en su parte superior se encontraba un cuadro de San Sebastián, en el centro uno de Nuestra Señora de las Nieves y en la parte baja un «Divino Rostro». El nombre del retablo se deriva de «La Virgen del perdón», pintura que había sido realizada por Simón de Peryns tras ser condenado por la Santa Inquisición, obra que le valió ser perdonado de ser juzgado.

Junto a estas pinturas, se perdieron manuscritos e imágenes que quedaron totalmente calcinadas que no pudieron ser restauradas. Además, tres órganos de la catedral, dos tubulares (de origen español e italiano) y uno eléctrico, fueron destruidos, así como la sillería del coro que databa del siglo XVI.

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Por último, también hubo pérdida del contenido de los libros corales que databan del siglo XVI y contaban con forros de piel. Uno de ellos, que se encontraba sobre el facistol en el lado poniente de la nave, se encontró casi completo pero empapado por el agua utilizada para sofocar el incendio, mientras tanto, otros tres libros no corrieron con la misma suerte, puesto que aunque fueron tratados bajo las mismas técnicas y cuidados, estos sufrieron una pérdida de casi el 70% según el INAH.

Los trabajos duraron aproximadamente una década, iniciando después de que el 19 de enero de 1967 se acercaran miembros del Departamento de Catálogo y Restauración del Patrimonio Artístico del INAH bajo la dirección de Manuel del Castillo Negrete para iniciar los trabajos de rescate y salvamento de elementos de valor que no hubiesen sido afectadas totalmente.

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