Cataluña: crónica de una crisis anunciada

A tan sólo unas horas de vencerse el ultimátum que el presidente español, Mariano Rajoy, envió al mandatario catalán, Carles Puigdemont, éste último no ha declarado sobre cómo responderá a la advertencia lanzada desde el gobierno central a Cataluña.

Sin embargo, esta mañana, durante la conmemoración del aniversario 77 del fusilamiento de Lluís Companys, en el cementerio de Montjuïc de Barcelona, Puigdemont reiteró su compromiso con que “la paz y la democracia sean las razones de las decisiones que se han de tomar”.

Recordemos que el pasado 10 de octubre, en una intervención en el Parlament, el presidente catalán hizo una «fugaz» declaratoria de Independencia que enseguida pidió no ejercer hasta lograrse un diálogo con el Ejecutivo español. A esto, Mariano Rajoy envió un mensaje al líder catalán, advirtiéndole que tenía un plazo de cinco días para responder de manera efectiva si realmente declaró la fundación de la República Catalana en la sesión del Parlament .

«La respuesta que el señor Puigdemont dé a este requerimiento marcará los acontecimientos de los próximos días», dijo el presidente durante una sesión especial convocada en el Congreso de los Diputados.

La advertencia de Rajoy se refiere, concretamente, a activar el artículo 155 de la Constitución Española que otorga al gobierno central el derecho de asumir el control total o parcial de las instituciones de Cataluña.

¿Cuáles son los posibles panoramas?

Si Puigdemont dijera por escrito que no declaró la Independencia de Cataluña, el sector más radical del bloque que sostiene su gobierno le quitaría el apoyo y lo dejaría al borde de la caída, entonces, unas elecciones anticipadas se impondrían como única vía.

En caso contrario, si éste asumiera que su discurso ante el Parlament fue una declaratoria efectiva de Independencia, se expondría a severas consecuencias políticas y judiciales, además, se agravaría la inestabilidad económica que aqueja a la región desde el accidentado referéndum de autodeterminación celebrado sin sustento y reconocimiento del poder español.

Este lunes, a las 10 (tiempo de España), se vence el plazo para que Puigdemont explique qué quiso decir en el Parlament. En caso de no responder o de confirmar que ha declarado la independencia tendrá hasta el jueves 19 para retractarse. De continuar en una postura que no defina la situación de Cataluña, se pondrán en marcha y por primera vez en 40 años de democracia, los mecanismos previstos en el artículo 155.

Rajoy no especificó qué medidas concretas tomaría para retomar el control de Cataluña, sin embargo, tendría que hacerlo en el momento de pedir autorización al Senado, donde tiene mayoría absoluta.

El destino de los catalanes está a la expectativa de conocer cómo se pronunciará el presidente Puigdemont ante la contundente amenaza de Rajoy.

Indudablemente, una posición tibia como la que mantuvo en su discurso del martes no sería la mejor opción.

OPC