Assange es víctima de tortura psicológica: ONU

Nils Melzer, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre tortura, exigió detener de forma inmediata la «persecución colectiva» de la que es víctima el activista Julian Assange, y condenó al gobierno estadounidense y a sus aliados la «tortura psicológica» que presuntamente están cometiendo contra el fundador de WikiLeaks.

A través de un comunicado, Melzer aseguró que los altos índices de «castigo cruel, inhumano o degradante» a los que ha sido sometido Assange por espacio de varias décadas desde su primer arresto en 1991, podrían considerarse a todas luces como «tortura psicológica».

“Assange ha sido sometido deliberadamente, por un periodo de varios años, a formas progresivamente más severas de trato o castigo cruel, inhumano o degradante, cuyos efectos acumulativos solo pueden describirse como tortura psicológica”, indicó el relator.

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En este sentido, Melzer reprobó la campaña que se prolongó a lo largo de ocho años, con la que Estados Unidos, Suecia, Reino Unido y Ecuador, intentaron enviar a Julian Assange a una prisión estadounidense y, con ello, suspender la actividad de WikiLeaks.

«Desde 2010, ha habido una campaña intransigente e irrestricta de hostigamiento público, intimidación y difamación contra el señor Assange, no sólo en Estados Unidos, sino también en Reino Unido, Suecia y, más recientemente, Ecuador», dijo.

Para el relator de la ONU, Assange ha sido objeto de una suerte de «venganza política y legal sin precedentes» gracias a su protagonismo en la masiva exposición de los crímenes de guerra, las operaciones de espionaje masivo y las conspiraciones diplomáticas globales de EU.

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Según Melzer, las acciones emprendidas contra Assange como parte de la presunta campaña de desprestigio y persecución a la que se refiere, incluyen:

La «investigación preliminar» fabricada de manera fraudulenta desde el gobierno sueco para involucrar al fundador de WikiLeaks en un caso de conducta sexual inapropiada en agosto de 2010; la revocación, el pasado mes de abril, del asilo político otorgado por el gobierno ecuatoriano y el consecuente arresto por parte de las autoridades británicas en la embajada del país sudamericano en Londres; las tentativas de extradición por parte de Estados Unidos para obligarle a enfrentar cargos por espionaje a través de las actividades de WikiLeaks; y la fallida intentona de extorsión de la que él y su equipo fueron víctima por parte de un grupo de periodistas españoles a principios de abril de este año.

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«Julian Assange mostró todos los síntomas típicos de una exposición prolongada a la tortura psicológica, incluyendo estrés extremo, ansiedad crónica y un intenso trauma psíquico», detalló el delegado de Naciones Unidas.

Melzer recordó además que el pasado jueves 24 de mayo, uno de los miembros del equipo jurídico de Assange en Suecia informó a la prensa que el australiano no había podido asistir a las últimas reuniones agendadas con sus abogados debido a que, ya desde entonces, su salud experimentaba serias complicaciones.

En este sentido, el comunicado de Nils Melzer se da al día siguiente de que WikiLeaks expresase su «grave preocupación» por la salud de su fundador, luego de que se diera a conocer su traslado al ala médica de la prisión británica en la que, desde el pasado 1 de mayo, se encuentra cumpliendo una condena de 50 semanas.

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Por su parte, Melzer insistió en los efectos negativos que la extradición de Assange arrastraría, particularmente un mayor deterioro de su salud y la prolongación de la tortura a la que está siendo sometido.

«Si fuera extraditado a Estados Unidos para enfrentar 17 cargos de espionaje que conllevan una pena de cárcel máxima de 170 años, Assange podría ser sometido a más tortura… ¡La persecución colectiva de Julian Assange debe acabar aquí y ahora!», demandó Melzer.

Por otra parte, el oficial de la ONU remarcó que, en un ejercicio comparativo en relación con dos décadas de labores como relator especial sobre tortura, el caso Assange es particularmente significativo.

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«En 20 años de trabajo con víctimas de guerra, violencia y persecución política, nunca había visto a un grupo de Estados democráticos formar una turba hostigadora para aislar, demonizar y abusar deliberadamente a un solo individuo por tanto tiempo y con tan poco respeto a la dignidad humana y el estado de derecho», aseguró.

Asimismo, Melzer indicó que Assange ha sido blanco constante de “ridiculización, insultos y humillación colectivos y deliberados» por parte de las cúpulas del poder global quienes, acusó, han llegado a instigar abiertamente a hacer uso de la violencia contra el fundador de WikiLeaks.

Esta acusación se suma a los reclamos de John Shipton, padre de Assange, quien el pasado 14 de abril denunció que su hijo estaba siendo objeto de una «tortura sin contacto».

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