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A Fuego Lento

¿A quién iba dirigida la amenaza de Jesús Orta?

Foto: Cuartoscuro

En estos primeros meses de gobierno morenista en la Cdmx, ningún miembro del gabinete de Sheinbaum había sido tendencia. Pero el día de hoy, uno de ellos hizo historia, pero no precisamente por sus logros. El primero en estar en el ojo del huracán y convertirse en TT fue el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, quien envió “por error” un mensaje intimidatorio (amenaza, dicen en mi pueblo) al reportero de ContraRéplica Carlos Jiménez. Aunque luego aclaró que todo se trató de “una confusión”.

Pero si ha de creerse al secretario de Seguridad, no acaba el problema. ¿A quién iba dirigido el mentado mensaje intimidatorio del mando policiaco, quien tiene a su cargo más de 80 mil policías? Nunca especifica. Nunca lo menciona en su disculpa. ¿Acaso el secretario tiene enemigos de los que debe cuidarse o a los que quiere amedrentar? No se sabe. Porque cuando habla de confusión, admite que la advertencia tenía destinatario. Solo deja dudas, y su integridad, en duda.

¿Qué dijo la jefa de Gobierno? Sheinbaum Pardo señaló que el secretario tiene que afrontar el hecho, cosa que Orta “hizo” más tarde. Se debe mencionar que últimamente el secretario no ha estado concentrado al 100%, pues es recurrente que en sus discursos (a pesar de llevarlos escritos) se equivoque en más de una vez, hasta en la manera de conjugar verbos. Se le ve nervioso al lado de la jefa de Gobierno y de sus demás compañeros del gabinete de Seguridad y Justicia. ¿Qué pasará por la cabeza del secretario?

¿Qué habrá que decir de Orta? “¿Cuidado, funcionario , o funcionario de cuidado?”

Irma Eréndira le acabó dando la razón a Urzúa

Irma Eréndira Sandoval acabó dándole la razón a Carlos Urzúa en sus mayores críticas al gobierno de Andrés Manuel. No solo porque demostró estar en un plan más ideológico que realista, sino porque, de paso, dejó en claro que Poncho Romo es el nuevo intocable de la corte presidencial.

Desde que inició la mañanera de este lunes, la secretaria de la Función Pública bailoteó de ida y vuelta por el salón Tesorería a la espera de que el presidente la pasara al frente para reconocerla como alumna aplicada y exponer las investigaciones con las que ella (y su marido) se anotaron como suya la renuncia de Carlos Lomelí.

Luego de 6 minutos de loas al supremo y a la 4T, Irma Eréndira rindió su informe con sonrisas espontáneas y risillas de satisfacción por sus travesuras. Explicando que todo era posible gracias a la Ley de Austeridad Republicana. . . La cual, pues, aún no existe. Y si existiera, su aplicación no podría ser retroactiva, por lo que a Lomelí ni le va ni le viene.

Irma Eréndira, tal vez pensando que los reporteros de la mañanera le harían una ovación de pie por su invaluable contribución a la 4T, se quedó fría cuando se le puntualizó eso mismo. Con cantinfleos, se encomendó a la minuta de la ley para respaldar su satisfacción por una normativa que no puede implementar.

La situación llegó a un punto crítico cuando se le preguntó si, de oficio, la SFP investigaría los señalamientos que hizo Urzúa sobre un conflicto de interés por sus acciones en la Casa de Bolsa Vector. De nuevo bailoteando, ahora en el escenario, y más confundida que otra cosa, solo atinó a decir que no.

Tal vez el neoliberalísimo Urzúa no erró al advertirle a Andrés Manuel que la falta de conocimiento de Irma Eréndira sobre cómo opera un gobierno le pasaría factura. Y respecto a la ética republicana que no permitirá conflictos de interés, pues parece que todo empieza y termina en twitts. Nada más.

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