Carmen, una experiencia de ópera para niños en el Lunario

La bellísima y talentosa mezzosoprano veracruzana Gabriela Beltrán Ramos repite temporada de Carmen, en versión especial para público infantil con la que la compañía Arpegio y su directora Sylvia Rittner han venido desde hace varios años introduciendo a los niños al mundo de la ópera.
 
Con dos únicas funciones los domingos 3 y 10 de noviembre, a las 13 horas, la obra maestra de Georges Bizet se presenta en la décima temporada del ciclo Ópera para niños en el Lunario del Auditorio Nacional, como ya se presentó a principios de año con el debut de Beltrán Ramos en el rol de la gitana que encarna la libertad absoluta de la mujer.

 Bajo la dirección de Miguel Hernández Bautista y con la dirección artística y producción ejecutiva de Sylvia Rittner, la puesta en escena respeta la historia original, sin traicionar al novelista, al libretista ni al compositor y propone una poética escénica que deconstruye las coartadas y justificaciones del maltrato hacia las mujeres y los animales, según la promotora.
 
Para Miguel Hernández y Sylvia Rittner, este montaje de Carmen brinda la oportunidad de transmitir a la infancia una experiencia estética a través de la belleza de la música creada por Bizet, evitando cuidadosamente validar el mensaje atávico que coloca la violencia como una consecuencia natural de nuestros actos.
 
La puesta en escena incluye a jóvenes talentos del canto en México, encabezados por la mezzosoprano Gabriela Beltrán Ramos, graduada con honores del Conservatorio Real de Bruselas, Juan Darío Espinoza Córdoba interpretará al militar Don José y Mariano Fernández al torero Escamillo.

También al bajo Alfonso Marín como el teniente Zúñiga, Víctor Corona y Gabriel Cruz como los gitanos Dancaire y Remendado. Para Mercedes y Frasquita, se eligió a las sopranos Fernanda Allande, ganadora del Concurso Internacional Olivia Gorra, y Amanda León. 
 
El coro de gitanos, cigarreras y soldados lo realizan integrantes del programa de profesionalización de Centrópera Enrique Jaso AC y también participan niñas y niños del Grupo Coral Ágape, bajo la dirección del maestro Carlos Alberto Vázquez.

Los boletos van de 380 a 490 pesos y es recomendable llegar temprano porque las colas para entrar son muy largas. La temporada pasada llegaban familias completas y el Lunario estuvo a reventar en sus dos funciones, con un público infantil, de edades de 4 a 11 años, que sin lugar a dudas estuvo muy atento a la trama y arias de Carmen, aun más que sus padres.

Te puede interesar: Bailarín Isaac Hernández, Ofunam y Compañía Nacional de Danza ganan sus Lunas del Auditorio

APUNTES SOBRE CARMEN DEL AUDITORIO
 
Carmen es una ópera en cuatro actos con números musicales separados por diálogos, cuyo estreno se dio en 1875 en la Opéra-Comique de París (Francia), en medio de una controversia por su fallido éxito, tras escandalizar al público conservador que presenció aquella primera función.
 
Sin embargo, hoy en día es la obra más popular del repertorio operístico internacional, algo que pocos imaginaron, salvo el compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski, quien dijo: “Carmen será muy pronto la obra más popular del mundo”.
 
A través del tiempo se convirtió en la obra maestra del compositor francés, quien la ideó como una ópera menos solemne que contara una historia poderosa y profunda de la vida cotidiana, la de una seductora gitana que vive según sus propias reglas, una fuerza de la naturaleza que se transformó en figura cultural femenina definitoria, la cual ha tenido un impacto mucho más allá de la ópera.
 
La habanera L’amour est un oiseau rebelle y Toreador, dos de las arias más famosas que integran esta obra, fueron compuestas por Georges Bizet con dos semanas de antelación al estreno, sin embargo, han marcado la historia de la música. La primera, por ejemplo, se ha utilizado en la musicalización de producciones cinematográficas y campañas comerciales.
 
Originalmente, la historia de Carmen se desarrolla en Sevilla, España, durante el siglo XIX, en el contexto de una sociedad patriarcal, que la gitana desafió. Bizet, fascinado por la cultura andaluza, situó su ópera en Sevilla; ciudad que jamás conoció, porque la ópera francesa tenía una máxima: todas las óperas tienen que pasar en un lugar exótico y para el autor, esta región española lo era.
 
La bella y liosa gitana Carmen seduce a Don José, un soldado que ha jurado amor a Micaëla. Luego de que la protagonista se involucra en una pelea con sus compañeras que laboran en una fábrica de cigarrillos, el teniente Zúñiga ordena a Don José que la mantenga en prisión, pero ella envuelve al enamorado soldado y lo convence de dejarla ir, con la promesa de corresponder sus sentimientos y huye. El joven soldado paga las consecuencias de liberarla y es apresado. Un final trágico acabará con la libertad de Carmen.
 
Bizet modeló a Carmen a imagen y semejanza de Celeste Venard, una cantante de club nocturno y antigua prostituta conocida como “La Mogador”. Después de coincidir en un tren, se hicieron grandes amigos a mediados de la década de 1860, aunque Celeste Venard desmintió en sus memorias que hubieran sido amantes.