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Cultura

Otello, un feminicida en Bellas Artes

Fotografía: José Juan De Ávila

La noche del domingo mató una vez más a su mujer, el muy feminicida, pero los testigos le aplaudieron como nunca. Otello, la ópera de Giuseppe Verdi, volvió al Palacio de Bellas Artes, el lugar del crimen. Desde el 6 de abril de 1981, con Plácido Domingo, la tragedia de Desdémona era ahí sólo un recuerdo.

 

Pero otra vez se juntaron Shakespeare, el más grande dramaturgo, y Verdi, el más grande compositor de ópera y el más shakespereano, en un país como México, donde los feminicidios son vida cotidiana. Sobra decir que los boletos para las cuatro funciones se agotaron semanas atrás del estreno el domingo.

Para el rol principal, el tenor lituano Kristian Benedikt tomó el relevo, no sólo de Plácido; también llegó a México de última opción para sustituir al turco Efe Kislali, en la producción de la Ópera de Bellas Artes. Benedikt viene de interpretar al Moro de Venecia en la Wiener Staatsoper en febrero pasado, donde igual sustituyó a otro colega. Y en su debut en Bellas Artes, el teatro se rindió ante él.

 

Según Benedikt, ha matado a Desdémona un centenar de veces. No obstante, ya ha sufrido reveses para interpretar en su carrera a Otello, como en 2013 cuando Zubin Mehta se negó a incorporarlo a su elenco del Palau de Les Arts de Valencia, frente a la reina Sofía, para sustituir a otro tenor báltico, el letón Alexander Antonenko, según dieron cuenta entonces los diarios y críticos de la ciudad española.

 

Media hora antes de su primera función, Benedikt se quejaba de que en Bellas Artes no le daban todavía a firmar contrato para la temporada de cuatro presentaciones. “En ninguna parte del mundo me había ocurrido algo así”, comentaba el tenor lituano, que ha cantado también en Covent Garden con la Royal Opera House, en el teatro Mariinski de San Petersburgo y en la Bayerische Staatoper de Múnich.

 

El cantante báltico no se enfrentó a esa burocracia ni siquiera cuando hace dos años, en agosto de 2015, se presentó como Canio en la temporada de Pagliacci del Teatro Bicentenario de León, Guanajuato, donde alternó con la soprano Violeta Dávalos, como Nedda, y el barítono Carlos Sánchez, como Silvio.

Otello, ópera en cuatro actos con libreto de Arrigo Boito, está basada en la obra de William Shakespeare The Tragedy or Othello, the Moor of Venice, aunque la tragedia sea para Desdémona y la acción en la ópera de Verdi ya deja de pasar también en Venecia y transcurre solo en la isla de Chipre.

 

Verdi estrenó ésta, su penúltima ópera, en el Teatro alla Scala de Milano el 5 de febrero de 1887 y al siguiente año llegó la obra a México, el 17 de octubre de 1988, al Gran Teatro Nacional. En Bellas Artes tuvo su primera función el 21 de marzo de 1937 y su última antes de ahora, en 1981. Las presentaciones restantes son: martes 7 y jueves 9 de noviembre (20 horas), y domingo 12 (17 horas).

El éxito de Benedikt en Bellas Artes estuvo acompañado por una joven Desdémona, la rusa Elena Stikhina, quien el próximo año hará el papel más importante hasta ahora de su carrera como Leonora, en la producción de la Ópera de París de Il trovatore, otra obra maestra de Giuseppe Verdi. Con ellos, la maldad persuasiva y la traición de Iago la encarnó el barítono italiano Giuseppe Altomare.

 

Las ovaciones que recibieron los tres europeos incluso desataron el llanto de la rusa, que emocionada se arrodilló varios minutos ante el público y sus aplausos. Desde hacía mucho no se escuchaba esa calidad de voces juntas en una ópera completa en Bellas Artes, se comentaba en los pasillos.

 

Los papeles secundarios estuvieron a cargo de cantantes mexicanos: Encarnación Vázquez encarnó a Emilia, la esposa de Iago y doncella de Desdémona; Andrés Carrillo fue Cassio, capitán de Otello; Enrique Guzmán, Roderigo; y Alejandro López, Lodovico, embajador de la República Veneciana

 

La nueva producción de Otello en Bellas Artes quedó bajo la batuta del serbio Srba Dinić; la dirección de escena es de Luis Miguel Lombana, la escenografía, sencilla pero efectiva, corre a cargo de Adrián Martínez Frausto, y la iluminación, de Laura Rode. Participaron la Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes, y el Grupo Coral Ágape infantil, dirigido por Carlos Alberto Vázquez.

 

La próxima producción de la Ópera de Bellas Artes será El Murciélago (Die Fledermaus), la operetta cómica de Johann Strauss, con funciones el 7 y 14 de diciembre.

 

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