‘Tropiezo táctico’ de Culiacán no invalida estrategia de seguridad: Durazo

Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, defendió que el ‘tropiezo técnico’ vivido en Culiacán, Sinaloa a mediados de mes no invalida la estrategia total del actual gobierno. Esto al presentar el informe de los hechos que llevaron a la captura y posterior liberación de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, por errores y circunstancias que enlistó el general Luis Sandoval, secretario de la Defensa Nacional.

“Sin afán de justificarnos, siempre hay probabilidades de que un operativo de esta naturaleza salga mal, no obstante la extraordinaria experiencia de quienes lo llevaron a cabo […] no es prudente sobredimensionar las circunstancias, un tropiezo táctico no invalida la estrategia de seguridad en su totalidad”, dijo Durazo al introducir el informe que será entregado a la Fiscalía General de la República y el Congreso de la Unión durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por su parte, el general Sandoval reconoció que el fallo del operativo del 17 de octubre radicó en la “rápida reacción de los delincuentes, las agresiones hacia el personal militar y sus familias, la intención del grupo criminal de causar daños a la población, el riesgo de pérdida de vidas al generalizarse las agresiones y la falta de orden de cateo se tradujo en la decisión de retirar las fuerzas sin el presunto delincuente y sin culminar el proceso de detención”.

En el operativo participaron 103 elementos de la Sedena, 38 de los cuales forman parte del Grupo de Análisis de Información del Narcotráfico, y 42 de la Guardia Nacional divididos en 8 puntos de control que conformaron un anillo de seguridad interior y otro de seguridad exterior en torno a la residencia de Ovidio Guzmán. Esto en cumplimiento de una orden de captura provisional con fines de extradición a Estados Unidos por tráfico de metanfetaminas y fentanilo.

El Cártel de Sinaloa, explicó el general Sandoval, no solo se mostró dispuesto a agredir a la ciudadanía, sino que también logró entrar una unidad habitacional de la Sedena, en donde tomó como rehenes a 20 personas, entre militares y derechohabientes. A esto se sumó el secuestro de 2 oficiales y 9 elementos de tropa, así como el intento de soborno por 3 millones de dólares al comandante de la fuerza de intervención. Por lo que el gabinete de seguridad tomó la decisión colegiada de liberar a Ovidio.

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López Obrador, por su parte, agregó que “para imponernos por la fuerza se iban a necesitar refuerzos de dos mil o tres mil elementos y se iba a necesitar disparar ametralladoras desde los helicópteros”. Algo que pondría en riesgo vidas inocentes. Esto pese a que el mismo Ovidio se comunicó con su hermano mayor, Iván Archivaldo Guzmán, para detener la ofensiva del Cártel de Sinaloa. Lo que no ocurrió si no que, por el contrario, este amenazó a los elementos presentes.

La postura fue la misma que la del secretario Durazo, quien cuestionó que “habría sido fácil recurrir a un combate de exterminio sin cuartel, no respeto a las garantías individuales y al final de cuentas habríamos ganado, pero ¿a qué costo? ¿De qué sirvió la guerra contra el narco y tanta muerte y tanto dolor de sexenios anteriores, si las organizaciones delictivas proliferaron y se fortalecieron?”

El titular de la SSPC concluyó reconociendo, una vez más, que los hechos violentos fueron producto de una acción precipitada por parte de las autoridades involucradas en el operativo. Sin embargo, insistió en la solidez del Plan Nacional de Plan y Seguridad, enlistando las bases de combate a la corrupción, garantizar el bienestar social, respeto a los Derechos Humanos, la regeneración ética de la sociedad y las reformas jurídicas necesarias.

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