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Pandemia afecta a mexicanos en trámites de jubilación

Pandemia afecta a mexicanos en trámites de jubilación
Foto: Especial

Han pasado 6 meses de la llegada de la enfermedad por el coronavirus Covid-19 a México, y esta situación afectó a los ciudadanos con el cierre de todo tipo de empresas y oficinas, incluidas las gubernamentales, con la finalidad de evitar la propagación de la enfermedad cuyos contagios en el país actualmente llegan a casi 600 mil. Sin embargo, con motivo del cierre de dependencias existen diferentes personas afectadas en sus ingresos como es el caso de aquellos que recientemente habían comenzado su proceso para recibir su dinero por jubilación y que a la fecha, por la pandemia, tampoco han podido retirar recursos de su fondo de ahorro para el retiro (Afore).

En entrevista con La Hoguera la señora Carmen Ochoa relató que desde el primero de noviembre de 2019 causó baja del Servicio de Administración Tributaria (SAT); sin embargo, por problemas de salud no pudo recoger su oficio donde la dependencia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) le otorgaba su constancia de baja, necesaria para realizar sus trámites de jubilación.

Debido a su salud, relató que fue hasta un mes después cuando pudo acudir a Recursos Humanos de la administración en la Ciudad de México para tener acceso al documento que le permitiría acceder a su fondo de retiro que, como lo estipula la antigua ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), podían ser acreedores tras 28 años de trabajo.

A pesar de aclarar que entró en el complemento «cuentas individuales» de la Nueva Ley del ISSSTE y no tener la necesidad de cubrir los años de trabajo, tuvo que esperar a cumplir sus 60 años de edad para poder realizar su trámites con todos los documentos en forma.

Sin embargo, Carmen Ochoa señaló que los problemas comenzaron al acudir a la subdelegación del ISSSTE para el trámite de jubilación o pensión en la zona oriente, en la Calzada Ignacio Zaragoza, y debido a la poca orientación sobre el proceso para ingresar los papeles, tuvo que repetir el proceso por la información mal proporcionada por los asesores quienes le indicaron que debía hacer el trámite nuevamente si quería dejar un beneficiario.

«Desde un principio no me dijeron que tenía que presentar un escrito y tuve que volver a empezar a hacer todos mis trámites», declaró. Aunado a ello, el proceso se agravó con la llegada del Covid-19 que para el mes de marzo comenzaba a preocupar al gobierno local por el creciente aumento de casos en la capital. Debido a la propagación del virus, fue que la señora Ochoa ya no pudo dar seguimiento y culminar su procedimiento para su jubilación aunque afirmó que sí completó en tiempo el nuevo trámite mencionado antes de la suspensión de labores estipulado.

Tres meses después, en junio de 2020, la señora Ochoa acudió a la subdelegación del ISSSTE luego de enterarse que el gobierno reanudó parcialmente las labores administrativas; sin embargo, señaló que ahora no solo había personas buscando completar su trámite de jubilación, sino también había ciudadanos que querían solicitar la «ayuda de marcha» que se usa para gastos por familiares fallecidos por la enfermedad de Covid-19.

«Éramos más de 100, como unas 200 personas y todos los días era igual», expresó Carmen Ochoa, por otra parte expuso que la unidad del ISSSTE solo entregaba 15 fichas por día para atender únicamente a aquellas personas que solicitaban su documento el cual debe ser entregado a su Afore y recibir el dinero, pero afirmó que es mucha la demanda que no alcanzaba a ingresar.

Del mismo modo, comentó que por la gran cantidad de personas que se formaba, ella se dispuso a llegar en una ocasión a las cinco de la mañana para formarse, pero enfatizó que eso no fue suficiente pues aunque era temprano, ya había personas formadas pese a que la hora de apertura del ISSSTE es a las 9 de la mañana.

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Además, comentó que las personas que cuidaban los vehículos en las inmediaciones de la unidad, eran quienes apartaban los lugares en la fila. «No sabía de dónde salía tanta gente», expresó y señaló que a causa de que los lugares se apartaban ya le tocaba «hasta atrás» con una ficha número 100 para el acceso cuando inicialmente se encontraba en el puesto 25.

Carmen Ochoa aseguró que aquellos que cuidaban los vehículos les decían que no se formaran y que por una cantidad de dinero, ellos apartaban el lugar. «No se forme, señito, si quiere nosotros le apartamos el lugar y le damos uno de los primeros 15 lugares», declaró. Asimismo, explicó que las tarifas iban de los 300 pesos dentro del estacionamiento del ISSSTE y afuera 350 pesos para apartar o adelantar lugares en la fila.

Con enojo, la señora expuso que la última ocasión que lo intentó fue aquella vez que llegó a la unidad a las 5 de la mañana y que en el transcurso de las horas, hasta las 9, fue retrocediendo y no alcanzó de nueva cuenta a acceder para finalizar el trámite, que su Afore pudiera liberarse y recibir su dinero por sus años de servicio.

Así como la señora Ochoa, existen muchos casos que aún buscan culminar su trámite para la jubilación; no obstante, señaló que desistió del proceso puesto que tiene otros ahorros aparte del Afore, pero que de no tenerlos estaría «tronándose los dedos».

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