“No soy un oportunista”: AMLO sobre ‘diferencia ideológica’ con el EZLN

Luego de que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional refrendara su rechazo a los proyectos en el sureste del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador respondió asegurando que no es un oportunista ya que él ha trabajado en comunidades indígenas de esa región desde antes de que los dirigentes de la organización llegaran a Chiapas. Aclarando que sus diferencias con el EZLN son de carácter ideológico, por lo que rechazó que su gobierno pueda usar la fuerza en su contra.

“Empecé a trabajar desde 1977 en comunidades indígenas, hace 42 años y hay constancia de ello, trabajé 6 años en comunidades indígenas, ahí aprendí a trabajar en favor de los pobres, no soy un oportunista […] mucho antes de que algunos dirigentes de esa organización llegaran a Chiapas yo ya trabajaba en comunidades indígenas, ellos todavía estaban estudiando”, dijo López Obrador en su conferencia matutina.

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Esto en respuesta al mensaje del EZLN lanzado el día de ayer en el marco del 26 aniversario del alzamiento zapatista de 1994. Por lo que López Obrador aclaró que “no tenemos enemigos, mucho menos a los indígenas, tenemos adversarios. Esto tiene que ver, en el mejor de los casos, con una concepción ideológica o con una diferencia que se pueda tener en el terreno de las ideas, pero no son nuestros enemigos, si acaso nuestros adversarios, y eso, los ideólogos, no los indígenas”.

En ese sentido, López Obrador también rechazó que su gobierno pueda llegar a usar la fuerza contra el EZLN, por lo que se dijo sorprendido de la consigna del subcomandante Moisés sobre estar preparados para defender su tierra ‘hasta morir si es preciso’. “No se apega a la realidad eso. Es mucha propaganda, mucha carga ideológica, pero nosotros no somos así, no le vamos a quitar la tierra a nadie […] si yo no soy Salinas”, dijo.

López Obrador incluso advirtió a “a nuestros adversarios, los conservadores de, izquierda y de derecha, que no esperen que nosotros actuemos de manera autoritarias, no somos iguales, nosotros somos pacifistas, nosotros somos partidarios de la no violencia […] porque hay que recordar que los extremos se tocan”. Insistiendo que los proyectos no responden a asuntos ideológicos, sino a transformar la realidad y no solo a analizarla a la vez que se ‘administra’ la miseria de la gente.

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Por el contrario, expuso que el programa ‘Sembrando Vida’ ha generado 80 mil empleos en comunidades en donde tiene participación el EZLN. López Obrador contrastó estos puntos diciendo que “antes se respetaba, se admiraba, incluso hasta se utilizaba en lo político, en lo ideológico, al indígena muerto, y no se hacía nada por el indígena vivo que padece de pobreza y de marginación. Ahora puedo decir que las comunidades indígenas están recibiendo apoyos como nunca”.

Insistiendo en que no recurrirá a la fuerza y no quiere ‘pelearse’ con el EZLN, López Obrador incluso dejó la puerta abierta para que el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas que encabeza Adelfo Regino Montes entable diálogo con los dirigentes de la organización. Aunque recordó que, al visitar Guadalupe Tepeyac en julio de 2019, hizo un llamado a la unidad. Si bien reconoció que hubo un trato respetuoso mutuo, los pronunciamientos del Ejército Zapatista contra su gobierno han aumentado desde entonces.

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