No hay militarización en México: CNDH al anunciar que no interpondrá acción de inconstitucionalidad por GN

Luego de que el congreso de la Unión aprobara que la Guardia Nacional pasara a estar bajo la coordinación de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) aseguró que en México no hay un mando militar autoritario, mucho menos continuidad de políticas de militarización como existían en sexenios anteriores.

Además, de ello, la CNDH defendió el paso del grupo policial pues asegura que el Estado mexicano está “atendiendo la situación de emergencia” tomando medidas ante el diagnóstico de que las bandas criminales cuentan con armamento de grueso calibre, que se encuentran dispersos por todo el país, además de que cuentan con suficiente capacidad logística y económica que los hace convertirse en una amenaza latente para la paz y seguridad de las comunidades.

En ese sentido, el organismo autónomo dijo que no solamente no interpondrá una acción de inconstitucionalidad en contra de lo aprobado por los legisladores, sino que irá más allá de eso al sumarse a la medida propuesta por el Ejecutivo federal a través de sumarse a la ejecución de las reformas “mediante su observancia y monitoreo atendiendo las quejas que desde luego pudieran derivarse de posibles violaciones a los derechos humanos”.

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Sin embargo, subrayó que será necesario que la Guardia Nacional, ya bajo la administración de la Sedena, actúe de la mano con las instituciones del Estado mexicano y de organismos autónomos como lo es la misma Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Ante la defensa que hace del paso de la Guardia Nacional a la Sedena, la institución argumenta que ante la realidad de violencia que vive el país, y la cual no se puede negar, resulta “admisible” la intervención del Ejército en tareas de seguridad toda vez que las fuerzas estatales y municipales no han podido contener las acciones de la delincuencia organizada, por lo que “la Guardia Nacional debe considerarse como una herramienta del Estado democrático” para intervenir pero siempre atendiendo los estándares nacionales e internaciones en materia de protección a los derechos humanos.

Asimismo, afirma que, así como se proponen las condiciones con las que pasa el cuerpo policiaco a ser coordinado por la Sedena “no significa que se renuncia a esa tradición civilista” que mucho costó al país implementar, pero cuyo proceso del que también fue partícipe el Ejército. Pese a ello, llamó a los estados y municipios a no abandonar los esfuerzos de profesionalizar y depurar sus fuerzas de seguridad con mecanismos que aseguren eficacia, en tanto que también castiguen a aquellos servidores públicos que violenten las leyes.

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Por otra parte, la institución encabezada por Rosario Piedra Ibarra, destacó la alta aprobación que tiene el Ejército mexicano en todas las encuestas que realizan diversos organismos como el caso del Inegi en la que la población le da un 63.8 por ciento de aceptación, en tanto que la Guardia Nacional recibió 60.8 por ciento, esto en 2020.

Finalmente, la CNDH adelantó que “promoverá una reforma constitucional con el objeto de afianzar el carácter civil del Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, y un marco legal adecuado que asegure y de certeza de que el titular del Poder Ejecutivo, sea del partido que sea, jamás vuelva a utilizar a las fuerzas armadas en el control político de la disidencia o en acciones de represión contra el pueblo, o cualquier otra que sea violatoria de derechos humanos”.