Las apariencias engañan: la verdadera hincha jefa de Estado croata

Quienes presenciaron los partidos de futbol de la selección de Croacia vieron a una presidenta animosa, que no ocultaba la emoción al momento de los goles anotados por el representativo de su nación.

Circularon imágenes de la mujer abrazando fervorosa a los jóvenes franceses de procedencia africana y de otras regiones fuera de Europa. La imagen era de una mujer cálida, pero pocos saben que Kolinda Grabar-Kitarovic apoya las políticas antiinmigrantes y leyes que castigan a quienes prestan ayuda humanitaria a los migrantes.

Así es, la carismática mujer que no dudó en empaparse y abrazar efusivamente al presidente francés Emmanuel Macron en la ceremonia de premiación del mundial de Rusia es xenófoba.

La jefa de Estado croata fue la sensación del mundial de Rusia y, según el sitio de análisis de datos Mediatoolkit, las historias y publicaciones en redes sociales sobre Grabar-Kitarovic durante la final superaron en 25 por ciento a las menciones de su selección e incluso a las de jugadores como Luka Modric, quien ganó el Balón de Oro.

Pero la verdadera mujer de 50 años y la primera en llegar a la presidencia de su país en 2015 es una política conservadora que se vale de su afición al futbol en aras de dominar áreas “típicamente masculinas” con el fin de mostrarse como una líder fuerte y capaz, sin dejar de ser popular entre una amplio sector de la población, según considera Dejan Jovi, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Zagreb.

La mujer estudió en Estados Unidos; fue asesora de cooperación internacional del Ministerio de Ciencia y Tecnología de su país. Se desempeñó como consejera en la embajada de Ottawa, Canadá. En 2000 fue ministra de Asuntos Europeos, jefa de la cartera de Exteriores y embajadora en Estados Unidos.

Fue en este último cargo cuando vivió su primer escándalo debido a que su marido utilizaba un automóvil oficial para asuntos privados. Su popularidad mermó entonces; no obstante, poco después se convirtió en subsecretaria de Diplomacia Pública en la OTAN. El siguiente paso fue la presidencia de su país.

Pese a su exitosa carrera grupos de derechos humanos la consideran xenófoba por sus puntos de vista y los de la organización conservadora que representa: la Unión Democrática Croata.

Su visibilidad en el Mundial destapó datos oscuros como una foto con una bandera de raíces nazis y su acérrimo apoyo a las políticas antiinmigrantes, que incluyen propuestas de leyes para penalizar a quienes prestaran ayuda humanitaria a los inmigrantes.

Según el profesor Jovi durante la crisis de refugiados en 2015 Grabar-Kitarovic fue más radical en su postura que el propio gobierno y hasta sugirió el uso del Ejército para defender sus fronteras de los refugiados