Historia del funcionario de CDMX que ganó a despacho demanda por homofobia

Este miércoles el gobierno de Claudia Sheinbaum designó al abogado Armando Ocampo Zambrano como el nuevo titular de la Comisión de Atención a Víctimas de la Ciudad de México, para “garantizar el acceso a los procedimientos legales y jurídicos de aquellas personas que hayan sufrido algún delito en la capital del país”. Armando estaba muy sonriente y se le notaba la alegría de ser el titular de una de las dependencias capitalinas clave en esta crisis de violencia que azota a México.

El 5 de septiembre del 2018, Armando ganó el primer juicio por homofobia en México. Y no lo hizo contra un simple particular, sino contra el despacho Chevez, Ruiz, Zamarripa y Compañía, uno de los más grandes y poderosos de México.

Armando trabajó en aquella empresa por 7 años de su vida, donde todo parecía estar en orden. Sin embargo, en el año 2015 contrajo matrimonio con su actual pareja, Sergio Bueno Saldívar. Luego de ese acto, las redes sociales de Armando se comenzaron a llenar de fotos y videos que compartía con su pareja.

El nuevo titular de la Comisión de Atención a Víctimas tenía una relación con el despacho de “asociado” y por tiempo y méritos ya era acreedor a “socio capitalista”, lo que representaba un mejor sueldo y más prestigio dentro de la empresa y a nivel nacional. Pero de la noche a la mañana, le fue negado el ascenso y la firma comenzó a cerrarle las puertas.

De acuerdo con el mismo Armando, la firma lo había bloqueado de grandes corporativos y despachos de prestigio: “Tuve que empezar de cero a tratar de reconfigurar mi práctica profesional; así inicié casos de discriminación y con la diversidad sexual, como grupos vulnerables y objeto de violencia de género».

En noviembre de 2015, la misma empresa le confirmó que no era acreedor a ser “socio capitalista”, pues aunque cumplía con todos los requisitos para serlo, sería despedido por tener un problema con «su visión corporativa por sus temas personales».

En junio de 2016 denunció lo ocurrido ante el Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (CONAPRED), dependencia que en ocho meses resolvió que “no había discriminación en el despido”. Por tal motivo, Armando Ocampo decidió demandar al CONAPRED ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa para reclamar la nulidad de su resolución, pues, aseguró, alteraron su expediente y quisieron «desvanecer pruebas para afectar mi defensa».

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El Tribunal en seguida emitió una resolución en la que se había determinado que sí hubo discriminación en el proceso de despido “por homofobia”. Es así que la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa determinó el 5 de septiembre del 2018 (dos años después de la negativa de la CONAPRED) declaró que “sí hubo discriminación”, con 7 votos a favor y 2 en contra.

En todo el proceso, Ocampo afirmaba «me defenderé en la vía penal, así me cueste mi libertad, pero no me vencerá Chevez y así mostraremos que a la población LGBTTTI no nos doblan ya».

“Sepa esta jefatura de Gobierno, este congreso, que daré todo mi esfuerzo, todo mi desempeño y toda mi energía en desarrollar una gestión digna y eficiente que demanda esta Ciudad de México. Nos avocaremos a la atención inmediata de la problemática que aquejan las victimas con un enfoque diferenciador, con alta sensibilidad humana, aplicar el principio pro víctima y sobretodo especialmente siempre salvaguardando los fines que nos obliga la ley de víctimas de la Ciudad de México, la ley general de victimas como son los compromisos internacionales adoptados por nuestro país”, dijo Ocampo luego de ser nombrado por la jefa de Gobierno.

Cabe destacar, que Armando no es la primera persona de la comunidad LGBTTTI que está en el equipo de la mandataria capitalina, pues el titular de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), José Merino, es también abiertamente homosexual.