“Granaderos” también resguardan casa de Andrés Roemer

El “cuerpo de granaderos” de la Ciudad de México también se desplegó para proteger la casa de Andrés Roemer, quien acumula 61 denuncias por acoso y agresión sexual en su contra. Esto luego de que mujeres que se manifestaban con motivo del 8 de marzo lograron derribar la muralla de madera que el académico y diplomático erigió en torno al inmueble que también utiliza como oficina y domicilio fiscal de su asociación.

Cerca de las 8 de la noche de este lunes, comenzaron a circular videos en redes sociales sobre como las mujeres manifestantes habían logrado derribar la muralla que Romer Slomianski mandó a construir ayer para proteger su residencia en la colonia Roma de la Ciudad de México. Esto dado que, en las últimas semanas, se han acumulado 61 denuncias en su contra por parte de mujeres con las que trabajó en distintos puestos laborales.

Sin embargo, minutos después el supuestamente desaparecido cuerpo de granaderos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana arribó al inmueble. Al menos un par de decenas de elementos, ataviados con escudos y armaduras protectores, montaron un cerco de seguridad que abarcaba tanto la casa como una amplia porción de los dos inmuebles aledaños a ambos lados. Impidiendo que las manifestantes pudieran seguir pintando consignas en la fachada del edificio.

Desde anoche, horas después de que se difundió la noticia que habían amurallado la residencia, mujeres acudieron al lugar para poner pintas y carteles en contra del fundador de la ‘Ciudad de las Ideas’. Entre estas, se leían las leyendas “Ricardo Salinas encubridor” y “(José Antonio) Meade encubridor”, refiriéndose tanto al dueño de Grupo Salinas, donde labora Roemer, como al excandidato presidencial del Revolucionario Institucional, de quien fue asesor.

Como se reportó ayer en La Hoguera, la residencia de la colonia Roma también funge como oficina particular y es el domicilio fiscal de ‘Poder Cívico’, la asociación civil de Roemer. De acuerdo con investigaciones, varios de los actos de acoso y agresión sexual denunciados habrían ocurrido al interior del lugar, dado que el colaborador de Salinas Pliego solía citar a sus empleadas y compañeras de trabajo en su despacho bajo argumentos de trabajo.