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Internacional

Francia: muestra fortuita de ADN resuelve caso después de 30 años

Niña desaparecida por fin es encontrada
Foto: Le Parisien.

Hace 30 años, en 1987, el cuerpo de una niña envuelto en una manta y metido en una zanja fue encontrado al borde la carretera A10 a la altura de Blois, en el centro de Francia. No se supo quién era, ni quién la mató. El cadáver, con signos de violencia extrema, nunca fue reclamado por nadie. El caso, que comenzó a ser conocido como “la pequeña mártir de la A10”, fue uno de los más misteriosos de Francia y permaneció sin pistas, ni testigos, completamente a la deriva. Hasta ahora.

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En su momento, los forenses pudieron determinar poco acerca de qué fue lo que le pasó a la pequeña; se supo que tenía entre tres y cinco años y había sido víctima de maltratos desde hacía mucho tiempo. Su cadáver presentaba señales de quemaduras de plancha, fracturas mal curadas y cicatrices de mordeduras humanas realizadas por una mujer, según los expertos. El juez de instrucción encargado del expediente, llegó a considerar que se trataba “prácticamente de un caso de antropofagia con eliminación de carne”, recuerda la Agencia France Presse. Según el diario Le Parisien, no hubo una causa única de su muerte, sino que la niña habría muerto a raíz de los largos maltratos que padeció.

Las autoridades francesas visitaron casi 65.000 escuelas e interrogaron a 6.000 médicos y auxiliares de escuelas infantiles, en un intento de identificar a la niña. Se difundió su fotografía en 30 países, junto con los pocos datos que se tenían de ella: que medía 95 centímetros, pesaba 20 kilos, tenía el pelo castaño y ondulado y los ojos marrones, que podía ser de origen magrebí. Todo fue sin éxito.

El caso fue cerrado en 1997, pero en 2007 y 2012 se cotejaron las huellas encontradas en la manta, con el fichero nacional. No obstante, sería hasta el 2017 que la acción tendría éxito: las huellas coincidieron con las de un hombre acusado por un caso de violencia.

Era el hermano de la «pequeña mártir de la A10».

La pista del hombre condujo a sus padres, dos sexagenarios de origen marroquí separados desde el 2010. La policía comprobó que tenían registrados siete hijos, pero que una niña llamada Ynass, nacida en 1983, tenía décadas de no haber sido censada.

Ambas personas fueron arrestadas el martes, de manera preventiva. En rueda de prensa, el fiscal Frédéric Chevallier comentó que los padres han diferido en sus versiones; el padre, de 66 años, «dijo que vivió un infierno con su esposa, que ella era violenta con él y con las tres hijas que tenían, que él vivía dominado por su mujer y que un día, cuando entró a casa, se encontró con el cuerpo sin vida de la niña». Se fue con toda la familia en el coche rumbo a Marruecos y en la mañana del 11 de agosto de 1987, dejó «abandonada en la autopista» a su hija muerta.

La madre, de 64 años, quien siempre aseguró a la gente que la rodeaba que Ynass vivía en Marruecos con familiares, ha mostrado inconsistencias en sus declaraciones; primero mantuvo que su hija seguía viva, tal como contó durante casi 31 años, pero ante el juez acabó reconociendo que su hija había fallecido. Admitió que «podría haber sido violenta con Ynass», pero rechazó ser la responsable de su muerte.

Ambos han sido imputados por cargos de asesinato, ocultación de cadáver y violencia contra un menor de menos de 15 años. El caso afectó severamente a los vecinos de Suèvres, que durante años depositaron flores en la tumba anónima de la pequeña.

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