Tras reiterar Estados Unidos (EUA) su reconocimiento a la Asamblea Nacional de 2015 en Venezuela en la que se nombró como presidente interino a Juan Guaidó, el gobierno de Nicolás Maduro acusa intervencionismo en su país por parte de la administración del demócrata Joe Biden.

A través de un comunicado, la Casa Blanca reiteró su reconocimiento a Guaidó y dijo apoyar al pueblo venezolano y su deseo de que se restaure la democracia de manera pacífica a través de elecciones libres y justas.

“El patrón de represión política del régimen de Maduro, los abusos desenfrenados de los derechos humanos, así como las severas restricciones a los actores políticos y de la sociedad civil y la libertad de expresión le han robado al pueblo venezolano la autodeterminación democrática. Apoyamos los esfuerzos de la Plataforma Unitaria y otros actores para establecer el orden democrático y el estado de derecho en Venezuela”, se lee en el documento.

Ante ello, el gobierno de Biden llamó al Maduro a restablecer las negociaciones con la oposición, mismas que se levaban a cabo en México, antes de ser interrumpidas por Venezuela por la detención del empresario colombiano Alex Saab, acusado por Washington de ser el principal testaferro de Nicolás Maduro.

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Estados Unidos advirtió que continuará trabajando con sus socios venezolanos e internacionales y usando todas las herramientas diplomáticas para “presionar por la liberación de todos los detenidos injustamente por razones políticas, el respeto a la libertad de expresión y otros derechos humanos”.

Tras este posicionamiento, el gobierno de venezolano de Nicolás Maduro, a través de su canciller Félix Plasencia, acusó intervencionismo y violación del derecho internacional por parte del gobierno de Joe Biden.

“Venezuela rechaza nuevo intento intervencionista por parte del gobierno de EEUU en clara violación al derecho internacional”, señala.

Plasencia reitera que la posición de Washington “pretende vulnerar la autodeterminación y soberanía del pueblo venezolano, quien reconoce a Nicolás Maduro, como su legítimo presidente”.

Además, asegura que este representa un nuevo esfuerzo por parte de EUA y de su política fracasada “que de manera criminal afecta la soberanía del país y busca poner en riesgo la paz, estabilidad y desarrollo. Es lamentable que al nuevo gobierno de Estados Unidos le siga faltando el valor de intentar sostener una relación diplomática de diálogo y respeto con el gobierno Constitucional de Venezuela, y lejos de superar la política hostil de su predecesor, el gobierno actual continúe su persecución financiera, diplomática, económica y política contra Venezuela”.

Por ello, el gobierno de Maduro exige al gobierno de Estados Unidos “abandone sus amenazas y que rectifique su posición como lo han hecho varios actores internacionales”.