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Efectos psicológicos y físicos se acentúan en pacientes con Covid-19

Foto: Cuartoscuro

«¿Qué voy a hacer?, mi esposa tiene diabetes, ¿y si se me pone mal?, ¿y si se muere? o ¿si me muero y la dejo?», son sólo algunos de los pensamientos que agobian a algunos contagiados de Covid-19, cuenta a La Hoguera un trabajador de Querétaro que quedó con problemas para respirar.

La Secretaría de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS), al inicio de la pandemia por Covid-19, informó cuáles eran los síntomas para reconocer la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, como tos o estornudos, fiebre y dolor de cabeza, que pueden estar acompañados de dificultad para respirar, dolor de garganta, escurrimiento nasal, ojos rojos y dolores de músculos o articulaciones; sin embargo, no son lo único a lo que se enfrentan muchas personas con esa enfermedad.

Antonio Hernández, quien trabaja en el área de Recursos Humanos del transporte público en Querétaro, relata a este portal que es uno de los 3 mil 203 casos de Covid-19 que acumula el estado, donde se enfrentó a los síntomas y a diversos factores que generaron desesperación, incertidumbre, miedo, temor y hasta la sensación de soledad, esto, por la posibilidad de haber contagiado a alguien más o a su familia completa, ya que su esposa padece diabetes.

«Yo empecé a sentirme mal el 8 de mayo, mal, mal, de verdad, yo sentía como si estuviera resfriado, como con dolor de cuerpo, articulaciones y temperatura, yo pensé en ese momento que era un resfriado normal, entonces me dije «ya me dio gripa o algo»; yo anduve trabajando y otro compañero del trabajo presentó síntomas, pero él ya traía mucha temperatura y por eso lo regresaron del trabajo, y como trabajamos dentro de las mismas áreas, me pareció raro que el presentara un resfrío», comentó, así como agregó que decidió comprar medicamentos antivirales, para cortar el resfrío, sin embargo, no le funcionaron, ya que siguió con síntomas durante los siguientes días.

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Asimismo, Antonio comentó que conforme los días pasaban seguía sintiéndose mal con cansancio y cuerpo cortado, a pesar de eso, siguió trabajando. Al caer la noche él comenzaba a sospechar que el malestar no desaparecía, ya que de acuerdo con sus sistema inmunológico, ese tipo de enfermedades solo le duran un día, pero al tomar nuevamente antivirales, comenzó con dificultades para respirar, donde sintió una desesperación que para mitigarla tuvo que poner frente a él un ventilador para sentir que podía respirar y la angustia se hizo presente, ya que algo no estaba bien con su cuerpo, recuerda.

«Me salieron anginas, entonces yo relacioné que el malestar se debía a las anginas. Al otro día, mi esposa y yo fuimos al doctor y la doctora efectivamente me confirmó la infección en las anginas, me mandaron penicilina y paracetamol, para calmar el dolor y la infección y la empecé a tomar y no había mejora. Ese día mandaron a llamar a todos en el trabajo ya que el compañero del resfrío fue diagnosticado como positivo para Covid-19, entonces yo me espanté, por lo que levanté la mano y dije que me sentía mal, que no podía respirar, que tenía una infección en la garganta, pero yo seguí trabajando y así estuve de un martes a un jueves, donde ese día yo acudí al trabajo más a fuerza que de ganas, porque yo ya no podía», detalló, mientras que lo mandaron al doctor y que se realizará una prueba para confirmar o descartar que fuera la enfermedad, por lo que acudió al Centro de Convenciones de Querétaro, por ser centro Covid, pero la respuesta de atención fue negativa

En ese sentido, comentó que ese mismo jueves por la noche le avisaron que no acudiera al trabajo, ya que presentaba síntomas relacionados con el Covid-19, lo que provocó que comenzara con afectaciones psicológicas, donde expresa que comenzó a sentir soledad, ya que nadie se podía acercar a él, además de que el temor de contagiar a alguien más cada vez se hacía más presente, luego de enterarse que uno de sus compañeros, quien había dado positivo, infectó a su esposa y a su hija.

«Comienza un choque bien fuerte, me avisan que el compañero ya había infectado a su familia, entonces a mí me dio miedo haber infectado a Damaris, mi esposa, es ahí cuando empieza esa parte de los cuestionamientos: «¿Qué voy a hacer?, mi esposa tiene diabetes, ¿y si se me pone mal?, ¿y si se muere? o ¿si me muero y la dejo?» Tu mente hace toda una novela en tu cabeza, donde casi casi matas a todos. Esa misma noche no pude dormir, empecé a bajar de peso, a sufrir diarreas, además de perder los sentidos del olfato y del gusto, nada me sabía, mi esposa también presentó diarreas y ahí fue cuando todo mi mundo se vino abajo, por eso mismo, menos podía respirar. Al otro día, acudimos con otro doctor y me mandaron una prueba a mí y una prueba a ella, porque les dije que era diabética y había estado en contacto conmigo», expresó.

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Además destacó que en ningún hospital quisieron hacerle la prueba, recibió negativas de atención médica, por ello, decidió avisar en su trabajo, que decidió enviarle a personas de laboratorio a su casa, a quien ellos llamó como caza fantasmas, debido al equipo médico de protección que portan para su seguridad, por lo que le hicieron la prueba y en 48 horas él obtuvo un resultado positivo.

«Mi mundo ahora sí se me acabó, de por sí ya me sentía mal, pero en ese momento sentí que psicológicamente se me acabó todo, porque empiezas a acordarte de todas las personas que tocaste, con los que estuviste y me acordaba mucho de mi esposa, de su mamá, porque fui a verla, de mi hermano. Lo primero que hice fue avisarle a ella, de que había salido positivo y les dije que estuvieran pendientes de sus síntomas y que fueran inmediatamente al doctor, pero nunca presentaron síntomas. Yo me quedé en mi casa y ella se quedó con su mamá, para evitar el contagio. Fue el 8 de mayo cuando empecé con los síntomas y hasta el 8 de junio fue cuando ya pude salir de casa», comentó.

Finalmente, señaló que tras su recuperación, quedó desgastado físicamente, por lo que ahora debe tomar vitaminas, además de que las secuelas son algunos problemas de respiración, donde no puede respirar de forma normal debido a la sofocación que luego presenta al realizar actividad mínima, donde siente que le falta el aire y de acuerdo con los médicos, tardaría alrededor de un mes en que Antonio pudiera recuperar sus energías, ya que las defensas de cuerpos quedaron muy bajas.

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