Construye gobierno modelo electoral-clientelar, lamenta Álvarez Icaza

Un año ha pasado desde que el senador Emilio Álvarez Icaza inició su aventura política como integrante de la Cámara de Senadores. En el marco de su primer informe de labores legislativas, La Hoguera MX conversó con el ex titular de la CDHDF sobre los costos de su aventura “sin partido” y los retos que identifica para el Senado en los próximos periodos de trabajo.

Para Álvarez Icaza, el último año de trabajo ha sido uno lleno de contrastes. Respecto a la primera etapa, finalizando el sexenio de Enrique Peña Nieto, afirmó que la evaluación real se dio el primero de julio. A partir de la entrada al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la Cámara, dijo, aprobó iniciativas que dan forma a una democracia social, sin embargo, consideró que existieron otro tipo de decisiones preocupantes.

Entre éstas, las que dieron forma a un modelo que calificó de un rompecabezas que forma una lógica de militarización del país a través de la estrategia de seguridad y la creación y características de la Guardia Nacional. Otro ejemplo, el del tránsito de la Procuraduría General a la Fiscalía, afirmando que no se dotó a esta de autonomía, lo cual les resta autoridad para pedir a los gobiernos estatales que no haya “procuradores carnales si eso se hizo”.

El senador sin partido comentó también las señales que le muestran que en México se está construyendo un régimen centralista. La actual Ley de Austeridad, añadió, permite al presidente decidir cómo se gastan los ahorros obtenidos con la reducción del gasto en algunos rubros, siendo esto totalmente arbitrario.

Otro ejemplo puesto en la mesa fue la decisión de desaparecer programas como ‘Progresa’, del cual había controles de padrones e información de cómo se ejecutaba. Contrario a ello, denuncia que ahora esta estructura parece el armado de una estrategia electoral- clientelar puesto que lo operan cuadros, representantes, secretarios y superdelegados de Morena. «No veo un modelo de garantías de derechos sino de construcción de clientelas y eso supone decisiones en pocas gentes, centralizado y opaco», dijo.

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Álvarez Icaza mostró su molestia por el hecho de que los superdelegados federales sean candidatos a gobernadores, puesto que están utilizando recursos de gobierno con fines electorales, algo que Morena y el actual presidente criticaban.

La experiencia del senador al carecer de un partido también fue compartida. Apuntó que su trabajo legislativo empezó con la lucha por utilizar la tribuna y el derecho a la voz, puesto que todo está hecho para la interacción de los grupos parlamentarios y esa lógica lo excluye. “Con el tiempo esto se logró [ser incluido] y eso me parece vital para darle voz a todas las voces”, contestó.

Asimismo, compartió que esta “aventura” le ha provocado también ser el senador que menos recursos tiene y ser castigado e impedirle tener más presencia en comisiones, afirmando que él pidió participar en 5 y solo le dieron dos sin la oportunidad de presidir alguna, pero convencido de “asumir las consecuencias de actuar en libertad”.

Por otra parte, relata que cuando el bloque mayoritario, de Morena y aliados, tiene los votos asegurados no les importa su voto, situación que contrasta cuando les falta un sufragio a favor y voltean a verlo “con mucho interés”, habiendo ya ocasiones donde su voto hizo la diferencia, afirmando que su importancia en la Cámara es el cuestionar o construir, sin insultos, desde la tribuna.

No obstante que considera que su labor es complicada frente a un grupo mayoritario con un liderazgo claro desde lo más alto del país, señaló que el trabajo previo en DDHH le ha permitido desarrollar una enorme tolerancia a la frustración.

Álvarez Icaza señala que no todo lo que se impulsó desde la presidencia o desde los liderazgos partidistas de Morena sea algo negativo, puesto que incluso sus votaciones corresponden 70% a favor y 30% en contra, pues no tiene problema en construir cuando se trata de avanzar en derechos, «es una alegría coincidir», aunque aclarando que ha estado en contra de dictámenes aprobados en materia de seguridad, reforma educativa, ley de austeridad, y advierte riesgos que tienen un mayor impacto en los derechos de la sociedad mexicana.

Pese a ser su primer año en el Senado, sobre su futuro político comentó que está con la iniciativa AHORA MX valorando si constituyen una nueva fuerza política y están en diálogo para eso, “esperamos que en unas semanas pueda dar razón de ello, pero si no tenemos fuerza política para eso, seguiremos la batalla cotidiana por la democratización de México”.

Ante la insistencia en el tema, negó que haya actualmente un acercamiento de otros partidos pero sí de organizaciones; de igual manera contestó que utilizar el registro de otro partido no es algo que ven en el horizonte. “No tenemos un ofrecimiento y no tenemos ese horizonte como para confrontarlo ni trabajarlo, estamos pensando en construir algo nuevo”.

Finalmente, ante el cercano inicio del nuevo periodo ordinario de sesiones, Álvarez Icaza compartió la oportunidad, el desafío y el peligro: “La oportunidad es avanzar en una miscelánea de agenda de derechos humanos, voy a proponer por lo menos 6 distintos temas y que eso permita avanzar en una política de Estado en Derechos Humanos; el desafío lo veo en el tema de revocación de mandato, tiene que ser derecho de la gente y no una prerrogativa del gobernante, como hoy se presenta, es una distorsión perversa de un derecho; y eventualmente la cosa más importante será que el Senado siga funcionando como contrapeso puesto”.

“Los gobernadores totalmente desdibujados, controlados por la chequera y en silencio, vamos a ver ahora con el nuevo líder del PRI, que pasó de la bravería a un presidente del PRI que dice estar dispuesto hablar con el presidente y lo describen hoy con el fenómeno del AMLITO”.