En la extensa entrevista que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, concedió al diario español El País, destaca que pese a tener una visión diferente del mundo con el presidente Andrés Manuel López Obrador por sus orígenes, tiene una coincidencia muy grande respecto a las transformaciones que requiere el país.

Este diario español es descalificado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ha avalado los fraudes electorales en México y defiende los intereses corporativos de sus dueños y de empresas españolas que han visto al país como tierra de saqueo, ha sostenido el mandatario de manera recurrente.

“Él (el Presidente) estudió Ciencias Políticas y yo Física; yo soy mujer, él hombre; él es de Tepetitán, en Tabasco, yo soy chilanga [de Ciudad de México]. Claro que hay maneras distintas de entender el mundo sencillamente por dónde vienes”, explicó la mandataria de la ciudad.

En la entrevista realizada por el periodista Javier Lafuente, subdirector de El País América y El País México, se le cuestionó sobre sus diferencias con el presidente López Obrador, uno de ellos, el llamado al uso de cubrebocas en la pandemia por Covid-19, al que el jefe del Ejecutivo Federal ha sido renuente.

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“Llevamos tantos años de lucha juntos que un cubrebocas no nos va a dividir, sencillamente yo pensaba de esa manera y así lo dije, pero tampoco critico la otra”, respondió Sheinbaum.

Y aunque reconoció que sí existen mínimas discrepancias, dijo que lo raro sería que no fuera de esa forma tras tantos años de lucha juntos. “Pensar que tenemos diferencias en lo sustantivo cuando venimos del mismo movimiento sería absurdo, ¿no?”.

Por otro lado, la jefa de Gobierno asegura que le preocupa más el trabajo que la imagen, ello en referencia a las llamadas telefónicas que realizó personalmente a las personas que necesitaron una ambulancia en pleno pico de la pandemia por Covid-19, y que nadie conocía esa historia. “Se desplazó al centro del control de la ciudad ante el colapso y la falta de ambulancias y sin decir quién era pidió hablar con todas las personas que estaban esperando una”, señala el texto.

En ese sentido, la entrevista afirma que Sheinbaum pone mucho énfasis en el trato con las personas, a quienes dice saludar desde el que está en la puerta hasta al más rico de la ciudad, trato que también exige a sus colaboradores.

Además, explica que a la jefa de Gobierno no le valen las excusas de sus secretarios cuando les pide cuentas sobre la realización o conclusión de una petición u obra en beneficio ciudadano, “aquí no hay autocomplacencias”, les reitera.

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Respecto al colapso de un tramo de la Línea 12 del Metro, en el texto apenas se le dedica un par de líneas en las que se afirma que la mandataria instruyó a sus colaboradores a hablar todos los días con las víctimas o familiares de ellas para brindarles toda la atención solicitada.

Otro de los temas un tanto incómodos, el de las marchas feministas, Sheinbaum dijo no entender el movimiento feminista asociado con la destrucción. “No estoy de acuerdo con quien dice que, como las mujeres hemos sufrido violencia, tenemos derecho a violentar. Hubo manifestaciones feministas que quemaron librerías, para mí eso es fascismo”.

Sobre ello, adelantó que, protegiendo los monumentos históricos, evitar que se quemen librerías, que se violente a las personas que van pasando cuando hay una marcha.

Sobre sus aspiraciones presidenciales, dijo que su ello dependerá de qué dirá la encuesta que se haga en su partido, Morena. “No se trata de que yo quiera ser presidenta. Mi papel en este momento es seguir haciendo bien mi trabajo y que el pueblo de México y de la Ciudad de México se sienta orgulloso de mí”.