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Metrópoli

Catedral Metropolitana de la CDMX vuelve a recibir fieles y turistas

Foto: Francisco Mendoza

Pese a la restricción aún vigente para evitar los servicios religiosos, la Catedral Metropolitana de la CDMX abrió este día sus puertas para recibir a fieles y turistas bajo distintos tipos de precauciones para evitar que la misma se convierta en un posible foco de infección del coronavirus SARS-CoV-2, el cual ha provocado la pandemia de Covid-19.

A cuentagotas, algunas personas que se daban cuenta de la apertura de la reja de la Catedral Metropolitana, en el Centro Histórico de la CDMX, preguntando por la posibilidad de acceder a ella a dos elementos de la Guardia Nacional, quienes fungen como el primer filtro para ingresar al recinto religioso ya que se aseguran de que la gente se limpie los pies en el tapete sanitizador, le proporcionan gel y miden la temperatura.

https://www.facebook.com/LaHogueraMx/videos/1258857564462054

Tras verificar que los fieles y turistas no tienen fiebre (temperatura menor a 37.5°C) ni ningún síntoma de enfermedades respiratorias, estos permiten avanzar a los visitantes hacia el interior del recinto, donde se reitera con un anuncio este protocolo y se retoma al pasar frente a una cámara que de igual manera mide la temperatura del cuerpo en un segundo filtro.

En una visita, La Hoguera comprobó que en este primer día no existió aglomeración, por lo que al interior únicamente era visible un elemento más de la Guardia Nacional, el cual se encargaba de vigilar que las personas guardaran la ‘Sana Distancia’, especialmente en las bancas de la misma, donde ahora únicamente se señalan 2 «lugares seguros» por cada una de estos.

Durante las misas se prevé permitir solo a dos personas por banca. Foto: Francisco Mendoza

En las pantallas también lucen algunas indicaciones a seguir, tales como el estornudo de etiqueta, reposar solamente en un «lugar seguro» y evitar tocar espacios comunes, de manera que por el momento parece que quedará mermada la veneración de algunas figuras las cuales en ocasiones provocan que la gente bese o toque las mismas o los maderos de las puertas que las resguardan.

Las celebraciones litúrgicas sufrirán una transformación debido a la pandemia del Covid-19, empezando con el sacramento de la Eucaristía. Según se señala, se mantendrá vigente la «dispensa» del precepto de la misa dominical a los fieles católicos durante la emergencia sanitaria; además, se autoriza a sacerdotes a celebrar más de 3 misas para evitar aglomeraciones, sugiriendo que la asistencia misma se puede organizar por medio de una agenda para evitarlas también.

Lo indicado por la Catedral Metropolitana también muestra una flexibilidad y una adaptación al momento que se vive por la pandemia de Covid-19, por lo que ha decidido poner un máximo en la duración de la misa estableciendo como límite 45 minutos «pero sin sacrificar el decoro» de esta, contando incluso con el servicio de organista o coro, pero siempre cumpliendo las medidas sanitarias.

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La epidemia en México ha hecho también que ahora la iglesia católica mexicana, en uno de sus centros más importantes a nivel nacional, imponga medidas sanitarias adicionales como el suprimir el uso de hojas dominicales, así como el saludo en el rito de la paz en la que los fieles se dan la mano. En la serie de mensajes dados se señala que la colecta debe realizarse al término de la celebración, no obstante, las limosnas ahora serán actualizadas también y existen letreros que indican un código para poder realizarlas ahora de manera electrónica escaneando un código.

Para la comunión, el sacerdote deberá utilizar cubrebocas, así como utilizar gel sanitizante antes y después de darla a los fieles, aunque ello no será en la boca como antes sino en la mano, teniendo que hacer una fila distanciándose del más cercano 1.5 m.

Las ceremonias también cambiarán su aforo manteniéndose con grupos pequeños, considerando que el 30% es el número recomendable de asistentes en la fase naranja. Los sacramentos de la unción para enfermos también sufrirán modificaciones, pidiendo a los sacerdotes no solo lavarse las manos con agua y jabón antes y después de la visita sino también llevar y usar guantes, gel antibacterial y cubrebocas, evitando todo contacto físico y guardar la sana distancia, debiendo hacerse la unción con un hisopo con punta de algodón que después debe ser incinerado.

Algunas oraciones son colocados en las pantallas, las cuales están relacionadas con el tema de la salud y la enfermedad. Foto: Francisco Mendoza

Para los funerales o exequias se recomienda realizarlas en espacios abiertos, con un máximo de 15 personas que deberán estar a una distancia física de 1.5 metros y utilizando de manera obligatoria cubrebocas.

Pocas personas se percataron que el lugar estaba abierto, por lo que los visitantes entraban a «cuentagotas» por una sola puerta. Foto: Francisco Mendoza

Por último, se da a conocer que las iglesias y parroquias deberán tener un equipo que apoye al sacerdote a que los recintos religiosos cumplan con todas las reglas, teniendo como responsabilidad el limpiar las bancas con sanitizador, tomar la temperatura a los fieles, verificar el uso del cubrebocas, proveer gel antibacterial a los asistentes, invitarlos a desinfectar sus zapatos al entrar y cuidar la sana distancia, debiendo además por su parte informar cualquier síntoma de Covid-19.

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