Restauradores no acataron las normas antes del incendio en Notre Dame

Luego de las investigaciones sobre lo ocurrido en la catedral de Notre Dame, en París, en el que un incendio consumió gran parte del lugar, se dio a conocer que los obreros que trabajaban en las horas de renovación no acataron las normas.

De acuerdo con la información que reveló este miércoles el diario Le Canard Enchaîné, se confirmó que la empresa responsable del andamiaje del templo gótico no se dio cuenta que las personas que laboraban ahí fumaron dentro de Notre Dame, cuando eso era algo estrictamente prohibido, aunque la empresa negó que esta fuera la causa del incendio.

“Efectivamente, algunos empleados violaban la prohibición (de fumar) de vez en cuando, y lo lamentamos”, dijo a la Agencia France Presse Marc Eskenazi, portavoz de la empresa Le Bras Frères.

Los investigadores de la Fiscalía de París, que decretaron que esto es un incendio involuntario, encontraron cerca de los restos de los andamios siete colillas de cigarros, aunque Eskenazi negó que ese fuera el origen del incendio.

“Cualquier persona que haya intentado alguna vez prender el fuego de una chimenea (sabe que) no pasa gran cosa cuando se lanza una colilla sobre un tronco de roble” dijo el portavoz.

Pero los trabajadores no sólo incumplieron con la norma de no fumar y, según el diario satírico, la cubierta de madera no debía tener encima ningún dispositivo eléctrico que pudiera provocar una chispa “cables eléctricos corrían por todo el envigado”, colocados “por demanda expresa de los clérigos” a pesar de estar en clara “infracción de todas las normas de seguridad dictadas por los arquitectos jefe de los monumentos históricos”.

Por otro lado una de las acusaciones es para el empleado del dispositivo de seguridad de la catedral por haber dado una información errónea que, de acuerdo con los informes, los bomberos llegaron 35 minutos después de que sonara la primera alarma de incendios y no 20 como señaló la versión oficial.

Fue hasta la segunda alarma de incendio que los responsables lograron encontrar el origen del fuego pero, para cuando lo encontraron, ya era demasiado tarde. La primera alarma sonó a las 18:20 horas y los bomberos fueron alertados hasta las 18:51 para llegar justo antes de las 19 horas.

Y al llegar los bomberos se encontraron con otro problema: el espacio entre las columnas era insuficiente para permitir el paso necesario de agua (entre 200 y 500 litros de agua) para contrarrestar el incendio rápidamente que cada vez era más difícil de controlar y terminó por destruir la cubierta, la aguja y campanario de Notre Dame.

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