Tlahuelilpan: peritajes y morbo en medio de un hedor a gasolina y carne quemada

Los peritos que están a cargo de la recolección de restos y de la investigación continuaron este domingo su trabajo en el lugar de la explosión del ducto en el poblado de Tlahuelilpan. Su trabajo, contaron a La Hoguera, ha sido extenuante. Por tal razón, se han apoyado en la ayuda de personas del municipio para la excavación en la parte del ducto.

Se ha encontrado restos humanos y pertenencias de las víctimas. Entre las muchas cosas están: una mano y un pie calcinados, dos carteras, monedas de pesos mexicanos, partes de teléfonos celulares, huesos humanos y calzado. Todo es tomado por los peritos y puestos en bolsas especiales para su análisis en los laboratorios.

El lugar de la explosión se encuentra a 4 km del centro de Tlahuelilpan. «Al lugar llegaron cientos de personas por pura curiosidad, que no tenían ni familiares desaparecidos ni muertos, pero querían arribar al lugar por el morbo de saber cómo quedó el lugar», dijo un perito a La Hoguera en entrevista.

A pesar del tiempo pasado desde la explosión, el lugar aún estaba impregnado del olor a gasolina. Pero había otro olor, un olor duro, crudo; un olor que no está en el registro del común de los hombres: olor a la carne humana quemada. Este olor hiere y todo el valle tenía ese hedor, combinado, obviamente, con el de la gasolina.

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A lo largo de la zanja en donde se cavó para perforar el ducto, había como evidencia del drama pasto quemado: huellas, registro de la gente que corrió para apagar el fuego de su cuerpo, pero que al ya no llegar murió en el intento de escape, quedando su cuerpo inmóvil ardiendo en llamas.

Cabe resaltar que no hay presencia militar en la zona, tan solo policías municipales y federales. Estos sólo vigilan y no se acercan a la zanja. Los peritos son los más activos y piden a la gente que se repliegue. Pero los curiosos están ahí con su teléfono celular grabando y tomando fotos; algunos llaman a sus amigos para contarles cómo quedó el lugar de la explosión.

En medio del dolor y el desconcierto de muchos, pobladores de Tlahuelilpan muestran un apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador y su lucha contra el robo del combustible. “Ya era hora de que alguien los pusiera en su lugar», dijo Ricardo «N», un taxista local de Tlahuelilpan.