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García Luna entregó seguridad pública a la IP; red de poder sigue activa: Jesús Lemus

Jesús Lemus Barajas revela en libro ‘El Licenciado’ cómo Genaro García Luna no solo se vinculó con el narcotráfico, sino que también dejó la seguridad pública en manos de la iniciativa privada. En esta segunda parte de su entrevista para La Hoguera, el periodista advierte que la red de poder que el exsecretario forjó durante 27 años sigue activa, tanto en fiscalías estatales, particularmente en Guanajuato, como al interior del propio gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Además del papel que juegan las autoridades de Estados Unidos en la crisis actual.

En la primera parte de la entrevista con Jesús Lemus: «Sexenio de Calderón fue el gobierno del presidente ‘Mayo’ Zambada»

La relación de García Luna con las televisoras continuó. Su ‘mano derecha’, Luis Cárdenas Palomino, terminó trabajando para el corporativo de Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca

Esa es otra vertiente porque, dentro de todo el desfalco de recursos y de institucionalidad que hizo Genaro García Luna, también está ese que es un factor que poco o nada se ha mencionado en la prensa, yo lo señalo muy claramente. Cómo es que García Luna, con el apoyo de Cárdenas Palomino, entrega la seguridad pública del país a la iniciativa privada. Incluso hay filtraciones del narcotráfico.

Cómo es que se crean las instituciones de seguridad privadas. Son cientos de empresas privadas las que comienzan a recibir concesiones de la seguridad pública del país y comienzan a cuidar aeropuertos, centrales de autobuses, puertos marítimos, estaciones de ferrocarril. Se encargan de todo el control de tráfico de personas, y todo lo que implica con ello, por parte de estas empresas particulares.

Justamente es Luis Cárdenas Palomino quien crea una empresa insignia, Adamantium. Se asocia con Ricardo Salinas Pliego y por eso se convierte en el brazo derecho, porque se encarga de la seguridad, no nada más de la televisora, sino de todas sus empresas. También de las empresas mineras que tiene Grupo Salinas, donde hay averiguaciones previas y carpetas investigación por algunos periodistas asesinados donde se refiere mucho el nombre de esa empresa.

Ya que comentas la alianza de las televisoras con García Luna, ¿cómo viste la audiencia que se tuvo que suspender, precisamente, por el comportamiento de la prensa mexicana?

Yo difiero un poco de que el comportamiento haya sido de la prensa mexicana, ahí hubo un error de parte de una televisora que quiso conectarse, violando la normatividad que ha marcado el juez Bryan Cogan para que esa señal telefónica no se difundirá de forma inmediata ni se grabara. Un noticiero matutino se quiso aprovechar y ganar la nota haciendo pasar la voz de Genaro o del juez mientras lo estaba enjuiciando.

Eso es reprobable, por supuesto, es una falta de ética completa de este grupo empresarial que permitió eso y de los supuestos periodistas que están al frente de ese noticiero. Pero el asunto es que, lo que he encontrado yo después de esto, es que fue un grupo de gente cercana a García Luna, encargados todavía de la seguridad pública del país, con accesos a sistemas de tecnología del CISEN, de la Fiscalía General de la República y del Ejército, quienes infiltraron la línea telefónica del juzgado de Estados Unidos.

Esto lo hicieron con la única finalidad de sabotear para que se cancelara en ese momento la audiencia y posponerla. Afortunadamente, el juez Bryan Cogan decidió nada más suspenderla por media hora, después ignoró todo el ruido, permitió que siguiera fluyendo, pero ya no hubo la conexión ideal para escuchar todo el proceso. Esto fue un intento de sabotaje que hicieron grupos que están adentro de la actual administración y que sirven a Genaro García Luna.

Al tiempo, el juez Bryan Cogan dijo que se investigará el caso y ojalá llevara a que se encuentre dónde estuvo la conexión. Porque quienes estuvimos conectados, no me dejarán mentir, escuchamos mugidos de vaca, niños llorando, trastes lavándose, la señora histérica gritando que ya se iba. Hubo una serie de cosas que no fueron más que la conexión directa a teléfonos que estaban estáticos, pero que los abrieron para viciar la comunicación de la línea oficial.

Creo que los periodistas mexicanos que nos conectamos todos teníamos mucho interés, legítimo, por dar a conocer lo que estaba pasando. No íbamos a autosabotearnos lo que iba a suceder, sí hizo mal esa televisora que quiso transmitir al momento la información que ocurría, por supuesto, pero realmente el sabotaje es vino desde un grupo de ‘espías’, les podemos llamar, que trabajan en la administración pública federal y les interesaba mucho que la audiencia se cancelara.

También en La Hoguera: Zamarripa y Cabeza de Vaca, los ‘superpolicías’ del bastión panista

En tu secuestro por investigar la guerra de Felipe Calderón, ¿qué papel jugó un señor que se llama Carlos Zamarripa, en Guanajuato?

Jugó un papel muy importante porque cuando yo fui secuestrado, Carlos Zamarripa, hoy fiscal general del estado de Guanajuato, era coordinador general de la Policía Ministerial de Guanajuato. Es decir, él fue prácticamente el que instruyó al comandante Ángel Luis Carrillo para que me secuestrara. En pocas palabras, él es el responsable directo de mi secuestro y del intento de homicidio del que fui víctima, tanto a manos de Los Zetas como dentro de la entonces Procuraduría General de Justicia de Guanajuato, cuando estuve sometido a tortura.

Carlos Zamarripa, en aquel tiempo, tenía buenas relaciones con el cártel de Los Zetas. Tan es así que por eso me entregó con Los Zetas y justamente por eso luego manda al propio Ángel Luis Carrillo para que me sustraiga de una de las casas en las que me había entregado. Carlos Zamarripa es el primer delincuente y el primer asociado con el narcotráfico en el estado de Guanajuato. Eso no es de ahorita, es de 2008, cuando fui detenido por su policía ministerial.

También dentro de la cárcel por versión de un interno de Puente Grande, José Sánchez Limón, un exlíder de Los Zetas en el estado de Guanajuato, pude conocer luego como es que Los Zetas pagaban cuota al entonces procurador Daniel Chowell y al propio gobernador Juan Manuel Olivas Ramírez. Les pagaban para mantenerse operando en el secuestro en el estado, concretamente en los municipios de León, Irapuato y Salamanca, que son los de mayor cantidad de industriales.

Como lo mencionas, él sube a ser procurador, dura 10 años y el año pasado lo nombran fiscal general, autónomo, por otros 9 años. Esa estructura vinculada con el crimen sigue viva

Por supuesto que sigue activa. Fíjate en las fechas y vas a encontrar que el ascenso de Carlos Zamarripa tiene mucho que ver con la actuación y cómo operó Genaro García Luna. Carlos Zamarripa podría ser uno de los muchos procuradores que pasaron a convertirse en fiscales con la instrucción o con la venia de García Luna, aunque ya no fuera el secretario de Seguridad Pública. Él impulsó muchas carreras de muchos procuradores en todo el país que hoy se han encumbrado como fiscales y que en ellos va a estar la justicia de los estados en los próximos 10 años.

Además de esos vínculos con García Luna, algo que le sirvió a Zamarripa y al gobernador Diego Sinhue son las credenciales de la DEA y el FBI, el respaldo de la Iniciativa Mérida. Siguen siendo las mismas autoridades extranjeras

Volvemos al inicio. Son las autoridades extranjeras las que están formando a estos funcionarios, sin ninguna normatividad de operación y que les permite estar coludidos con el crimen organizado. Estamos viendo la repetición del caso de Genaro García Luna, pero en chiquito, en Guanajuato nada más, así de fácil.

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Entonces, ¿qué llevó a Estados Unidos a atrapar a García Luna y tenerlo hoy ante un juzgado?

Yo creo que Estados Unidos no sabía realmente quién era García Luna hasta antes de que ‘El Chapo’ fuera entregado en extradición. La llegada de ‘El Chapo’ y sus declaraciones preparatorias, sus declaraciones extraoficiales, sus acuerdos con la Fiscalía, que al tiempo los vamos a ir viendo aunque esté sentenciado a cadena perpetua, vamos a ir viendo cómo se va diluyendo eso. De esas pláticas y esos acuerdos que sostuvo ‘El Chapo’, por supuesto que surgió mucho el nombre de Genaro García Luna.

Eso llamó mucho la atención del gobierno norteamericano, porque recordemos que el gobierno norteamericano fue el que lo hizo crecer. Si Genaro García Luna es hijo político del PRI y del PAN en México, pues es un soldado o un espía formado por el gobierno de norteamericano. Entonces a Estados Unidos le preocupa mucho el que uno de sus hombres de mayor confianza los haya traicionado de esa forma.

El encargado de cuidar el patio trasero del territorio norteamericano estaba coludido con los ladrones. Eso es lo que le preocupa a Estados Unidos, por eso es que se inicia la investigación y se da por las relaciones del narcotráfico que tenía García Luna. Lo que lo lleva a ser juzgado en Estados Unidos es, precisamente, que faltó a la confianza al haber recibido capacitación de la DEA, del FBI y la CIA.

Faltó también a las finanzas, porque manejó los recursos, tan solo por mencionar en el gobierno de Felipe Calderón, del Fondo Mérida, que fueron de 13.8 millones de dólares y de los que no hay absolutamente ninguna comprobación. Creo que ese traicionar la confianza de Estados Unidos es lo que hace que lleven a juicio a Genaro García Luna. Porque buscan la ‘operación cicatriz’ de ese momento vergonzoso en el que el gobierno norteamericano se dejó engañar por un mexicano.

Mencionabas que sigue habiendo operadores de García Luna al interior del gobierno. Parece que Alfonso Durazo está a punto de dar las gracias para irse a Sonora. Ya se barajean nombres como Omar García Harfuch, Luis Rodríguez Bucio, incluso Manuel Espino. ¿Qué tan alentador ves el panorama de seguridad para el segundo tramo del gobierno del presidente López Obrador?  

Yo veo muy desalentador el panorama realmente desde el segundo tramo del gobierno del presidente López Obrador. Desde el momento en el que se permitió la extracción de Alfonso Durazo Montaño al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, cuando era prácticamente socio de Genaro García Luna, los dos sirvieron al gobierno de Vicente Fox cuando se dio la fuga de ‘El Chapo’ Guzmán.

Desde ahí el presidente Andrés Manuel López Obrador manda una mala señal. Yo pienso que el presidente López Obrador es una persona buena y creo en su discurso, me gusta, pero creo que lo están engañando muchos de su alrededor o es un hombre muy inocente. El hecho de que haya dejado a Durazo Montaño al frente de la Secretaría de Seguridad, pues es una extensión finalmente de Genaro García Luna, todo mundo sabe las relaciones.

El que se pretenda dejar a García Harfuch, también hablamos de una extensión de Genaro García Luna, es un hombre que se formó en la escuela de García Luna. Hay muchos funcionarios que todavía están debiéndole favores a Genaro García Luna y que no se está cumpliendo aquella promesa o petición del presidente de sacar a todos los que tuvieron alguna relación con el exsecratrio de Seguridad Pública.

Yo veo muy difícil porque, finalmente, el control de las instituciones de seguridad pública, de la seguridad nacional, salvo el Ejército y la Marina, está copado por un equipo de funcionarios que, en su momento, formaron parte de la corte que tuvo Genaro García Luna. No en balde pasó 27 años tejiendo sus redes de poder. Desde enero de 1989 hasta diciembre de 2012 se dedicó a tejer una red de amigos, cómplices, subalternos y todo mundo le debía un favor. Por eso es que tenemos esta crisis.

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