Cocinar, manualidades y reflexiones, actividades que se hicieron durante el confinamiento

La pandemia por el Covid-19 hizo que el mundo cambiará tanto su estilo de vida, como sus actividades cotidianas, donde las personas tuvieron que permanecer en un largo confinamiento implementado por las autoridades sanitarias para evitar la propagación del virus y al igual que evitar muertes, por lo que la mayoría de ellas decidieron emprender algunas actividades para pasar la cuarentena, ya que la misma ha provocado incertidumbre, ansiedad, desesperación.

Diferentes personas comentaron a La Hoguera que durante el momento de mayor transmisión del Covid-19 durante la actual pandemia, optaron por realizar otras actividades, entre ellas, algunas nuevas en sus vidas. Fernanda Sosa compartió que la cocina terminó siendo su escape, ya que al inició la Jornada Nacional de Sana Distancia implementada en México ella no sabía qué hacer.

Ella mencionó para el medio que tras ver algunas recetas de cocina en redes sociales continuó buscando más tutoriales para armar algunos platillos que estaban a su alcance, ya que no contaba con todos los ingredientes; sin embargo, se las «ingenio» para hacerlas a su propio estilo, comenzando a compartirlas con algunos integrantes de su familia, situación que la llevó a seguir practicando y hasta enseñarles a sus seres queridos.

«Los primeros días no sabía qué hacer, caminaba por los pasillos y creo que daba como 5 vueltas pasando por la sala, la cocina y mi recámara. En el trabajo nos dieron unos días en lo que se acomodaban las cosas para que pudiéramos trabajar en casa, entonces entre mis ratos en Facebook, vi que se puso de moda publicar algunas recetas de cocina, entre ellos platillos y hasta postres, ahí fue cuando me dije, que tenía que intentarlo, así que comencé a ver esos famosos videotutoriales, para saber como se hacían detalle a detalle. Mi mamá también me ayudó, he de admitir, pero realmente deje de pensar en muchas cosas cuando estaba haciendo esas recetas, y claro que después del tiempo de trabajo en casa, seguí practicando, por lo que me dedique a hacer las comidas», detalló.

En tanto, Rosa González señaló que ella estuvo más con sus hijos, ayudándolos a terminar el ciclo escolar, ya que también las clases fueron suspendidas y los docentes decidieron mandar trabajos para que los estudiantes pudieran concluir su año escolar.

Pese a ello, otro reto inició cuando las clases terminaron, ya que por las «vacaciones» de verano, ellos no sabían que hacer por lo que acudió nuevamente a internet para realizar algunas actividades con ellos, tales como manualidades en papel, foami y algunos dibujos para colorear, debido a que los pequeños se sintieron ansiosos por no poder salir de casa, además de que la familia habita en un departamento, el cual no cuenta con un patio o área de juegos.

«Los ayude con las tareas que mandaban los profesores para que mis hijos pudieran pasar el año, pero cuando terminó el ciclo escolar, fue muy muy difícil, de por sí sabemos que los pequeños de 10 años llegan a ser un tanto hiperactivos, y más porque no podían salir, a duras penas a la ventana, pero no es lo mismo. Entonces encontré algunas hojas de color, además de que tenía algunos residuos de foami y pues me puse a trabajar con ellos, pasar un rato riéndonos, para que no se me pusieran ansiosos y solo así logré que se distrajeran debido a la situación, la cual también trate de explicarles que tenía como fin protegerlos», comentó Rosa.

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Asimismo, personas que viven solas, aprendieron a conocerse mejor, reflexionar sobre su vida y encontrarse a sí mismos, donde el tiempo en que estuvieron encerrados pudieron descubrir muchas cosas en su interior, como sus gustos, sus aficiones, pasatiempos y en lo que son buenos, ya sea probando cosas nuevas o poniéndose metas a corto plazo para poder lograr algunas actividades.

Así lo declaró Jaqueline Moreno, quien lleva viviendo más de 5 años sola y la pandemia la hizo reflexionar sobre su vida, en específico, su estilo de vida y hasta en su higiene, por lo que aprendió a cuidarse mejor, debido a que los números de contagios subían en el país.

«Mientras reflexionaba sobre mi vida, lo que había estado haciendo, además de realizar las cosas que de pronto me comenzaron a gustar, comencé por cambiar mis hábitos de higiene, donde aprendí a lavar mis manos antes y después de ir al baño, así como después de usar el sanitario, eso sí, no me obsesioné tanto con la limpieza, sin embargo, si me preocupe demasiado por las noticias sobre el virus, los contagios y muertes, por lo que decidí cambiar y descubrí que eso me hizo sentir mejor, me tranquilizó, por lo que ya forma parte de mí y mi forma de vivir», detalló.

A pesar de que para muchas personas hubo un cambio radical, quienes tienen una personalidad introvertida, no se vieron tan afectados, ya que ellos suelen estar encerrados y es un lugar donde los hace sentir bien, ya que se pueden desenvolver a su gusto sin que los demás los vean. En ese sentido, Alan Gómez explicó que para él fue grato permanecer en su lugar de confort, donde el único cambio que tuvo fue que convivió un poco más con su familia, pero a pesar de eso, estuvo en su recámara la mayor parte del tiempo, trabajando y jugando, para sentirse mejor, sin embargo, casi no tuvo contacto con el exterior, salvo por algunas emergencias o para ir por provisiones para el hogar.