El adiós de Juan José Origel

Como se suele decir: “Tarde, ¡pero con sueño…!”

Inició el nuevo año y con ello también declaraciones que uno no sabe si reír o llorar. Como la de Juan José Origel, quien aseguró su retiro de la televisión, y que bien estaría también de la prensa escrita.

Pero la comedia del tema es que, comentó, nadie ocupará su lugar, cuando de manera lamentable cada día son más los reporteros que dicen ser “periodistas” dedicados al chisme barato y la destrucción de reputaciones con tal de ganar audiencia o lectores.

Recordemos que Origel daba sus reportes en las páginas de sociales de un diario que había dejado de circular pero que regresó hace unos años, y brincó, literal, a los espectáculos de la mano de Patricia Chapoy, en Ventaneado.

Luego hizo su caprichito y dejó colgados a los del Ajusco pues le dieron un programa en Televisa, y lo de más es historia.

Hoy el periodismo de espectáculo ha cambiado de tal forma que quienes se dedican a él buscan espacios televisivos, pues lo que les importa es que los conozcan en la calle, cuando es lo que menos debe importar, pero la vanidad, como diría Al Pacino en la cinta El abogado del Diablo, “es mi pecado favorito”, y si no lo creen, pregunten a los que están cerca de ellos, la Hoguera de las vanidades deja de ser un filme.

TELETÓN O JUGUETÓN

Diciembre trajo una edición más del Teletón en donde Televisa es la encargada de “donar los donativos” de la gente a favor de niños con alguna enfermedad.
El pretexto es muy bueno, pero hacer caravana con sombrero ajeno es lo terrible que tiene el Teletón y si se le aumenta que es a Televisa, y no a las empresas o individuos que donan, a quien se le perdona los impuestos, “ya que se trata de una obra social”.

Pero del otro lado está el Juguetón, 25 años ya de entregar un juguete en las manos de los niños, en donde la donación en especie es la mejor forma de ayudar.

Y un plus, no se utiliza a los niños como objetos de lástima para provocar el donativo, aquí se espera hasta entregar los juguetes en comunidades donde los gobiernos se han olvidado que existen —menos en época de elecciones, por supuesto— para ver cómo se dibuja una sonrisa en cada uno de la emoción que les provoca tener un regalo.

Ojalá que el Teletón sea transparente y que dejen de exprimir los pañuelos con su “sólo falta una hora para que concluya el plazo y nos falta mucho dinero por recaudar”, ¿en verdad alguien cree que el señor Azcárraga permitiría no llegar a la meta?, cuando eso suceda, el telón cerrará.
 
MAGNUM PI

En la década de los ochenta una de las series que captó audiencia fue Magnum PI. De 1980 a 1988, Tom Selleck fue el rey de la pantalla chica y le abrió la puerta al cine.

En México, este investigador privado que vivía en Hawái se difundía los domingos por canal 5 en horario estelar y era de los programas de mayor audiencia.

Ahora, y tras el buen inicio en Estados Unidos, llega a México el remake de la serie con el estadounidense de origen mexicano Javier Manuel “Jay” Hernández Jr., a partir de este miércoles a las 21:00 horas.

Los personajes de la original, Orville «Rick» Wright (Zachary Knighton), Theodore «TC» Calvin (Stephen Hill) y el detective Gordon Katsumoto (Tim Kang), se mantienen, y en el caso de Higgins, el rol que estaba en constantes desacuerdos con Magnum, es de una mujer, Perdita Weeks.

Así que hay que ver qué tal le va a la serie en nuestro país, que tendrá el mismo tema musical, sobre todo por el toque latino que se le imprimió
 
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