Connect with us

Nación

“Yo marcho por mi hermana que está en el cielo”

Foto: Elia Cruz

Testimonios de solidaridad, lucha, rabia e injusticia fue la constante de las personas que este miércoles 8 de marzo salieron nuevamente a la calle para marchar en exigencia de mayor seguridad y acabar con la violencia contra las mujeres en el país. Uno de esos casos fue el de Guillermo García, un joven de 38 años, que desde hace cuatro años, cuando asesinaron a su hermana Delfina, acompaña a las mujeres en su lucha.

Ante una fila de mujeres, principalmente jóvenes, que le preguntaban si le podían dar un abrazo al ver el cartel que llevaba en una mano el que se podía leer: “Por mi querida hermana que está en el cielo”, mientras que del otro extremo lo acompañaba su sobrina, Guillermo revela que su hermana fue asesinada en su casa al sufrir un asalto y cuatro años después no existe ningún responsable en la cárcel.

“Lo menos que exijo es justicia, pero eso no existe”, reconoce con tristeza y un tanto de resignación uno de los pocos hombres asistentes a la marcha que era arropado por las mujeres que se encontraban en su entorno.

Te puede interesar: “Mamá está aquí”, dice a sus hijas Elizabeth Mojica, víctima de violencia vicaria

Guillermo García explica que desde que ocurrió el asesinato de su hermana Delfina la Fiscalía del Estado de México con sede en Ecatepec afirmó que abrió una carpeta de investigación, pero nunca avanzó el proceso pues hasta la fecha no existe ninguna persona procesada e incluso ningún posible sospechoso del homicidio que dejó en la orfandad a una menor de edad.

Y no únicamente eso, sino que durante los primeros tres años la casa donde se cometió el crimen permaneció bajo custodia de las autoridades sin permitirle regresar a ella a su viudo y a su hija, es decir, no solamente perdieron a su madre y esposa, sino el lugar donde vivían.

“Yo creo que hacen eso (dilatar la investigación) con el propósito de que la gente se canse”, lamenta Guillermo, al tiempo que se le quiebra la voz al recordar la presencia de su hermana, pero que es reconfortado por la empatía de las mujeres que le piden tomarle fotos a su cartel donde hace saber el motivo de su presencia en la marcha.

Publicidad


Síguenos en Facebook

Publicidad

Síguenos en Twitter

Recomendaciones