La secretaria de Energía de Estados Unidos (EU), Jennifer M. Granholm, hizo pública la preocupación del gobierno de Joe Biden por el “impacto negativo” que podría tener para México su reforma eléctrica. Esto pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confió en que su encuentro sirviera para que comprendiera que los cambios propuestos forman parte de su lucha “anticorrupción” en el ramo de la producción energética.

A través de un comunicado oficial, la secretaria de Energía de EU señaló ayer que en su reunión con AMLO le expresó que la reforma eléctrica que propone podría tener un impacto negativo en la inversión privada estadounidense en México. Por eso, la funcionaria estadounidense señaló que se deben mantener y mejorar los mercados energéticos abiertos y competitivos que beneficien a América del Norte.

Por otra parte, Jennifer M. Granholm señaló que la iniciativa presidencial también podría obstaculizar la agenda conjunta de Estados Unidos y México en materia de energía limpia y clima. En contraste, la exgobernadora de Míchigan señaló que el territorio mexicano cuenta con una gran cantidad de energía renovable potencial que de explotarse podría generar millones de empleos bien remunerados.

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Finalmente, la secretaria estadounidense precisó que, tras hacer los llamados de atención, el gobierno mexicano le aseguró que mantienen su compromiso por apoyar las energías limpias y resolver las actuales disputas con proyectos energético respetando el Estado de Derecho.

Cabe destacar que ayer por la mañana AMLO declaró había sostenido un diálogo cordial con Granholm y que estaba seguro que tras explicarle las razones de la reforma eléctrica había comprendido su lucha anticorrupción. No obstante, y sin dar más detalles de opiniones directas de la funcionaria estadounidense, reveló que acordaron la revisión caso por caso de las inconformidades que los inversores estadounidenses y canadienses manifiesten ante las modificaciones propuestas a las reglas del mercado eléctrico mexicano.