El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que la iniciativa de reforma electoral será presentada en 2022 a fin de hacer cambios que garanticen que la integración del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) cuente con personas que «respeten al pueblo».

Desde Palacio Nacional, AMLO dijo que será el próximo año cuando presente la reforma electoral aunque no precisó el momento para ello, pues «verá los tiempos». No obstante, señaló que su intención es que haya una ley confiable y los consejeros electorales o responsables de organizar las elecciones sean demócratas de inobjetable honestidad.

El mandatario agregó que él recomendaría a los integrantes del Consejo General del INE que respeten al pueblo y no solamente piensen en el aparato institucional. Asimismo, instó a que quienes ocupan esos cargos a actúen como verdaderos jueces y rechacen cualquier propuesta «indecorosa» que implique beneficiar a determinados candidatos.

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Posteriormente, López Obrador señaló que él no continúa con la tradición de intentar influir a los consejeros electorales o pedirles que actúen en un sentido u otro. «Que tengan la arrogancia de sentirse libres», pronunció pero también les solicitó que sean imparciales.

AMLO señaló a los consejeros electorales que tienen el encargo de actuar con rectitud por mucha fobia que tengan hacia Morena y él en su papel de presidente de la República. Como primer ejemplo mencionó el retiro de las candidaturas a las gubernaturas de Guerrero y Michoacán en el pasado proceso electoral, sobre lo que opinó que aunque digan que ya es cosa juzgada en realidad «fue una mancha» para el INE.

Por otra parte, criticó al consejero Ciro Murayama por estar publicando columnas de opinión contra el populismo y hacer una comparación entre lo que implica este concepto con aspectos de su gobierno. «Ni siquiera intelectualmente es válido, hay simplificación ramplona», reclamó y le advirtió que por cuestiones éticas tampoco debe lanzarse contra los partidos.

Finalmente, López Obrador consideró que México requiere de jueces que tengan prestigio para que haya una aceptación de los resultados electorales como en Chile, donde no hubo reclamos de fraude pese a la polarización que surgió de la última elección presidencial.