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PRI y PRD solo terminarán de darle el ‘SÍ’ a Morena

Foto: Especial

Quedó concretada la coalición ‘Sí Por México’ para que PAN, PRI y PRD compitan juntos en las elecciones de 2021. En lo que parece una reedición de los frentes con los que fallidamente intentaron detener la llegada de López Obrador a Palacio Nacional, esos experimentos nos pueden indicar que, lejos de debilitar al partido oficial, las fuerzas que lideran Alejandro Moreno y Jesús Zambrano terminarán por nutrirlo, fortalecerlo y, probablemente, darle la victoria.

En 2018, el dedo presidencial decidió que el candidato del PRI sería José Antonio Meade, funcionario del gobierno e hijo de un connotado militante, pero nunca se había afiliado al partido oficialmente. Alienando a las bases tricolores, que pedían un abanderado que realmente los representará, la candidatura del cinco veces secretario de Estado parecía más una de lealtad al grupúsculo Calderón-Peña que al Revolucionario Institucional.

Teniendo a un candidato que percibían tan ajeno como débil, y que solo se limitaba a pedirles que le ‘hicieran suyo’, las bases del PRI giraron. Desde caciques regionales y locales que se vieron marginados de los excesos del sexenio de Peña, hasta amplios sectores del llamado ‘voto duro’, la ciudadanía de a pie que por mera convicción y simpatía seguía apoyando al partido. Lo cierto es que no fue un efecto nuevo, este proceso inició desde las elecciones de 2015 y 2016.

Algo similar ocurrió en las filas del PRD que, unos 18 años tarde, finalmente pudo entablar una alianza con el PAN. Que ya no era el PAN rebelde de Maquío y sobreviviente de los fraudes patrióticos del 86, sino que se había degradado tras dos sexenios en el poder en donde hizo todo lo posible por confirmar sus afinidades con el PRI y, ahora, lucía más por sus luchas intestinas. De las que Ricardo Anaya emergió como el gran ganador.

Eternamente dividido para sus adentros, el Sol Azteca vivió una auténtica guerra civil cuando ‘Los Chuchos’ concretaron su anhelo multisexenal de pactar con el PAN. Incluso la repartición de plurinominales se tornó en una de las acostumbradas batallas campales en la sede nacional del PRD. Tras esto, de las infinitas corrientes que peleaban por el partido, poco a poco solo quedaron las de ‘Los Chuchos’, Guadalupe Acosta, Silvano Aureoles, Héctor Serrano y Héctor Bautista.

Las desbandadas territoriales de PRI y PRD tuvieron un destino común: el inminentemente triunfador movimiento de López Obrador. Aprovechando que Morena reivindicaba tanto la tradición cardenista, de la que emergió el tricolor, como las gestas del hoy presidente, que hizo como militante y dirigente del Sol Azteca, estos migrantes políticos tuvieron la buena suerte de redescubrir sus simpatías y afinidades por el tres veces candidatos.

Pues bueno, con este antecedente, no es aventurado considerar que ‘Sí Por México’ tendrá un desenlace similar en las elecciones de 2021. Por más retórica alarmista que sus promotores escupan sobre cómo es urgente unirse todos en una sola fuerza que pueda parar la ‘destrucción’ del país’, esta argumentación resulta demasiado frágil para volver a enamorar los desencantados de los partidos derrotados en 2018.

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Lo más sencillo es recordar que ‘el PRI es la CTM y la CTM es el PRI’. ¿Cómo hará Alito Moreno para que los integrantes de la central obrera, su principal base social, cierren filas con su partido? Si el gobierno de López Obrador les ha tenido más en cuenta que las últimas 4 administraciones, resultando en medidas que, a botepronto, favorecen más a los trabajadores que cualquiera de las que tomaron los presidentes del PAN, su nuevo aliado, o del mismo PRI.

Igualmente, siendo el ‘partido de la izquierda’, ¿cuál será la estrategia de Chucho Zambrano para reivindicar el modelo de izquierda perredista? Cuando actualmente se están implementando en gran medida las plataformas que el partido defendió desde su fundación. Desde el rescate de las empresas estratégicas del Estado hasta la reinstauración de una red de seguridad y bienestar social. Sectores que sus nuevos compañeros de coalición activamente desmantelaron.

PRI y PRD no están para seguir perdiendo militantes, mucho menos elecciones. En 2018, promediaron el 16 y el 5 por ciento, respectivamente, de la votación para el Congreso de la Unión, siendo sus peores derrotas en la historia. Una reedición de estos resultados en 2021 podría costarle el registro al partido de ‘Los Chuchos’ y poner al de Alito en fila para un destino similar en las elecciones de 2024.

El que los dirigentes de PRI y PRD hayan decidido aceptar la invitación de Claudio X. González y Gustavo de Hoyos Walther para conformar el bloque de ‘Sí Por México’ nos habla de lo distanciadas que están las cúpulas partidistas de sus bases. Pero falta un tercer componente en esta receta, uno que supuestamente se erguiría como la gran oposición al régimen de López Obrador y lo cierto es que no ha sido así. De eso me gustaría hablar la próxima semana.

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