El episodio de ayer no es el primero que hace resonar el nombre de Paola Félix Díaz en la política capitalina. En su historial, la también activista cuenta con al menos otros dos episodios que han movido el escenario político de la Ciudad de México (CDMX).

La entrada de Paola Félix a la 4T se dio en 2017 cuando era diputada federal por el distrito con cabecera en Álvaro Obregón. El 10 de abril de ese año, la entonces legisladora dejó al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y pasó a la bancada de Morena, cuya coordinadora era Rocío Nahle, hoy secretaria de Energía.

Félix Díaz denunció que estaba siendo víctima de acoso por parte del hoy alcalde de Cuajimalpa, el priista Adrián Rubalcava. La exdiputada declaró en entrevistas que fue amenazada de muerte por el entonces asambleísta capitalino y que le daba temor estar en su misma demarcación pues sabía que este enviaba a golpeadores. Luego de eso, Rubalcava Suárez negó las acusaciones en su contra y avisó que procedería legalmente.

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Pese a ello, en un audio dado a conocer por El Universal se escucha decirle a Paola Félix que ella se encargara de pedir presupuesto para Cuajimalpa y no de hacer política en la delegación porque si no la iba a sacar. Asimismo, le mencionó que si ella había ganado la diputación era por él. «Si yo hubiera nombrado a un perro de candidato por ese distrito, hubiera ganado», mencionó.

En 2018, ambos compitieron para encabezar la alcaldía Cuajimalpa. El triunfo se lo quedó el político priista pero la novel morenista no se quedó con las manos vacías. El 12 de diciembre, la jefa de Gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum, la nombró encargada del Fondo Mixto de Promoción Turística de la Ciudad.

Al inicio de 2021, ya como parte del gobierno de la CDMX, su nombre volvió a sonar fuertemente y no precisamente por la búsqueda de un nuevo cargo. El 12 de enero, en medio del semáforo rojo por el alza de contagios y muertes provocadas por la Covid-19 en la capital mexicana, Paola Félix decidió celebrar su boda en la Iglesia de San Agustín.

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Ante las críticas en medio del dolor de la crisis sanitaria y tras el rechazo que tuvo, Félix Díaz dejó de lado el difícil momento que atravesaba la ciudad para justificar la realización de su ceremonia. Esta argumentó que desde el 8 de enero el cardenal Carlos Aguiar Retes había reiterado que los templos podían permanecer abiertos hasta las 5:00 p.m.; en tanto, sostuvo que únicamente habían estado ocho familiares de ella y su esposo.

«[…] Asumo mi responsabilidad y hago público lo relativo a la ceremonia religiosa. Lamento profundamente si causó suspicacia o incomodidad a alguien; reitero que mi unión matrimonial se llevó a cabo en escrita observancia de las normas sanitarias emitidas por las autoridades», dijo a través de un comunicado.

Aunque entonces Sheinbaum Pardo dijo que cada quien debía hacerse responsable de sus actos, nada más pasó y el 19 de septiembre, producto de los ajustes al gobierno capitalino tras la derrota electoral de 6 de junio y la reapertura económica, la anunció como sustituta de Carlos Mackinlay al frente de la Secretaría de Turismo.

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Paola Félix tenía apenas 36 días desde que había asumido su nuevo cargo; sin embargo, dicha labor culminó luego de que ayer trascendiera que había hecho un viaje en un avión privado y que había sido detenida por llevar 25 mil dólares en efectivo.

El periodista Darío Celis informó en sus redes sociales que esto no era todo, sino que se vislumbraba un conflicto de interés dado que su acompañante era Alex Gou, un empresario teatral. Poco habría importado la compañía, pero resaltó que fue a este a quien se le adjudicó el contrato para la realización del pasado desfile de Día de Muertos.

Ante la versión, la política capitalina confirmó que estaba en el país vecino para estar en el enlace matrimonial del titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, y la consejera electoral Carla Humphrey Jordán. No obstante, negó que hubiera sido detenida por portar dinero en efectivo.

La exdiputada advirtió que esta vez sería ella quien presentaría una denuncia por difamación si no mostraban las pruebas y puso su renuncia en la mesa de Claudia Sheinbaum; sin embargo, el gobierno capitalino decidió quitarla del encargo en contraste con la defensa y ocultamiento al público que se hizo, por ejemplo, de la exdirectora del Metro, Florencia Serranía, tras la caída de un tramo de la línea 12 del Metro.

Al respecto, Claudia Sheinbaum no mencionó nada sobre un posible conflicto de interés u otras faltas a la ley, resaltando únicamente que ella usó un vuelo privado y que en la 4T “se acabó eso”.