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Marina manipuló pruebas del Caso Ayotzinapa en octubre de 2014; el Ejército infiltró a los normalistas: GIEI

Foto: Especial

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) dio a conocer que la Secretaría de Marina participó en la manipulación de pruebas del Caso Ayotzinapa el 27 de octubre de 2014, horas antes de que se realizara la diligencia oficial donde se encontrarían restos presuntamente vinculados a los normalistas desaparecidos. En tanto, mencionó que el Ejército Mexicano infiltró a los normalistas  en 2014 y que la Procuraduría General de la República (PGR) decidió hacer diligencias basadas en aseveraciones falsas pese a contar con información real sobre el contexto de violencia en Guerrero.

En conferencia de prensa para dar a conocer su Tercer Informe, la Marina habría participado en la manipulación de las supuestas pruebas encontradas en el basurero de Cocula. A través de un video por la secretaría actualmente dirigida por José Rafael Ojeda Durán, los expertos observaron que personal de esa secretaría y la PGR llegaron al lugar denominado como “escena del crímen” durante amanecer del 27 de octubre de 2014; en este se observa que las camionetas se estacionaron justo frente al área donde el 15 de noviembre de 2014 supuestamente fueron hallados por la PGR 42 casquillos percutidos de arma de fuego.

En un segundo evento, observaron que las personas presentes estuvieron manipulando tres bultos blancos en forma casi rectangular que bajaron de dos camionetas ; asimismo, se identificó que posteriormente hicieron una hoguera. Esto resulta relevante dado que de acuerdo a la “verdad histórica” fue ahí donde habrían incinerado a los 43 normalistas de Ayotzinapa.

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“A las 7:29 a.m. se ve una columna de humo proveniente del basurero, al acercarse el VANT (Vehículo Aéreo no Tripulado o dron), se ve un fuego en la zona A del Basurero, entre la camioneta de la Marina y la pendiente a la depresión que conforma la lengua de residuos […] A partir del momento de fuego ya no se visualizan esos bultos blancos. El fuego estuvo encendido por lo menos 10 minutos. El humo resultante de ese fuego se ve hasta un poco más delante de las 8:30 a.m», mencionó durante la presentación el equipo de investigación.

El GIEI destacó que a las 8:13 a.m. de ese día un vehículo de la Policía Federal llegó hasta el ingreso del basurero, pero no le permitieron ingresar. No obstante, 17 minutos después un convoy de PGR y Secretaría de Marina llegaron y un minuto después descendió un grupo de personas en la zona donde después se levantaría restos óseos; en tanto, a las 9:20 a.m. habría llegado personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), todo ello antes de la llegada de los familiares de los desaparecidos.

Ángela Buitrago, integrante del GIEI, declaró que a estas pruebas en video se suman otras que apuntan a que las autoridades en un principio generaron elementos para hacer creer que no conocían sobre el paradero de los estudiantes, la detención y desaparición de estos ni de la situación de violencia en Guerrero. Asimismo, mencionó que durante la segunda operación del grupo de investigación han visto elementos de construcciones de versiones de los hechos a través de simulaciones de llamadas “anónimas” que en realidad no existieron, constancias de llamadas ficticias creadas por funcionarios de Procuraduría General de la República (PGR) que se prestaron para la simulación y que la diligencia de octubre de 2014 se hizo sobre aseveraciones falsas.

De manera complementaria, dio a conocer que también hubo simulaciones en las detenciones según una revisión que se hizo a las fechas, lugares y puestas a disposición de los involucrados ante las autoridades. Asimismo, acusó que las tarjetas informativas a nivel municipal, local y federal fueron falsas, que las bitácoras fueron alteradas en todo su contenido, que la policía de Iguala cambió de número a las patrullas que intervinieron y que se destruyó evidencia como la del Palacio de Justicia; sin embargo, anunció que hay otra evidencia de actas de diligencias de la Procuraduría General de la República (PGR) completamente falsas, por las cuales se iniciaron judicializaciones contra Ministerios Públicos involucrados, y constancias que reflejan hechos que no corresponden con la realidad.

El ejército infiltró a los normalistas

Por otra parte, la abogada Claudia Paz y Paz informó que durante los días 26 y 27 de septiembre de 2014, días en los que ocurrió la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el Batallón 27 realizó un seguimiento “casi de contrainsurgencia” sobre las actividades de los estudiantes y sus escuelas. Esta aseguró que los últimos datos obtenidos muestran que las autoridades militares contaban con información minuto a minuto de lo que ocurría, porque manejaban el Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4), por lo que había seguido el trayecto de los estudiantes

Esta mencionó que no solamente se trató de un asunto de vigilancia, sino que hubo también una operación de infiltración del Ejército Mexicano entre los normalistas, dado que documentos militares mencionan la existencia de agentes con “fachada de estudiantes” que estaban en los autobuses donde viajaban y seguramente informaban qué estaba aconteciendo el día de los hechos. En tanto, consideró que existen datos que confirman la intervención de comunicaciones en tiempo real mediante las cuales las autoridades de Iguala y la federación tuvieron información de lo que estaba ocurriendo en el momento de la detención y desaparición de los estudiantes.

Como ejemplo, recordó que hace poco la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio a conocer un documento en el cual se da cuenta de una plática entre un policía de Iguala, Guerrero y miembros del grupo Guerreros Unidos, quienes informaban del destino de los estudiantes. “Esta información hubiera sido importantísima, de vital importancia, para poder esclarecer el caso pero no fue entregada sino hasta ahora”, dijo.

Junto a esto, Claudia Paz mencionó que las autoridades civiles y militares que trabajaban en el Centro de Coordinación siempre negaron haber tenido información sobre la violencia en el estado y el modus operandis de la delincuencia; sin embargo, mencionó que encontraron datos que confirman que esto era falso, pues ellos conocían información pormenorizada sobre el trasiego, siembra y cultivo de la amapola, así como de la fabricación de la heroína y que esta comúnmente se transportaba a través de autobuses. “No era una novedad, aunque se ocultó la información”, agregó.

Adicionalmente, mencionó que han identificado contradicciones entre las declaraciones del personal del Ejército sobre el caso Ayotzinapa; investigaciones militares paralelas a las oficiales, a las que no han tenido acceso; procesos disciplinarios al interior de las Fuerzas Armadas por negar información relevante como que integrantes del 27 Batallón fueron a Barandilla, Guerrero, lugar a donde los estudiantes fueron llevados la noche de su desaparición según las investigaciones de la Unidad Especial; y de información sobre existencia sistemática de torturas.

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